Bruselas eleva las exigencias del ¡®Brexit¡¯ por la presi¨®n de los Estados
El negociador de la UE advierte de que el proceso ¡°puede explotar¡± si no hay acuerdo inicial
Bruselas apunta alto en la negociaci¨®n del Brexit. La Comisi¨®n Europea ha endurecido su postura inicial respecto a los dos asuntos fundamentales del divorcio: saldar las cuentas pendientes y garantizar los derechos tanto de los europeos residentes en Reino Unido como de los brit¨¢nicos que viven en la UE. As¨ª lo revela el mandato de negociaci¨®n aprobado este mi¨¦rcoles por el Ejecutivo comunitario, que incorpora nuevos conceptos de pago o partidas magnificadas respecto a c¨¢lculos anteriores y blinda los derechos de ciudadan¨ªa incluso para aquellos que se muden a Reino Unido hasta el mismo d¨ªa de su salida de la UE. El negociador jefe, Michel Barnier, es consciente de las exigencias que plantea, pero advierte de que, sin pactar esos dos cap¨ªtulos, el proceso ¡°puede explotar¡±.
Barnier ha comparecido en Bruselas para despejar dudas sobre las dificultades del camino que queda por delante. ¡°Algunos han creado la ilusi¨®n de que el Brexit no tendr¨¢ impacto, que se puede negociar r¨¢pido. No es el caso¡±, ha zanjado el excomisario franc¨¦s, en una alusi¨®n velada a la inquietud con que sali¨® el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, de la complicada cena que mantuvo la semana pasada con la primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, y en la que particip¨® el propio Barnier. El texto exige al Gobierno brit¨¢nico una perspectiva clara de desembolsos anuales para arreglar las cuentas y sostiene que todos los ciudadanos europeos que recalen en Reino Unido antes de la salida efectiva de la UE, el 30 de marzo de 2019, tienen derechos adquiridos, que podr¨¢n invocar ante el Tribunal de Justicia de la UE hasta el d¨ªa de su muerte. Reclamar la potestad de este organismo tras el Brexit constituye un anatema para las autoridades brit¨¢nicas.
Esa estrategia es m¨¢s agresiva de lo previsto. Han sido los Estados miembros, seg¨²n diversas fuentes comunitarias, quienes han insistido en endurecer la posici¨®n de los Veintisiete. Holanda, Alemania, Francia y tambi¨¦n Espa?a han reclamado que la salida brit¨¢nica no les cueste un euro ¡ªen el caso de Espa?a, que no le reste fondos¡ª del periodo presupuestario 2014-2020. En derechos de ciudadanos, tambi¨¦n Espa?a ¡ªjunto a otros pa¨ªses del sur y los del Este¡ª presiona para asegurar que los 4,5 millones de personas afectadas (3,2 millones de comunitarios en Reino Unido y 1,3 brit¨¢nicos en el resto de Europa) no sufran cambios. ¡°Que puedan seguir viviendo como si el Brexit no sucediera¡±, esbozan fuentes de la UE.
Un a?o de espera
La dureza del tono adoptado en Reino Unido y la falta de premura para despejar las incertidumbres ¡ªla verdadera discusi¨®n no arrancar¨¢ al menos hasta despu¨¦s de las elecciones brit¨¢nicas del 8 de junio, casi un a?o despu¨¦s del refer¨¦ndum del Brexit¡ª han exasperado a los Estados miembros, que exigen ahora un pago exhaustivo de todos los compromisos adquiridos en la UE de 28 Estados antes de la salida (entre ellos, el cheque millonario a Turqu¨ªa por la acogida de refugiados que se ir¨¢ desembolsando durante muchos a?os). Incluso piden que Londres cubra los gastos que generar¨¢ el traslado de las dos agencias comunitarias que ahora alberga y que deber¨¢n reubicarse en otros pa¨ªses comunitarios (Espa?a aspira a acoger la del medicamento). Bruselas niega, adem¨¢s, que Reino Unido pueda recibir compensaci¨®n alguna por los activos comunitarios (edificios y otras propiedades de la UE) a los que ya no tendr¨¢ acceso y que se abonaron con dinero de los Estados, incluido el brit¨¢nico. La Comisi¨®n estaba inicialmente abierta a discutir sobre este cap¨ªtulo.
Barnier ha rehusado ofrecer una estimaci¨®n de cu¨¢nto suman esos compromisos financieros ya adquiridos por Reino Unido y que se materializar¨¢n en el futuro. Son b¨¢sicamente tres conceptos: partidas presupuestarias acordadas para el periodo 2014-2020 (por ejemplo, fondos europeos para el desarrollo rural en Espa?a), derechos de pensi¨®n de los funcionarios europeos (tanto brit¨¢nicos como del resto de Estados) y pr¨¦stamos otorgados en nombre de la UE (por ejemplo, el cr¨¦dito millonario concedido a Ucrania en 2014). Un c¨¢lculo informal del Ejecutivo comunitario los situaba en unos 60.000 millones de euros, pero este mismo mi¨¦rcoles el diario brit¨¢nico Financial Times apunta a datos m¨¢s elevados, en el entorno de los 100.000. La evoluci¨®n casa con esa estrategia de endurecer el punto de partida antes de sentarse a la mesa con los brit¨¢nicos.
Para evitar tensiones con las cifras, esta primera parte del proceso se centrar¨¢ en pactar un m¨¦todo de c¨¢lculo, sin especificar cantidades concretas. Pero ser¨¢ dif¨ªcil que Londres acepte un modelo sin tener certeza sobre la cuenta final. Como gui?o a los negociadores brit¨¢nicos, Barnier ha aludido a la pasi¨®n monta?era que comparte con Theresa May para concluir que ambos conocen la f¨®rmula del ¨¦xito: ir pie detr¨¢s de pie y salvar los accidentes del terreno.
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