?Huida hacia adelante o tropez¨®n?

¡°Huir hacia delante¡± no es otra cosa que seguir adelante sin tener en cuenta varias se?ales que normalmente deber¨ªan conducir a enmendar el rumbo. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando un individuo ante situaciones conflictivas prefiere escapar de ellas, no afront¨¢ndolas y resolvi¨¦ndolas, sino persistiendo en su conducta. Cuando eso pasa a nivel de un pa¨ªs y con millones de personas de por medio, los efectos son muy serios.

La convocatoria a una Asamblea Constituyente anunciada el 1 de mayo por Nicol¨¢s Maduro en Venezuela ha sido, por eso, correctamente calificada por varios comentaristas como una ¡°huida hacia delante¡±. Poca ¡ªo ninguna¡ª posibilidad de que con ese paso se supere la crisis venezolana, sino que, por el contrario, se profundice la polarizaci¨®n interna, las contradicciones en el poder y el aislamiento internacional del pa¨ªs en medio de una situaci¨®n en la que a millones se les ha privado de alimentos, medicinas y seguridad.

Con el nombre de ¡°Constituyente¡±, pues, se est¨¢ profundizando la ruptura de la constitucionalidad

Sobre esta ¡°huida hacia delante¡± ¡ªque, en realidad, parecer¨ªa ser un gran tropez¨®n¡ª destacan tres componentes.

En primer lugar, la Constituyente anunciada no responde para nada a la explosi¨®n social que hoy recorre Venezuela relacionada al colapso del abastecimiento alimenticio y de medicinas, la inflaci¨®n y la incontrolable inseguridad ciudadana. En un contexto en el que m¨¢s de tres millones de venezolanos buscan su alimento en la basura y en el que faltan en los hospitales el 90% de las medicinas, el anuncio de la Constituyente no da respuesta a eso.

No creo que la comunidad internacional se compre la idea de que esta convocatoria es una salida electoral libre y democr¨¢tica

Una muy poblada Constituyente (500 miembros) y, adem¨¢s, corporativa y de representaci¨®n indirecta poco tiene que ver con la angustia cotidiana que hoy lacera a millones de familias. Al rev¨¦s, la ineficiencia multiplicada por 500 constituyentes podr¨ªa acabar ech¨¢ndole m¨¢s lim¨®n a la herida de la angustia e incertidumbre ciudadana.

En segundo lugar, porque la polarizaci¨®n existente, que es no s¨®lo social sino pol¨ªtica, no encuentra en esta medida gubernamental la m¨¢s m¨ªnima se?al hacia la apertura o el di¨¢logo pol¨ªtico; por el contrario, ¡°m¨¢s de lo mismo¡±. El r¨¦gimen se aprovecha a cada rato de una oposici¨®n a veces dividida y en la que ciertos sectores son a veces un tanto reacios a una negociaci¨®n o di¨¢logo. Con esta medida gubernamental, distanciada de cualquier di¨¢logo con la oposici¨®n, se podr¨ªa acabar dando alas precisamente a quienes en la oposici¨®n tampoco ven viables espacios negociadores.

En tercer lugar, porque va a acentuar el aislamiento internacional del Gobierno. Aumentar¨¢ la presi¨®n internacional y con ello, acaso, m¨¢s ¡°huidas hacia adelante¡± del r¨¦gimen con su directa repercusi¨®n en mayor polarizaci¨®n interna y dentro del propio r¨¦gimen. No creo que la comunidad internacional se compre la idea de que esta convocatoria es una salida electoral libre y democr¨¢tica. Al rev¨¦s. Mientras el Vaticano anuncia la posibilidad de participar en un proceso de di¨¢logo o negociaci¨®n, se da este paso unilateral muy distante de cualquier camino o soluci¨®n negociada.

Con el nombre de ¡°Constituyente¡±, pues, se est¨¢ profundizando la ruptura de la constitucionalidad y, a la vez, persistiendo en una ruta de gesti¨®n gubernamental que ha dejado a este pa¨ªs exportador de petr¨®leo en el colapso. Un cuadro de polarizaci¨®n acelerada y acentuada no se resuelve con m¨¢s polarizaci¨®n, sino con rutas de entendimiento y negociaci¨®n, aunque fuere sobre aspectos parciales. Veamos con qu¨¦ grado de creatividad y unidad la oposici¨®n es capaz de manejar en las siguientes semanas el reto de su propia unidad y esa compleja ¡ªy necesaria¡ª combinaci¨®n de lucha en las calles con aperturas de espacios de negociaci¨®n que hagan de la necesaria transici¨®n una ruta de salida real y no un taponeado callej¨®n oscuro.