Un obrero muere cada ocho horas por un accidente de trabajo en M¨¦xico
Los especialistas alertan de que el 40% de los percances no se registra en las cifras oficiales
Un derrumbe fat¨ªdico. Tres niveles colapsados. Una gran estructura de concreto derruida. Alba?iles atrapados bajo los escombros. El saldo: siete muertos y nueve heridos de gravedad. La?tragedia del pasado 11 de abril?en un estacionamiento en construcci¨®n al sur de la Ciudad de M¨¦xico es solo la punta del iceberg de un problema mayor. M¨¦xico registra un accidente laboral cada 75 segundos y un trabajador muere cada ocho horas por lesiones ocasionadas en el trabajo, seg¨²n datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). En 2015, murieron 1107 trabajadores.
"Cuando oyes de un derrumbe, lo primero que piensas es que pudiste haber sido t¨² y no es justo que gente muera mientras hace su trabajo", admite Juan Silva, un alba?il de 32 a?os. Una distracci¨®n, un mal paso, un arn¨¦s mal colocado y su vida puede dar un giro radical. Silva trabaja en una obra en la c¨¦ntrica colonia Condesa que sigue un protocolo estricto de seguridad, pero con ocho a?os de experiencia reconoce que no en todos los proyectos se siguen las normas. "Trabajar en esto es riesgoso y hay patrones que no ven por su personal", agrega. "La?seguridad?de los trabajadores en M¨¦xico pende de un hilo", afirma ?rika Yael Carbajal, psic¨®loga de la Universidad Aut¨®noma Metropolitana.
El?IMSS, que ampara a los trabajadores de las empresas privadas, es la ¨²nica instituci¨®n en M¨¦xico que reporta cifras sobre riesgos y accidentes laborales. "Una cosa es lo que ocurre y otra lo que se reconoce que ocurre: en el IMSS hay un subregistro del 40% en accidentes y del 90% de las enfermedades", afirma Rodolfo Nava, especialista de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). El escollo puede ser a¨²n m¨¢s grande. Ni el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) ni Petr¨®leos Mexicanos, que tiene su propio sistema de asegurados, publican los datos.
La informalidad cuenta otra parte de la historia. Seis de cada 10 mexicanos, cerca de 30 millones de personas, tienen empleos informales y no dejan un rastro cuando sufren alg¨²n percance. Con trabajos precarios, sin prestaciones ni seguridad social, tienen que buscar atenci¨®n m¨¦dica en otros hospitales p¨²blicos, no pueden acudir a?los hospitales, y el tr¨¢mite para exigir una indemnizaci¨®n se dificulta.
Los percances pueden ir desde la depresi¨®n hasta las lesiones permanentes e, incluso la muerte. "Existe una enorme cantidad de factores de riesgo, ya sean f¨ªsicos, biol¨®gicos y psicosociales, pero los empresarios tienen poco inter¨¦s en prevenir accidentes y enfermedades, en la mayor¨ªa de los casos", se?ala Nava e indica que en las empresas privadas solo hay 13.000 m¨¦dicos para los 17 millones de empleados registrados ante?el IMSS, 12.000 no est¨¢n preparados en medicina del trabajo.
De entre los m¨¢s de 425.000 accidentes laborales que registr¨® el IMSS en 2015, los ¨²ltimos datos disponibles, los?trabajadores de la construcci¨®n?se llevan la peor parte. Es la profesi¨®n con m¨¢s incidentes registrados, m¨¢s de 37.000 casos anuales, y con los accidentes m¨¢s severos. No hay ning¨²n otro rubro en el que mueran m¨¢s trabajadores, 220 cada a?o. Les siguen aquellos que operan con maquinaria pesada y herramientas, con 98 muertes en 2015.
Luis Ram¨ªrez a¨²n siente remordimiento. Se hab¨ªa ido la luz en la obra de un t¨²nel de la superv¨ªa, que une el sur con el poniente de la capital mexicana. Todos los obreros dejaron las herramientas en el piso y esperaron a que terminara el apag¨®n. Ram¨ªrez y otros param¨¦dicos desalojaban el ¨¢rea para prevenir cualquier percance. Aburrido, un trabajador sac¨® unas pinzas de su bolsillo y jug¨® con un cable. La electricidad volvi¨® s¨²bitamente. Eran l¨ªneas de alta tensi¨®n. Muri¨® electrocutado. "Me marc¨® de por vida porque se pudo haber evitado y me di cuenta de todo lo que se puede prevenir, con precauciones muy simples y prudencia", cuenta el param¨¦dico.
Carbajal no duda en decir que los trabajadores de la construcci¨®n son el sector laboral m¨¢s vulnerable: la mayor¨ªa viene de comunidades pobres, sin acceso a oportunidades y acepta condiciones de trabajo riesgosas. "Suelen decir ¡®?somos hombres o payasos? Es muy castigado quejarte o hablar de problemas de salud con los compa?eros, nadie dice nada", a?ade Carbajal, que ha estudiado durante a?os sus ambientes de trabajo. En su opini¨®n, la sociedad suele ver el producto final, pero muchas veces no se da cuenta de la presi¨®n ni del acelerado ritmo de trabajo en las obras. Son invisibles, todo sucede tras bambalinas.
La Ley Federal del Trabajo, que se reform¨® en octubre de 2012, establece que el patr¨®n tiene la obligaci¨®n de velar por la salud de sus trabajadores, salvo que est¨¦n subcontratados, y garantizar condiciones de trabajo adecuadas. Pero a la ley le faltan "dientes". Los inspectores para revisar que se cumplan las medidas de seguridad no son suficientes. Nava acusa que la corrupci¨®n salpica al sistema y que los sobornos son comunes para evadir la regulaci¨®n.
Tambi¨¦n hay rezagos que se ignoraron cuando se reform¨® la ley, como una lista con 161 enfermedades reconocidas que data de los a?os setenta y que ha sido rebasada ante las necesidades actuales. Estos atrasos han provocado que los patrones s¨®lo cubrieran en 2015 el 6% de los accidentes, ha dicho el propio IMSS. Aunque los acad¨¦micos ya han presentado una lista actualizada a petici¨®n de las autoridades con 185 enfermedades, ¨¦sta no ha visto la luz.
Para el especialista de la?UNAM, el accidente del estacionamiento en ?lvaro Obreg¨®n fue una muestra de problemas que son el pan de cada d¨ªa. "Se utilizaron materiales de mala calidad, los patrones no vigilaron la salud de los trabajadores y no hubo una inspecci¨®n que advirtiera de los riesgos", sentencia Nava. Carbajal va m¨¢s all¨¢ y alega que las autoridades han tratado el tema de la seguridad en el trabajo como un aspecto secundario. "Es como si se quisiera proteger intereses, a los legisladores no les importa, es de pena ajena", reclama.
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