La ¡®narcoviolencia¡¯ alcanza un nuevo pico de crueldad en M¨¦xico: cuerpos arrojados desde avionetas

La escena podr¨ªa ser la secuencia de cualquier serie sobre narcos, pero una vez m¨¢s, cuando todos los l¨ªmites de la brutalidad parec¨ªan desbordados, en M¨¦xico la realidad consigue superar de nuevo a la ficci¨®n. Un cuerpo fue hallado este mi¨¦rcoles despu¨¦s de ser arrojado presuntamente desde una avioneta en Eldorado, una localidad a 50 kil¨®metros de Culiac¨¢n, la capital del Estado de Sinaloa, donde el cartel de la zona libra una batalla interna tras la extradici¨®n a Estados Unidos de su l¨ªder, Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera, El Chapo Guzm¨¢n.

El suceso ocurri¨® la madrugada del mi¨¦rcoles y el cuerpo fue hallado a primera hora de la ma?ana, en torno a las 6.30, completamente desfigurado, en el techo de una cl¨ªnica. Seg¨²n apuntan varios medios locales, el hombre, al que no se ha podido identificar a¨²n por el estado en que se encontr¨® su cuerpo, vest¨ªa una camiseta roja, unos calcetines grises y no ten¨ªa pantal¨®n. Algunos medios apuntan tambi¨¦n a que horas despu¨¦s fue hallado otro cuerpo, tambi¨¦n destrozado, mientras que otras informaciones se?alan que se trataba de dos cad¨¢veres m¨¢s, que fueron recuperados por un grupo armado de la zona.

Ninguna fuente oficial ha confirmado hasta ahora que el cuerpo fuese arrojado desde una avioneta, pero los conocedores del terreno y la guerra que se ha abierto en el cartel de Sinaloa en ausencia del Chapo, dan por descontado que esto confirma las pr¨¢cticas que se ven¨ªan especulando desde hac¨ªa tiempo. El terror como mensaje. ¡°No tengo ninguna duda de que fue tirado desde una avioneta. Lo ¨²nico que no sabemos es si lo lanzaron vivo o ya muerto¡±, asegura el periodista de R¨ªo Doce Javier Valdez, uno de los reporteros que m¨¢s ha escrito sobre el narco en la zona. Valdez considera que la escalada de violencia ha alcanzado niveles similares a los de 2008, cuando los Beltr¨¢n Leyva, la familia de Guzm¨¢n y El Mayo Zambada, se disputaban el poder. No solo la brutalidad, tambi¨¦n la atm¨®sfera en Sinaloa: ¡°Todo es confuso, la paranoia, el no salir de casa, la ausencia de autoridad por complicidad u omisi¨®n¡­ La ¨²nica diferencia es que ahora la violencia se ha desplazado a las zonas rurales de Culiac¨¢n, no a la propia ciudad como entonces, cuando se convirti¨® en una morgue¡±.

La violencia se ha vuelto a ensa?ar con Sinaloa despu¨¦s de la extradici¨®n de El Chapo, a principios de a?o. En los dos primeros meses de 2017 se hab¨ªan registrado m¨¢s de 230 homicidios, una cifra que analistas de la zona ya dan por duplicada. El aumento de la violencia ha ido acompa?ado con un recrudecimiento de las formas en que se mata. ¡°Tenemos una generaci¨®n m¨¢s violenta de narcos. Ya no basta con matar, hay que mostrar el cuerpo¡±, asegura Valdez. Mart¨ªn Barr¨®n, del Instituto Nacional de Ciencias Penales, ahonda en ello -¡°es una profesionalizaci¨®n del arte de matar¡±-, y lo compara con los actos sanguinarios de los a?os ochenta y noventa de los carteles colombianos de Cali o Medell¨ªn, en los que profundizaron los paramilitares y la guerrilla de las FARC. ¡°Eso tambi¨¦n evidencia los v¨ªnculos y la relaci¨®n que a¨²n existe entre narcos colombianos y mexicanos¡±, a?ade Barr¨®n.

La extradici¨®n de El Chapo a Estados Unidos ha abierto una batalla por el poder en el cartel de Sinaloa que Guzm¨¢n Loera controlaba all¨¢ donde estuviese. Una de las facciones que trata de arrebatar el liderazgo de la organizaci¨®n criminal a los familiares de El Chapo es la de D¨¢maso L¨®pez, que domina precisamente la zona en la que fue hallado el cuerpo arrojado desde la avioneta. Otrora aliado de Guzm¨¢n Loera, L¨®pez, que en su d¨ªa fue polic¨ªa ministerial, creci¨® dentro del cartel tras ser uno de los art¨ªfices de la primera fuga de El Chapo.

El descabezamiento, sin embargo, no acaba con el mercado. M¨¢s all¨¢ de las disputas internas, recuerda Mart¨ªn Barr¨®n, el cartel de Sinaloa sigue pasando por un momento boyante: ¡°M¨¢s del 60% de la hero¨ªna que se mueve en Estados Unidos la mueven ellos y en el caso de las drogas sint¨¦ticas, el porcentaje es del 30 o 40%. Hay algo ah¨ª que les funciona¡±.