Cristina Kirchner contrataca en los tribunales y acusa al juez que la persigue
La expresidente denuncia por defraudaci¨®n al magistrado que la proces¨® en la causa ¡°d¨®lar futuro¡±
Cristina Kirchner ha tomado un poco de aire en el via crucis judicial que enfrenta desde dej¨® el poder, hace 17 meses. En un contraataque premeditado, volvi¨® a los tribunales para declarar, pero esta vez como testigo en una causa donde denuncia por defraudaci¨®n al Estado al juez Claudio Bonadio, responsable de llevarla a juicio oral. Kirchner acusa al juez de autorizar durante los primeros meses del macrismo el pago millonario de una deuda en d¨®lares generada por el gobierno kirchnerista y por la cual ella misma est¨¢ investigada, justamente por Bonadio. As¨ª se dirime la guerra judicial en Argentina, mientras la expresidenta no define si ser¨¢ o no candidata en las elecciones legislativas previstas para octubre.
El entramado judicial que desvela a Kirchner incluye varias causas por presunto enriquecimiento il¨ªcito, pero ninguna est¨¢ tan avanzada como la llamada ¡°d¨®lar futuro¡±. El juez Bonadio investiga si hubo dolo en una decisi¨®n de los ¨²ltimos meses de mandato de la expresidenta. En ese momento el d¨®lar no oficial o blue no dejaba de subir, producto de los controles en el mercado de divisas, hasta superar en un 50% la cotizaci¨®n del oficial.
Para detener la escalada, un tema sensible en plena campa?a electoral por la presidencia, Kirchner y su equipo econ¨®mico, liderado por Axel Kicillof, vendieron d¨®lares a 10,6 pesos con el compromiso de pagarlo 6 meses despu¨¦s. Como era evidente que la devaluaci¨®n del peso estaba cerca, ganase quien ganase las elecciones, empresas y grandes fortunas compraron esos d¨®lares a precio oficial y los vendieron al Estado seis meses despu¨¦s a 15 pesos, que era el valor que alcanz¨® la moneda tras la normalizaci¨®n del mercado cambiario decretada por Mauricio Macri, reci¨¦n asumido en el cargo.
El negocio fue redondo, tanto que incluso altos funcionarios de Macri compraron esos d¨®lares baratos cuando a¨²n eran directivos de grandes empresas, obteniendo una ganancia del 40%. La justicia calcula que el perjuicio para el Estado de la maniobra fue de unos 3.500 millones de d¨®lares. Pero la defensa de Kirchner insiste en que no se puede judicializar una decisi¨®n pol¨ªtica y, en todo caso, fue Macri quien devalu¨® el peso, a sabiendas de la deuda que enfrentaba.
El juez Bonadio ya cerr¨® la investigaci¨®n y s¨®lo debe poner la fecha del juicio oral en el que se decidir¨¢ si Kirchner es culpable de defraudaci¨®n. Mientras tanto, el magistrado deber¨¢ enfrentar a la expresidenta en una causa paralela, un verdadero contraataque judicial de final incierto. Un grupo de diputados kirchneristas lo denunci¨® por haber autorizado al Banco Central a pagar la deuda del d¨®lar futuro, ante una consulta del presidente de la entidad, Federico Sturzenegger.
Kirchner declar¨® en la causa contra Bonadio temprano por la ma?ana en los tribunales federales de Comodoro Py, el mismo edificio adonde ha llegado arropada por sus seguidores en cada una de sus anteriores presentaciones. En esta ocasi¨®n no hubo militantes, pero s¨ª mucha seguridad. La expresidenta aprovech¨® su declaraci¨®n para hacer pol¨ªtica, como repite cada vez que abandona su retiro en la Patagonia, donde vive durante todo el a?o.
En la noche del martes se reuni¨® con alcaldes que le son fieles, para elaborar la estrategia electoral de las legislativas. La gran duda es si ser¨¢ o no candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires. Kirchner es a¨²n una especie de l¨ªder opositora en las sombras, pero su candidatura la puso frente a una encrucijada: si se presenta y gana ratifica su papel como figura de peso contra el macrismo y referente del peronismo, pero si pierde se enfrenta a un ocaso pol¨ªtico que podr¨ªa ser irreversible.
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