Un millar de presos palestinos desaf¨ªan a Israel con una huelga de hambre

Desde el penal de Hadarim, en el centro de Israel, Maruan Barguti, de 57 a?os, aseguraba en una tribuna publicada este lunes por The New York Times que la huelga de hambre tiene como objetivo ¡°poner fin a los abusos en los centros penitenciarios¡±. ¡°Israel ha establecido un apartheid judicial que garantiza la impunidad para los israel¨ªes que han cometido delitos contra los palestinos y que criminaliza la presencia de la resistencia palestina¡±, asevera Barguti, al que las encuestas palestinas colocan en primer lugar en la carrera para suceder a Mahamud Abbas, de 82 a?os, como presidente de la Autoridad Palestina. ¡°Los prisioneros sufren torturas, tratos degradantes e inhumanos y falta de asistencia m¨¦dica, algunos han muerto durante su detenci¨®n¡±, acusaba el dirigente de Fatah en el art¨ªculo.

En prisiones situadas en el Estado hebreo y en centros de detenci¨®n localizados en Cisjordania, territorio ocupado militarmente desde 1967, est¨¢n ingresados en la actualidad unos 6.500 palestinos, en los que se incluyen 300 menores de edad, 62 mujeres y 13 diputados del Consejo Legislativo. Entre los detenidos hay 23 enfermos en estado terminal, seg¨²n organizaciones de apoyo a los internos. El presidente Abbas apel¨® a trav¨¦s de un comunicado a la comunidad internacional a "salvar la vida de los presos palestinos en las c¨¢rceles israel¨ªes".

Medio millar de prisioneros se hallan sometidos adem¨¢s al llamado r¨¦gimen de detenci¨®n administrativa, sin acusaci¨®n formal y que puede prolongarse de forma indefinida. La poblaci¨®n penitenciaria palestina bajo custodia de Israel ha aumentado notablemente desde octubre de 2015, cuando estall¨® una ola de violencia que ha provocado unas 10.000 detenciones en la que ha sido denominada Intifada de los cuchillos o de los lobos solitarios.

Este dirigente de Fatah, el principal partido de la Organizaci¨®n para la LIberaci¨®n de Palestina, es el pol¨ªtico m¨¢s valorado por los ciudadanos, que le consideran el Nelson Mandela de la causa palestina y le apoyan como futuro l¨ªder de un Estado independiente. Para Israel ¨Cque considera a Barguti como jefe del Tanzim, el brazo armado del Fatah¨C se trata solo de un preso de m¨¢xima seguridad, condenado a cinco cadenas perpetuas m¨¢s 40 a?os de c¨¢rcel por terrorismo.

El servicio de instituciones penitenciarias israel¨ª ha empezado a sancionar¨¢ con medidas disciplinarias, como traslados de galer¨ªa, a los presos que secundan la protesta. ¡°Los huelguistas afrontar¨¢n graves consecuencias por participar en actividades ilegales¡±, rezaba un comunicado del organismo. El ministro de Seguridad Interior, Gilad Erdan, ha ordenado que las fuerzas antidisturbios se sit¨²en en estado de alerta ante los recintos de las prisiones.

El titular del departamento responsable de la polic¨ªa ha solicitado tambi¨¦n al Ej¨¦rcito que instale un hospital de campa?a cerca del penal de Ketziot, en el desierto del Negev, para atender a los internos que requieran cuidados m¨¦dicos. El Gobierno quiere evitar que los reclusos ingresen en centros sanitarios p¨²blicos, donde los m¨¦dicos se niegan a aplicar la legislaci¨®n que permite desde 2015 alimentar a la fuerza a los huelguistas de hambre cuya vida est¨¦ en peligro.

El ministro de Seguridad Interior cree adem¨¢s que la protesta ¡°est¨¢ motivada por la pol¨ªtica interna palestina¡±, y es interpretada como un movimiento t¨¢ctico de Barguti para ganar protagonismo en la sociedad palestina. En funci¨®n de la evoluci¨®n y duraci¨®n de la huelga de hambre, el analista de seguridad del diario Haartez Amos Harel alerta ante una eventual escalada de violencia como la que precedi¨® a la guerra de Gaza de 2014, precisamente en el marco de una protesta de presos.

¡°La huelga que encabeza Barguti plantea demandas sobre las condiciones penitenciarias que no son razonables¡±, advirti¨® Erdan. La lista de reivindicaciones de los presos incluye la suspensi¨®n de las detenciones administrativas y del internamiento en celdas de aislamiento; la instalaci¨®n de una cabina de tel¨¦fono y de televisi¨®n ¨¢rabe v¨ªa sat¨¦lite en cada galer¨ªa de los penales, y un incremento de las visitas de familiares.?

Amnist¨ªa Internacional recuerda a Israel que trasladar presos fuera de un territorio ocupado viola la Cuarta Convenci¨®n de Ginebra sobre derecho de guerra. Las restricciones que sufren la mayor¨ªa de los palestinos para poder viajar a Israel desde Gaza y Cisjordania impiden en muchas ocasiones que los detenidos mantengan el contacto con sus familias.

Miles de palestinos se manifestaron por la tarde en Gaza y Cisjordania para conmemorar el D¨ªa del Preso, en recuerdo de los 850.000 palestinos que han pasado por c¨¢rceles controladas por Israel durante el ¨²ltimo medio siglo de ocupaci¨®n. Se trata de un 40% de los hombres adultos, de una quinta parte de la poblaci¨®n de Palestina.