Javier Duarte ingresa en una prisi¨®n de Guatemala a la espera de su extradici¨®n a M¨¦xico
El exgobernador de Veracruz, que llevaba pr¨®fugo seis meses, fue detenido el s¨¢bado por la noche en una zona tur¨ªstica del pa¨ªs centroamericano
El exgobernador de Veracruz Javier Duarte, pr¨®fugo desde hac¨ªa seis meses hasta el s¨¢bado por la noche, espera ya en una prisi¨®n de Guatemala su extradici¨®n a M¨¦xico. El exfuncionario, uno de los s¨ªmbolos de la impunidad pol¨ªtica en M¨¦xico, fue trasladado al cuartel militar de Matamoros despu¨¦s de ser detenido en un complejo hotelero a orillas del lago Atitl¨¢n, uno de los enclaves tur¨ªsticos de Guatemala.
La detenci¨®n de Duarte se produjo a las ocho de la noche (nueve en M¨¦xico). El exgobernador se encontraba en el hotel La Riviera, en el municipio de Panajachel. Un lugar tur¨ªstico, m¨¢s a¨²n en Semana Santa, demasiado si alguien pr¨®fugo lo que pretende es pasar inadvertido. Seg¨²n las autoridades guatemaltecas, Duarte llevaba dos d¨ªas hospedado en el lugar con nombre falso. La forma en que fue detenido no est¨¢ a¨²n del todo clara. Algunas versiones apuntan a que los agentes federales lo arrestaron despu¨¦s de que saliera al lobby del hotel para tratar de hacer una llamada ante la mala comunicaci¨®n que hab¨ªa en su habitaci¨®n; otras se?alan que sali¨® a pedir un licor y que la polic¨ªa le estaba esperando. Todas coinciden en que, en un primer momento, Duarte neg¨® su verdadera identidad, aunque finalmente no opuso resistencia.
Las im¨¢genes del arresto del exgobernador de Veracruz, de 43 a?os, dan cuenta de un hombre desali?ado, con varios kilos m¨¢s de los que luc¨ªa, ya orondo, cuando se dio a la fuga hace seis meses; tambi¨¦n la de una persona que a ratos se muestra desafiante, nervioso, pero que tampoco puede evitar re¨ªr, una sonrisa cuando menos c¨ªnica en el momento en que era trasladado por la polic¨ªa guatemalteca.
Duarte espera en la prisi¨®n de Matamoros, en Ciudad de Guatemala, su extradici¨®n a M¨¦xico. Resuelta la inc¨®gnita de d¨®nde se encontraba, M¨¦xico busca ahora una respuesta convincente a la pregunta de si es casual que haya sido detenido a mes y medio de unas elecciones trascendentales para el que fuera su partido, las del Estado de M¨¦xico, basti¨®n desde hace 90 a?os del PRI. Por primera vez, la victoria de la formaci¨®n del presidente, Enrique Pe?a Nieto, que sali¨® hacia Los Pinos desde la Gobernaci¨®n del Estado de M¨¦xico, est¨¢ en entredicho. Ninguna de las encuestas da como ganador holgado al candidato, Alfredo del Mazo.
El exgobernador de Veracruz ha estado pr¨®fugo desde el 13 de octubre del pasado a?o, cuando un juez dict¨® una orden de arresto en su contra. Duarte hab¨ªa renunciado a su puesto unos d¨ªas antes para, seg¨²n dijo, defenderse de las decenas de denuncias que pesaban sobre ¨¦l, desde delincuencia organizada, lavado de dinero o v¨ªnculos con el narcotr¨¢fico. La Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR) le imputa el saqueo fondos p¨²blicos de las secretar¨ªas de Salud y Educaci¨®n.
Tras conocerse la noticia de su detenci¨®n, los dirigentes opositores exigieron de inmediato que Duarte rindiese cuentas ante la justicia mexicana. Mientras, algunos dirigentes del PRI, como Del Mazo, enarbolaron la lucha contra la corrupci¨®n, tan cuestionada por los pocos resultados que ha dado. En un comunicado, el partido gobernante aseguraba que ¡°las acciones del Gobierno de la Rep¨²blica y del presidente Enrique Pe?a Nieto, acreditan que M¨¦xico est¨¢ cambiando¡±. No obstante, Javier Duarte como otro exgobernador pr¨®fugo, C¨¦sar Duarte (Chihuahua), eran considerados hasta no hace tanto por el presidente estandartes de un nuevo PRI, ajeno supuestamente a las malas pr¨¢cticas del pasado. Tanto el canciller y hombre fuerte del Gobierno, Luis Videgaray, como el propio Pe?a Nieto guardaron silencio sobre la detenci¨®n de Duarte, al menos hasta el mediod¨ªa del domingo.
La herencia de Darte en Veracruz, m¨¢s all¨¢ de los cargos que se le imputan, da buena cuenta de su gesti¨®n al frente de uno de los Estados con m¨¢s peso en la vida mexicana. Dos meses antes de su fuga, se descubri¨® en las inmediaciones del Puerto de Veracruz la que, con los meses, se ha confirmado como la mayor fosa clandestina de M¨¦xico, con al menos 250 cuerpos. La violencia, por el control del narcotr¨¢fico entre Los Zetas y el cartel de Jalisco Nueva Generaci¨®n, aument¨® considerablemente desde la llegada de Duarte al poder, por no hablar de los ataques a la prensa: entre 2010 y 2016 fueron asesinados 17 periodistas. En el plano econ¨®mico, el sucesor de Duarte, Miguel ?ngel Yunes (PAN), afronta una deuda que asciende a 2.420 millones de d¨®lares.
La detenci¨®n de Duarte se produjo unos d¨ªas despu¨¦s de la de otro dirigente pr¨®fugo, Tom¨¢s Yarrington, en busca y captura desde 2012. Al menos 20 gobernadores en los ¨²ltimos 11 a?os ¨Cdesde el inicio del sexenio de Felipe Calder¨®n- han sido investigados, detenidos o est¨¢n pr¨®fugos de la justicia mexicana.
El ascenso y ca¨ªda de Duarte o de Yarrington son dos ejemplos de c¨®mo los partidos pol¨ªticos mexicanos han mirado para otro lado ante la corrupci¨®n. El PRI, por ejemplo, expuls¨® a los dos exgobernadores de sus filas, algo que se han esforzado en recalcar en las ¨²ltimas horas. En el caso de Yarrington se produjo en diciembre, cuando llevaba cinco a?os fugado, con ¨®rdenes de captura de su pa¨ªs y de Estados Unidos, por v¨ªnculo con el narcotr¨¢fico. Mientras todo eso ocurr¨ªa, ¨¦l segu¨ªa teniendo a su disposici¨®n ocho escoltas.
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