EE UU en la ONU: ¡°El riesgo de un ataque nuclear de Corea del Norte a Se¨²l o Tokio es real¡±
El secretario de Estado pide en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una acci¨®n global para evitar "consecuencias catastr¨®ficas", despu¨¦s de que Trump alertar¨¢ de la posibilidad de un "gran, gran conflicto"
La presi¨®n de Estados Unidos contra Corea del Norte se ha disparado. Despu¨¦s de que el presidente Donald Trump alertara en una entrevista del riesgo de un ¡°gran, gran conflicto¡±, su secretario de Estado, Rex Tillerson, pidi¨® ante el Consejo de Seguridad de la ONU una acci¨®n global para evitar ¡°consecuencias catastr¨®ficas¡±. ¡°El riesgo de ataque nuclear a Se¨²l o Tokio es real y es solo una cuesti¨®n de tiempo que Pyongyang desarrolle su capacidad para alcanzar tierra estadounidense¡±, sentenci¨® Tillerson. Corea del Norte respondi¨® probando un misil.
Corea del Norte ha entrado en el ojo del hurac¨¢n. La llamada de Tillerson a una ofensiva diplom¨¢tica deja claro que la naci¨®n m¨¢s poderosa del mundo no va estarse quieta. ¡°No actuar ahora puede traer consecuencias catastr¨®ficas. Todas las opciones para responder a una provocaci¨®n futura est¨¢n sobre la mesa¡±, dijo el secretario de Estado.
El claustrof¨®bico r¨¦gimen de Pyongyang est¨¢ embarcado en un largo pulso con Estados Unidos. Su objetivo es poseer un misil intercontinental y desde hace 20 a?os no ha dejado de afinar su rudimentario armamento hasta desarrollar una bomba at¨®mica de 30 kilotones (dos veces la de Hiroshima) y una potencia bal¨ªstica suficiente para amenazar a Corea del Sur y Jap¨®n. Anoche mismo, en plena tensi¨®n volvi¨® a probar un misil. El ensayo, supuestamente, result¨® fallido.
Estados Unidos y sus aliados han tratado de frenar esta escalada. Las seis resoluciones adoptadas desde 2006 por el Consejo de Seguridad para paralizar este desarrollo nuclear no han dado frutos. Ante este bloqueo, Washington ha optado por aumentar la presi¨®n en todos los frentes e incluso ha mostrado su disposici¨®n a emprender un ataque preventivo. En esta coreograf¨ªa ha enviado al poderoso portaviones nuclear Carl Vinson y a su grupo de combate a aguas de la pen¨ªnsula. Al mismo tiempo, ha desplegado su escudo antimisiles en Corea del Sur.
La demostraci¨®n de fuerza ha cargado con m¨¢s p¨®lvora la ret¨®rica de Pyongyang. Detr¨¢s del tel¨®n comunista se oculta una tiran¨ªa hereditaria y paranoica que ha hecho de la amenaza de guerra su principal signo de identidad. Una m¨¢quina de poder, en manos del L¨ªder Supremo, Kim Jong-un, que desaf¨ªa a Washington, una econom¨ªa con un PIB 1.600 veces superior, mediante un planteamiento suicida: la disposici¨®n a soportar un ataque a cambio de golpear con el arma nuclear, aunque solo sea una vez, a su enemigo o algunos de sus aliados. Este terror¨ªfico escenario ha logrado mantener el r¨¦gimen a flote y ha evitado que las presiones devengan en acciones militares. Hasta ahora.
Trump ha apostado por una pol¨ªtica de mano dura. Aunque la posibilidad de que el pulso actual acabe en un enfrentamiento armado es vista por los expertos como muy lejana, la narrativa estadounidense apunta lo contrario. ¡°Nos gustar¨ªa resolver estas cosas diplom¨¢ticamente, pero es muy dif¨ªcil¡±, ha afirmado el presidente en la entrevista a la agencia Reuters.
En esta l¨ªnea, Trump hizo hincapi¨¦ en la necesidad de avances en el terreno pol¨ªtico. Para ello insisti¨® en el papel de China. El gigante asi¨¢tico que, en la cosmogon¨ªa de Trump jugaba hasta hace poco el papel de gran adversario, ha pasado a ser un aliado. Absorbe el 90% de los intercambios comerciales con Corea del Norte y es la palanca decisiva en este forcejeo. ¡°El presidente Xi Jinping no quiere ver turbulencias ni muertes. ?l ama a China y su pueblo. S¨¦ que le gustar¨ªa hacer algo, que est¨¢ intentando todo lo que est¨¢ en su mano, pero es posible que no pueda¡±, ha se?alado Trump.
Con un posible fracaso de la mediaci¨®n china en el horizonte y la escalada nuclear en auge, Trump ha aprovechado para enviar un mensaje directo a Kim Jong-un: ¡°Tiene 27 a?os. Y no es f¨¢cil a esa edad. No le doy cr¨¦dito ni se lo quito. Solo digo que es dif¨ªcil. Y no s¨¦ si es racional o no. Solo espero que lo sea¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.