Trump ordena reducir los impuestos a los m¨¢s ricos y a las empresas
La Casa Blanca presenta la ¡°mayor reforma fiscal de la historia¡±. La medida recorta el tipo m¨¢ximo de 39% al 35%, simplifica en tres tramos la declaraci¨®n y fomenta la repatriaci¨®n de capital
La Casa Blanca se puso este mi¨¦rcoles a batir tambores. Con el tono de las grandes ocasiones, la Administraci¨®n de Donald Trump present¨® lo que denomin¨® ¡°la mayor reforma fiscal de la historia¡±. Una promesa electoral destinada a desatar la euforia de sus votantes y resta?ar las heridas sufridas por el presidente en sus casi 100 d¨ªas de mandato. La iniciativa tiene como punto nuclear la reducci¨®n del 35% al 15% del impuesto a las empresas (incluidas las de Trump) y se acompa?a de una bater¨ªa de propuestas que vuelven del rev¨¦s el actual modelo fiscal.
Llegaron, hablaron y desataron el caos. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el director del Consejo Econ¨®mico, el exbanquero Gary Cohn, desplegaron sobre la mesa en apenas 20 minutos un inmenso abanico de medidas, sabedores de que cada una tiene su propio e infinito debate. Fue un golpe de efecto en el que junto a la promesa de una ¡°simplificaci¨®n masiva¡± de las declaraciones de impuestos, la Administraci¨®n de Trump hizo desaparecer el impuesto de Sucesiones, redujo los tramos fiscales del IRPF de siete a tres (10%, 25% y 35%) y rebaj¨® la carga de los m¨¢s ricos del 39% al 35%.
El plan tambi¨¦n abre la puerta a un trato ben¨¦volo para las repatriaciones de capital de las empresas y a la desaparici¨®n de casi todas las deducciones del impuesto sobre la Renta, salvo la desgravaci¨®n por hipotecas y las donaciones a ONG. En esta marejada se incluye la aplicaci¨®n de un tipo cero para parejas que ganen menos de 24.000 d¨®lares al a?o y la recuperaci¨®n de un tipo del 20% sobre los dividendos, que dejar¨¢n de sumarse as¨ª a los ingresos de los inversores, lo que elevaba su factura fiscal.
La avalancha, a la que Trump quiere dar prioridad pol¨ªtica, lleg¨® sin propuesta de ley ni un plan detallado de su impacto sobre la econom¨ªa y los ingresos. M¨¢s bien se trat¨® de una colecci¨®n de directrices encaminadas a estimular los sue?os de prosperidad, cuya ambig¨¹edad evita los puntos que desatar¨¢n la batalla en las C¨¢maras y centra el mensaje en aquello que el presidente quiere destacar: ¨¦l cumple sus promesas.
La medida clave es la rebaja del tipo del impuesto de Sociedades del 35% al 15%. El recorte implica, seg¨²n la Tax Foundation, que el Estado federal deje de recaudar dos billones de d¨®lares en 10 a?os. Esta merma supone uno de los grandes obst¨¢culos del plan. Los republicanos se niegan aprobar cualquier medida que haga subir el d¨¦ficit, situado en 2016 en el 3,2% del PIB (587.000 millones de d¨®lares), y si no se compensan esos ingresos ser¨¢ muy dif¨ªcil que dejen pasar la propuesta tal y como ha sido presentada.
Objetivo: el crecimiento
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, intent¨® calmar los ¨¢nimos acudiendo a la vieja curva de Laffer, aquella teor¨ªa que establece que una rebaja impositiva fuerte genera suficiente crecimiento econ¨®mico, lo que a medio plazo compensa su efecto sobre las arcas p¨²blicas. Desde su enunciado en 1974 esa teor¨ªa ha sido el gran asidero del liberalismo americano. Pero su efectividad ha sido puesta en duda tantas veces como ha sido empleada, sobre todo, en grandes magnitudes. As¨ª, ciertos estudios establecen que un recorte como el actual requiere un crecimiento sostenido del PIB del 5% para compensar la merma de ingresos, un porcentaje muy superior al previsto el mi¨¦rcoles por el propio Mnuchin (3%).
Pero si hay dudas en el terreno econ¨®mico, estas apenas se perciben en el electoral. La rebaja al 15% es una de las grandes promesas de Trump y su campo de aceptaci¨®n va m¨¢s all¨¢ de sus votantes. Ahora mismo, las empresas en Estados Unidos, con los impuestos locales y estatales, soportan una carga cercana al 40%. Con el recorte, quedar¨ªan por detr¨¢s de Francia o Jap¨®n, y millones de empresas ver¨ªan aumentar de golpe su rentabilidad. Su aceptaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de los colores partidistas, es tan evidente que uno de sus principales problemas, como han destacado los expertos, es que se intente utilizar tambi¨¦n para derivar por esa v¨ªa las declaraciones de ingresos personales, mucho m¨¢s onerosas.
La otra cara es m¨¢s ideol¨®gica. Con este hachazo fiscal, Trump se muestra como un presidente dispuesto a mimar a la iniciativa privada, pero distante de los problemas sociales. En su fracasado af¨¢n por derribar la reforma sanitaria de Obama no le import¨® presentar un plan que, por un ahorro de un 150.000 millones de d¨®lares, dejaba el a?o pr¨®ximo sin seguro m¨¦dico a 14 millones de personas. Ahora, est¨¢ dispuesto a someter el presupuesto de Estados Unidos a una tensi¨®n hist¨®rica que es muy dif¨ªcil que no devenga en recortes en programas sociales. Otro golpe a los m¨¢s d¨¦biles.
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