Un ataque contra un convoy de sirios evacuados causa m¨¢s de 120 muertos
Al menos 68 ni?os entre las v¨ªctimas del traslado pactado de miles de civiles y combatientes de ambos bandos
Al menos 126 personas, entre ellos 68 ni?os, han muerto y decenas m¨¢s resultaron heridas el s¨¢bado cerca de Alepo a consecuencia de la explosi¨®n de un veh¨ªculo cargado con explosivos junto a los convoyes que llevaban a cabo la evacuaci¨®n pactada el viernes por el r¨¦gimen y los rebeldes de Siria, seg¨²n el balance de v¨ªctimas actualizado el domingo por el?Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. El acuerdo ten¨ªa como objetivo el traslado a zonas seguras de unos?30.000 civiles y combatientes desde cuatro poblaciones asediadas, dos en manos del Gobierno y otras dos en poder de la oposici¨®n. La gravedad del estado de muchos de los heridos hace temer que se incremente a¨²n m¨¢s el balance de v¨ªctimas mortales.
Im¨¢genes de una web local difundidas por la agencia Reuters mostraban varios cad¨¢veres, entre ellos los de varias mujeres y ni?os, junto a varios autobuses humeantes, as¨ª como decenas de heridos, algunos con miembros amputados por la onda expansiva, en uno de los atentados m¨¢s graves registrados en el conflicto sirio. Testigos del ataque relataron a un periodista de France Presse que una furgoneta supuestamente cargada con ayuda humanitaria se hab¨ªa empotrado contra un convoy, formado por unos 75 autocares, antes de que estallara.
La operaci¨®n de desplazamiento de poblaci¨®n sitiada hab¨ªa quedado paralizada en la ma?ana del s¨¢bado en Rachidin, en un ¨¢rea insurgente situada al oeste de Alepo, ciudad controlada en su totalidad por el r¨¦gimen desde el pasado diciembre. Las discrepancias sobre el n¨²mero de milicianos armados que pod¨ªan ser transportados parec¨ªan ser la causa del bloqueo.
Unos 5.000 evacuados desde las localidades chi¨ªes gubernamentales de Al Fua y Kefraya (Idlib, noroeste) se hallaban retenidos en punto donde se produjo la explosi¨®n. El Observatorio precis¨® la gran mayor¨ªa de las v¨ªctimas mortales proced¨ªan de ambas poblaciones, aunque tambi¨¦n perecieron algunos miembros de las unidades de la oposici¨®n que vigilaban la caravana o formaban parte de equipos de ayuda humanitaria.
Otros 2.200 civiles y combatientes procedentes de los pueblos sun¨ªes insurrectos de?Madaya y Zabadani, en la provincia de Damasco, se encontraban tambi¨¦n retenidos por las tropas leales al presidente Bachar el Asad en Ramusa, un nudo de carreteras de la periferia suroeste de Alepo. La evacuaci¨®n se reanud¨® en ambas zonas al anochecer del s¨¢bado.
Las cuatro localidades evacuadas se encontraban asediadas desde 2015 por las respectivas fuerzas enemigas. El acuerdo para el traslado de la poblaci¨®n fue alcanzado el pasado marzo con la mediaci¨®n de Ir¨¢n, aliado del Gobierno, y de Qatar, que apoya a la oposici¨®n, aunque no hab¨ªa podido ponerse en marcha hasta ahora ante la desconfianza generada entre los contendientes tras m¨¢s de seis a?os de guerra civil.
Est¨¢ previsto que los partidarios de la oposici¨®n se trasladasen a la provincia de Idlib, el principal feudo insurgente en el norte de Siria, en tanto que los de las zonas gubernamentales cercadas deben dirigirse a Alepo, Latakia o Damasco. Entre los evacuados viajan un gran n¨²mero de mujeres, ni?os y ancianos, as¨ª como centenares de combatientes gubernamentales e insurgentes autorizados a conservar sus armas ligeras. El r¨¦gimen y los rebeldes intercambiaron acusaciones sobre la autor¨ªa del atentado, que a¨²n no ha sido reivindicado.
Naciones Unidas ha intentado llevar ayuda humanitaria a las poblaciones asediadas, pero apenas ha conseguido enviar unos pocos convoyes con alimentos y medicinas desde 2015. Los casos de desnutrici¨®n y enfermedades se han multiplicado. Unas 600.000 personas viven en zonas sitiadas por tropas enemigas y cerca de cinco millones de sirios se encuentran en zonas de dif¨ªcil acceso a causa de la guerra.
En los ¨²ltimos meses, el r¨¦gimen de El Asad ha ofrecido a los rebeldes una serie de ¡°acuerdos de reconciliaci¨®n local¡± para que abandonen los reductos cercados acompa?ados por sus familias. A cambio de que les sea garantizado el paso hasta los principales feudos de la insurgencia, deben entregar unas posiciones que obligaban al Ej¨¦rcito a distraer fuerzas de los principales frentes de combate.
La oposici¨®n denuncia que los sitiados se ven obligados por el hambre y las privaciones a aceptar pactos que est¨¢n desencadenando una ¡°limpieza¡± de rebeldes sun¨ªes en zonas alau¨ªes (rama del islamismo chi¨ª) controladas por el Gobierno, lo que constituye un crimen de guerra.
En una entrevista publicada el jueves por France Presse, El Asad asegur¨® que los movimientos de poblaci¨®n iban a ser provisionales y los residentes podr¨ªan regresar a sus ciudades una vez ¡°limpiadas de terroristas (rebeldes, seg¨²n la denominaci¨®n del r¨¦gimen)¡±. Tras las evacuaciones masivas de civiles en Homs (2015) y en el este de Alepo (2016) las ¨¢reas abandonadas por los insurrectos se han convertido en distritos despoblados.
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