El Supremo argentino suaviza por primera vez la pena de un represor de la dictadura militar
La Corte se parte en un 3-2 a favor de aplicar una doctrina favorable al reo en delitos de lesa humanidad
Por primera vez en la historia reciente de Argentina, un pa¨ªs que es un ejemplo mundial en la persecuci¨®n y condena de los represores de la ¨²ltima dictadura militar, la Corte Suprema ha tomado una decisi¨®n que permitir¨¢ la reducci¨®n de penas por delitos de lesa humanidad cometidos en esos siete a?os fatid¨ªcos (1976-1983). El tribunal, que suele tomar la mayor¨ªa de sus decisiones por unanimidad, se ha roto por la mitad y ha quedado en minor¨ªa su presidente, Ricardo Lorenzetti, que lleva 10 a?os al frente de este organismo y siempre ha reivindicado que los juicios de lesa humanidad son una "pol¨ªtica de Estado" en Argentina y van a seguir est¨¦ quien est¨¦ en el Gobierno. La Corte se parti¨® en un 3 a 2 a favor de aplicar una doctrina favorable a los reos en un caso de lesa humanidad, algo que nunca hab¨ªa sucedido por la especial crueldad de este tipo de delitos. La doctrina se llama "dos por uno", y estuvo vigente entre 1994 y 2001, hasta que fue derogada, y permit¨ªa a los delincuentes, a partir del segundo a?o, computar doble cada d¨ªa que pasaran en prisi¨®n sin sentencia.
Se trata de un caso puntual, el de Luis Mui?a, condenado a 13 a?os por la participaci¨®n en una operaci¨®n, comandada personalmente por el represor Reynaldo Bignone, en la que fueron secuestrados y torturados cinco trabajadores del Hospital Posadas. Mui?a no es un hombre fundamental de la dictadura, pero el temor entre las organizaciones es que este sentencia abra paso a que muchos otros represores puedan salir de la c¨¢rcel gracias a la doctrina del dos por uno. En Argentina hay m¨¢s de 2.000 personas imputadas por distintos delitos de lesa humanidad y m¨¢s de 700 condenadas, la mayor¨ªa de ellas, si no han fallecido, siguen en prisi¨®n. Incluso el r¨¦gimen de arresto domiciliario es muy pol¨¦mico y se concede en pocas ocasiones. Jorge Rafael Videla, por ejemplo, muri¨® en la c¨¢rcel a los 87 a?os.
Fuentes jur¨ªdicas se?alan que al ser una sentencia dividida, por 3 a 2, tiene menos fuerza a la hora de sentar jurisprudencia, por lo que la batalla jur¨ªdica no est¨¢ cerrada y habr¨¢ que ver con el tiempo qu¨¦ consecuencias tiene. Mui?a s¨ª saldr¨¢ de la c¨¢rcel gracias a esta sentencia.
La decisi¨®n provoc¨® una fuerte pol¨¦mica. "Forma parte de una avalancha de cosas con las que tratan de limpiarle la cara a los represores. Se parece bastante a los indultos de Menem", sentenci¨® Adolfo P¨¦rez Esquivel, premio Nobel de la Paz precisamente por su lucha contra la dictadura. "Estoy muy mal con el 2x1 que acaba de autorizar la Corte", lament¨® la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. "El Gobierno quiere borrarnos de la historia para construir la suya", lanz¨® la titular del organismo que encabeza la b¨²squeda de beb¨¦s robados por la dictadura.?Despu¨¦s de los indultos de Menem en los 90, muy pol¨¦micos, y la ley de punto final, Argentina dio un giro de 180 grados y en los ¨²ltimos a?os, especialmente con la llegada al poder de los Kirchner, convirti¨® la persecuci¨®n de estos cr¨ªmenes en un asunto prioritario con un enorme consenso social, tanto que el Gobierno de Mauricio Macri insiste en que no quiere cambiar nada de esa pol¨ªtica aunque los organismos de derechos humanos le acusan de haberla suavizado.
En las explicaciones de los votos de cada uno de los cinco miembros de la Corte, que este tribunal hizo p¨²blicas, queda clara la profundidad del debate en un pa¨ªs que vive muy pendiente de todo lo que tenga que ver con los juicios a la dictadura, que son seguidos por miles de personas en las calles con aplausos y v¨ªtores cada vez que se produce una nueva condena, como sucedi¨® recientemente con los responsables del plan C¨®ndor. Dos de los tres jueces que votaron a favor llegan a decir que "la mejor respuesta que una sociedad respetuosa de la ley puede darle a la comisi¨®n de delitos de lesa humanidad, y la ¨²nica manera de no parecerse a aquello que se combate y se reprueba, es el estricto cumplimiento de las leyes y de los principios que caracterizan el Estado de Derecho". "Un Estado de Derecho", se?ala el juez Rosatti, que vot¨® a favor de conceder estos beneficios, "no es aquel que combate a la barbarie apart¨¢ndose del ordenamiento jur¨ªdico sino respetando los derechos y garant¨ªas que han sido establecidos para todos, aun para los condenados por delitos aberrantes. La humanidad contra la cual fueron cometidos estos cr¨ªmenes exige del Estado de Derecho la necesaria imparcialidad en la aplicaci¨®n de las leyes referidas a su juzgamiento, pues de lo contrario se correr¨ªa el riesgo de recorrer el mismo camino de declive moral que se transit¨® en el pasado".
Por el contrario, los jueces que pretend¨ªan mantener la doctrina de que este tipo de beneficios no se aplicaran a los delitos de lesa humanidad son tambi¨¦n tajantes, y se?alan que la persecuci¨®n de los cr¨ªmenes de lesa humanidad en Argentina "es una pol¨ªtica de estado, afirmada por los tres poderes, en diversas ¨¦pocas, de modo que constituye parte del contrato social de los argentinos. Que es por esta raz¨®n que es necesario calificar este caso, en primer lugar, como un aspecto de los delitos de lesa humanidad. Respeto de esta categor¨ªa este Tribunal ha se?alado que no hay posibilidad de amnist¨ªa, ni de indulto, ni se aplica a ellos el instituto de la prescripci¨®n. Por lo tanto, la ejecuci¨®n de la pena, es, claramente, parte del concepto normativo antes descripto, y una interpretaci¨®n de la ley no puede llevar a una frustraci¨®n de la finalidad persecutoria en este campo".
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