¡°Que se gasten el dinero en medicinas y no en bombas lacrim¨®genas¡±
Miles de venezolanos se echan a la calle para protestar contra el presidente Maduro y se cruzan con marchas prochavistas
Alexa Guti¨¦rrez se quit¨® el sujetador y lo onde¨® mirando al cielo, donde los helic¨®pteros de las autoridades sobrevolaban a los manifestantes. Dijo que estaba harta de que los hospitales p¨²blicos venezolanos est¨¦n desabastecidos y eso le cueste la vida a mujeres que sufren c¨¢ncer de mama. Sus pechos al a¨ªre fueron una provocaci¨®n y un grito de socorro al mismo tiempo.
¡°Dije, ?qu¨¦ voy a hacer hoy? Como venezolana no me pod¨ªa quedar en casa. ?Solo protestar? Pues no. Mir¨¦ a los helic¨®pteros y ense?¨¦ mis pechos. ?Que se gasten el dinero en medicinas y no en bombas lacrim¨®genas que lanzan contra la gente¡±, dec¨ªa Guti¨¦rrez, de 58 a?os, resguardada de la represi¨®n de las protestas en una comisar¨ªa de Chacao, en Caracas.?
Otros decidieron manifestarse de maneras m¨¢s convencionales. Hilda Rojas camin¨® a pie desde Ant¨ªmano, un barrio popular desde el oeste de Caracas, hasta la plaza O¡¯Higgins, donde chavistas y antichavistas comenzaban a encontrarse en medio de una gran tensi¨®n. Pero Rojas no se amedrentaba y dec¨ªa lo que quer¨ªa, sin miedo y con todas las letras: ¡°Queremos elecciones ya, salir de esta dictadura. Maduro est¨¢ asustado porque sabe que ya hace rato que perdi¨® el pueblo¡±.
El despliegue de los cuerpos de seguridad desde temprano en diversos puntos de Caracas dejaba claro que estos se propon¨ªan hacer buena la promesa proferida la v¨ªspera por el presidente Nicol¨¢s Maduro: la llamada ¡°madre de todas las movilizaciones¡±, convocada por la oposici¨®n este 19 de abril, no podr¨ªa marchar hacia el centro de la capital venezolana, sede f¨ªsica de los poderes p¨²blicos entre ellos, la Defensor¨ªa del Pueblo, meta declarada de los organizadores del evento.
La ciudad amaneci¨® bloqueada para impedir la llegada y tr¨¢nsito de protestantes. Los accesos desde el interior del pa¨ªs fueron tomados por puntos de control de la Guardia Nacional. Por decreto, el Gobierno suspendi¨® toda actividad de la aviaci¨®n comercial hasta el jueves. Al menos 20 estaciones del metro amanecieron cerradas. Sobre la autopista Francisco Fajardo, principal arteria vial de Caracas, sucesivas l¨ªneas defensivas se aprestaban, una vez m¨¢s, a contener la marcha a la altura del sector de Bello Monte.
Pero el llamado opositor tambi¨¦n previ¨® puntos de concentraci¨®n en el oeste de Caracas, mayoritariamente obrero y popular, que el chavismo considera un coto propio. A¨²n no era mediod¨ªa cuando ya se registraban incidentes en zonas como Santa M¨®nica, El Para¨ªso o San Bernardino. En este ¨²ltimo lugar, un joven de 17 a?os, Carlos Moreno Var¨®n, cay¨® herido en la cabeza por un disparo que, seg¨²n versiones, provino de grupos de choque del oficialismo. Luego falleci¨® en una cl¨ªnica privada cercano.
En varios puntos del oeste coincidieron las rutas de la marcha de oposici¨®n y de la contramarcha oficialista, con lo que aumentaron en proporci¨®n geom¨¦trica las posibilidades de violencia, a pesar de la custodia policial. Eso ocurri¨® en la plaza O¡¯Higgins de El Para¨ªso y en la avenida Libertador, a la altura de la sede de la petrolera estatal, Pdvsa.
Pero en San Mart¨ªn (centro-oeste de Caracas), grupos chavistas de base y efectivos de la Polic¨ªa Nacional dispersaron a los opositores con gases lacrim¨®gena. Testigos tambi¨¦n aseguraron haber o¨ªdo detonaciones de armas de fuego. En el lugar qued¨® atrapada Lilian Tintori, esposa del encarcelado l¨ªder Leopoldo L¨®pez, que marchaba con los manifestantes.
Cientos de autobuses fletados por el Gobierno trasladaron, mientras tanto, a miles de sus partidarios y funcionarios p¨²blicos que marcharon desde distintos puntos del oeste de la ciudad hacia la c¨¦ntrica avenida Bol¨ªvar, tradicional recinto de las grandes concentraciones pol¨ªticas de Hugo Ch¨¢vez. El presidente Maduro los hab¨ªa convocado para desactivar el golpe de Estado que, seg¨²n el mandatario, est¨¢ en marcha y del que la movilizaci¨®n opositora formar¨ªa parte.
A comienzos de la tarde de Caracas, el lindero entre los municipios Chacao y Libertador, frontera entre los sectores este y oeste en el que esquem¨¢ticamente se divide la capital, era lugar de una batalla campal. Con gases lacrim¨®genos, piquetes de los cuerpos de seguridad trataban de impedir el paso del grueso de la marcha opositora hacia el centro. Justo al frente de las oficinas del gobernador del estado de Miranda y excandidato presidencial de oposici¨®n, Henrique Capriles Radonski, manifestantes saltaban de la autopista Francisco Fajardo hacia el cauce del r¨ªo Guaire para esquivar la persecuci¨®n de la polic¨ªa y la Guardia Nacional.
Al principio parec¨ªa un rumor pero poco a poco la noticia de que un estudiante hab¨ªa muerto se fue difundiendo hasta que fue confirmada por las autoridades. Lourdes Vielma se enter¨® por Facebook de que ese chico era amigo de su hija adolescente, pero ella no sab¨ªa que hab¨ªa muerto, solo que estaba herid por un disparo en la cabeza. ?Qu¨¦ pod¨ªa hacer ella? Lourdes se acerc¨® al hospital para donar sangre y para rezar por la salud de un muchacho que en tres d¨ªas iba a cumplir los 18. Sin embargo, al llegar supo la verdad. La mujer no pudo contener las l¨¢grimas.
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