El atraso hispanoamericano
Dos herencias negativas destacan despu¨¦s de 300 a?os de dominaci¨®n espa?ola: el autoritarismo y la corrupci¨®n
La escasa informaci¨®n historiogr¨¢fica para estudiar y analizar a fondo las razones del atraso hispanoamericano, en particular la referida a la ¨¦poca del virreinato, dificulta severamente la tarea del investigador, quien sin duda deber¨¢ estar dispuesto a enfrentar complejas y no menos anacr¨®nicas respuestas viscerales al tratar de deslindar en sus trabajos las diversas responsabilidades de los protagonistas de la historia.
?Qu¨¦ papel jug¨® la Iglesia cat¨®lica, la de la Contrarreforma, la de la Santa Inquisici¨®n, toda una autoridad espiritual, que adem¨¢s de ense?ar el Evangelio y quemar en le?a verde a los herejes, era adem¨¢s titular de inmensos latifundios, recaudaba sus propios impuestos y todav¨ªa extend¨ªa cr¨¦ditos para financiar en parte el desarrollo econ¨®mico de la colonia? ?Qu¨¦ decir de una Corona espa?ola d¨¦spota y absolutista, una Corona intervencionista en la vida econ¨®mica de la colonia, que en ocasiones lleg¨® a conducirla pr¨¢cticamente a la inmovilizaci¨®n a trav¨¦s de grav¨¢menes confiscatorios, una Corona incapaz de consentir la menor expresi¨®n democr¨¢tica ni de tolerar la autoadministraci¨®n, la autogesti¨®n de los asuntos americanos?
Jam¨¢s pudimos apreciar la importancia de un parlamento o de un congreso para enriquecer nuestra vida pol¨ªtica... ?Y la ¨¦lite criolla opuesta tradicionalmente a las reformas institucionales despu¨¦s de nuestras guerras de independencia? ?Y las reformas borb¨®nicas de finales del siglo XVIII?Dos herencias negativas, entre otras tantas positivas, destacan despu¨¦s de 300 a?os de dominaci¨®n espa?ola: el autoritarismo que se extiende hasta nuestros d¨ªas en la vida pol¨ªtica de nuestros pa¨ªses y la corrupci¨®n, una de nuestras m¨¢s enraizadas instituciones, que se remonta a los a?os del virreinato, cuando un Estado monol¨ªtico y acaparador, defensor a ultranza de un r¨¦gimen de privilegios, propon¨ªa la venta de t¨ªtulos, cargos, puestos, concesiones, autorizaciones y canonj¨ªas de todo tipo a cambio de dinero.
Pero hay m¨¢s razones para intentar explicar nuestro atraso: La Corona espa?ola impon¨ªa en sus colonias cargas econ¨®micas 35 veces mayores a las del Imperio Brit¨¢nico en las suyas. El bar¨®n Von Humboldt calcul¨®, a modo de ejemplo, que de 20 millones de ingresos totales de la Nueva Espa?a en 1780, 10 millones se exportaron de la colonia para sostener a una corte espa?ola al¨¦rgica al trabajo o se destinaron a la defensa de Filipinas, Florida, Cuba y Puerto Rico.
El ahorro generado por las colonias, por lo general, no se invirti¨® en obras de infraestructura para unir los centros de producci¨®n con los de consumo.
La Corona otorgaba monopolios, conced¨ªa privilegios, extend¨ªa concesiones y exenciones o los revocaba de acuerdo a los estados an¨ªmicos del virrey de turno, quien igualmente interven¨ªa en las decisiones judiciales, contradici¨¦ndose, si as¨ª lo deseaba al d¨ªa siguiente. En consecuencia, las instituciones virreinales fueron las m¨¢s severas enemigas de la construcci¨®n de un Estado de Derecho.
El autoritarismo espa?ol; la organizaci¨®n ineficiente de la econom¨ªa; la petrificaci¨®n social que imped¨ªa la participaci¨®n de la comunidad en los asuntos de la econom¨ªa y del Estado; las guerras e invasiones; la Iglesia retardataria de la Contrarreforma carente de un modelo espiritual de vanguardia que impulsara la creaci¨®n de riqueza y bienestar en todos los estratos de la naci¨®n, en lugar de provocar la eterna resignaci¨®n e impedir la superaci¨®n material; el clero dedicado febrilmente a su enriquecimiento institucional, en vez de educar, seg¨²n su obligaci¨®n, a las masas ind¨ªgenas, a las cuales sepult¨® en el analfabetismo con sus perversas consecuencias; las prohibiciones de acceder al enciclopedismo y a la Ilustraci¨®n y conocer los Derechos Universales del Hombre; el contubernio de poderes pol¨ªticos; la inexistencia de una democracia, el invernadero donde florece lo mejor del hombre a su m¨¢xima expresi¨®n; la corrupci¨®n; la monopolizaci¨®n por parte del Estado del proyecto educativo ante una sociedad indolente que desprecia los peligros de la ignorancia, pueden ser algunas de la razones del atraso hispanoamericano que se pueden resumir en este apretado espacio.
?Qu¨¦ nos ha salvado? Sin duda, entre otros instrumentos, nuestro sentido del humor, negro, s¨ª, negro, pero genial, y nuestro rechazo siempre justificado a los odiosos columnistas, esos malditos aguafiestas invariablemente catastrofistas, buenos, buen¨ªsimos solo para criticar. ?Qu¨¦ hacer con ellos?... ?La pira!, que prendan una pira, una pira, por lo que m¨¢s quieran, una pira...
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