Una bola de cristal en la Borgo?a
Desde 1981, los franceses votan en las elecciones presidenciales como lo hacen los 1700 vecinos de este pintoresco pueblo franc¨¦s
Existiendo Donzy, no est¨¢n claras las razones por las que Francia necesita someterse al estr¨¦s de unas elecciones presidenciales. Podr¨ªan restringirse al escrutinio de este buc¨®lico municipio de la Borgo?a. Que s¨®lo tiene 1.700 habitantes. Y que se expresa en las urnas a peque?a escala tal como lo hace el resto del pa¨ªs a gran escala. Ocurre as¨ª desde 1981. Donzy es la Ohio de Francia. El "aleph" electoral del Hex¨¢gono.
?Por qu¨¦? "Porque la poblaci¨®n est¨¢ mezclada. Hay toda clase de categor¨ªas profesionales y de clases sociales. Hay obreros, cada vez menos. Agricultores, cada vez menos. Y hay jubilados, cada vez m¨¢s y cada vez m¨¢s viejos".
Es la opini¨®n de Th¨¦r¨¨se Ozbolt. Y debe tenerse en cuenta porque reside en el pueblo desde 1965. Como lo hicieron sus padres, oriundos de Serbia y de Eslovenia. Ejemplos de integraci¨®n. Pioneros de la fabricaci¨®n del foie gras. Y explicaci¨®n gen¨¦tica de los rasgos eslavos de la propia Th¨¦r¨¨se, cuya vitalidad la entretiene persiguiendo a los patos y las ocas en la postal en movimiento de su pintoresca granja.
Impresiona que Donzy, no habiendo cambiado nada o casi nada en las ¨²ltimas d¨¦cadas, siga siendo el laboratorio sociol¨®gico y sociopol¨ªtico de un pa¨ªs que ha cambiado tanto. Resiste al paso del tiempo la inscripci¨®n de "prohibido orinar" en el muro que delimita la plaza del Ayuntamiento. Y llama la atenci¨®n no s¨®lo la bandera tricolor que ondea en el campanario de la iglesia de Saint Card'heuc, sino m¨¢s todav¨ªa la vigencia del lema republicano en las paredes exteriores del templo: libertad, igualdad, fraternidad.
Consigui¨® imponerlo un alcalde progre en 1881 para contener el autoritarismo del sacerdote. Una vieja historia de poderes en tensi¨®n. La tierra y el cielo. Tan vieja, al cabo, como las pel¨ªculas en blanco y negro de Pep¨®n (Gino Cervi) y Don Camilo (Fernandel). El rojo y el p¨¢ter. Un alcalde comunista y un cura tradicional condenados a entenderse y a malentenderse en peripecias de pel¨ªculas con entra?able moralina.
Es la dial¨¦ctica pac¨ªfica que ha estimulado la vida del municipio. Bastante ajeno a fen¨®menos tan comunes como la inmigraci¨®n, la delincuencia o el desempleo (9%)Y a¨²n as¨ª, escrutado como la s¨ªntesis sociol¨®gica de un pa¨ªs que afronta ahora unos comicios mucho m¨¢s complejos que los anteriores. Cuesta trabajo creer, en efecto, que los vecinos de Donzy respondan con la intuici¨®n de anta?o al enigma que plantea el proceso presidencial. Casi menos decisivo para ellos que para Europa.
Est¨¢n retratados los once candidatos a la entrada del pueblo. Y conforman un panel darwiniano que parece concebido a la medida de la clarividencia con que los adultos locales interpretan los procesos electorales. Acertaron las victorias consecutivas de Mitterrand. Dieron credibilidad al sorpasso de Jean Marie Le Pen sobre Lionel Jospin en 2002. Hicieron ganar a Sarkozy en 2007 y lo mandaron a casa cinco a?os despu¨¦s.
El problema de este domingo es que nunca ha habido tantos aspirantes con posibilidades. Ni tantos partidos nuevos. Ni tanto voto incierto. Ni tanto peligro de abstenci¨®n. Ni tantas opciones para los movimientos radicales de Marine Le Pen (Frente Nacional) o de Jean-Luc M¨¦lenchon (Francia Isumisa), tambi¨¦n ellos ep¨ªgonos de Don Camilo y Pep¨®n en la l¨®gica de antagonismos muy poco antagonistas.
"Conozco a mis vecinos", masculla el se?or Jean-Claude Reo. "Y mucho me temo que el voto oculto hacia Marine Le Pen es m¨¢s representativo de cuanto creemos. Somos gente mayor aqu¨ª. Cazadores, agricultores.? Y nadie nos hace caso. Menos el Frente Nacional. Que ha sabido arraigarse en eso que se llama la Francia profunda".
Ironizan los vecinos de Donzy en el ajetreo de las troupes televisivas que recalan en el pueblo como quien busca especies protegidas, humanos ex¨®ticos nigromantes rurales: no son ellos los que votan como Francia, sino es Francia la que vota como ellos.
"Pero me parece a m¨ª que esta vez no vamos a acertar", puntualiza Th¨¦r¨¨se Ozbolt. "El pueblo est¨¢ envejeciendo mucho. M¨¢s de lo que envejece Francia. Y estas elecciones son muy complicadas. Han desaparecido las grandes referencias de siempre. Ya no es rojo o azul, como hab¨ªa ocurrido hasta ahora".
En Donzy se fabrican paraguas y se cultiva el vino. Marcan terreno los tractores como si fueran animales de acero. Se oficia escrupulosamente el ceremonial dom¨¦stico la siesta. H¨¢bitos y costumbres de una villa que huele a jazm¨ªn, que mece sus aguas en un estanque de ensue?o y que aloja entre sus misterios de anticuario una bola de cristal con el desenlace del 23 de abril y del 7 de mayo.
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