La importancia de llamarse Yarrington
El exgobernador de Tamaulipas, considerado uno de los padres pol¨ªticos de los Zetas, inquieta a la clase pol¨ªtica que teme su confesi¨®n
La importancia de llamarse Tom¨¢s Jes¨²s Yarrington Ruvalcaba es haber tenido hasta octubre ocho escoltas pagados por el Estado a pesar de llevar cinco a?os pr¨®fugo. Exactamente el doble de importante que su sucesor al frente del Gobierno de Tamaulipas, Eugenio Hern¨¢ndez, tambi¨¦n pr¨®fugo, que ten¨ªa cuatro. La importancia de apellidarse Yarrington fue poder poner los pies en la mesa del rancho de George Bush, cuando eran ¡°compadres¡±, como lo defini¨® el gobernador de Texas antes de convertirse en el 43? presidente de Estados Unidos.
La trascendencia de Yarrington es fugarse de M¨¦xico a pesar de ser la figura pol¨ªtica central en el surgimiento de la empresa m¨¢s criminal del M¨¦xico reciente: el cartel de Los Zetas. La importancia de apellidarse Yarrington Ruvalcaba es permanecer ¡°tranquilo¡± a pesar de todo ello, como dijo su abogado, y cenar en un elegante restaurante de la Piazza de la Signoria de Florencia, hasta el 9 de abril en que fue detenido.
Hasta hace cinco d¨ªas eran muchos los dedos que lo se?alaban y pocas las manos que lo atraparon a pesar de la larga lista de acusaciones en su contra.
La clase pol¨ªtica y empresarial teme ahora la confesi¨®n de un pol¨ªtico que ha pasado m¨¢s de la mitad de sus 60 a?os ocupando cargos p¨²blicos, que quiso ser presidente de M¨¦xico y cuyos turbios negocios fueron documentados durante los Gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calder¨®n sin que salieran nunca del caj¨®n.
Matamoros, donde Yarrington fue alcalde, es hoy la capital de los Zetas
Nacido en la ciudad de Matamoros en 1957, no son pocos los analistas que estos d¨ªas han recordado que su ciudad natal, donde fue alcalde, es hoy la capital del cartel de Los Zetas que desangra Tamaulipas.
Cuando en 1999 Yarrington lleg¨® al poder, el capo Osiel C¨¢rdenas Guill¨¦n contrat¨® a 20 integrantes del Ej¨¦rcito mexicano formado en Estados Unidos. R¨¢pidamente aquellos 20 pasaron a ser 500 reclutados entre los antiguos kaibiles guatemaltecos y comenz¨® a extenderse por Tamaulipas y Veracruz. Hab¨ªa nacido el cartel m¨¢s sangriento de las ¨²ltimas d¨¦cadas y su misi¨®n ya no solo era el trasiego de droga, sino la extorsi¨®n, el tr¨¢fico de migrantes o el secuestro. Cualquier rubro que diera dinero. En pocos a?os sus tent¨¢culos se extendieron hacia Coahuila, Nuevo Le¨®n, Tabasco, Guerrero, Michoac¨¢n y Nayarit gracias a una sanguinaria estrategia de terror que llega hasta hoy, mientras Yarrington miraba hacia otro lado.
La acusaci¨®n criminal contra Yarrington en Estados Unidos, presentada ante la Corte para el Distrito Sur de Texas indica que, desde 1998, el pol¨ªtico tamaulipeco recib¨ªa sobornos del Cartel del Golfo para que el grupo criminal no tuviera "interferencias" en el trasiego de droga hacia Estados Unidos.
El exmandatario estatal est¨¢ acusado de lavado de dinero, conspiraci¨®n para defraudar, hacer declaraciones falsas a bancos estadounidenses y tr¨¢fico de drogas.?
De acuerdo con la acusaci¨®n, los pagos de dicho cartel se mantuvieron durante y despu¨¦s de su gesti¨®n como gobernador, entre 1999 y 2004. Para mover el dinero que obtuvo del narco, y tambi¨¦n del erario p¨²blico, el exgobernador adquiri¨® "valiosos activos" en Estados Unidos a trav¨¦s de prestanombres y distintas empresas. Los activos incluyen cuentas bancarias, residencias, aviones, veh¨ªculos y viviendas y ranchos en Estados Unidos y M¨¦xico.
Una vez que dej¨® el cargo Yarrington se involucr¨® "m¨¢s directamente" en el tr¨¢fico de drogas, de acuerdo con la causa penal. "De conformidad con este acuerdo, grandes cantidades de coca¨ªna fueron llevadas de M¨¦xico a trav¨¦s de embarcaciones hacia Estados Unidos", sostiene la acusaci¨®n.
A pesar de todo ello, seg¨²n el abogado de Yarrington en Italia, donde est¨¢ encarcelado "no hay ning¨²n pedido de extradici¨®n formal¡±, dijo a la agencia Notimex. ¡°Del Departamento de Justicia de Estados Unidos hay un 'acto de anticipaci¨®n' (de la solicitud de extradici¨®n), pero de M¨¦xico no hay ni la sombra. Todo me pareci¨® muy informal", explic¨® Luca Marafioti.
La importancia de llamarse Yarrington es haber convertido en normal lo que parec¨ªa algo extraordinario.
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