La decisi¨®n sobre el Acuerdo del Clima divide al gabinete de Donald Trump
El presidente de Estados Unidos pospone su decisi¨®n de permanecer en el pacto hasta despu¨¦s de la cumbre del G-7, a finales de mayo
La decisi¨®n sobre la permanencia de Estados Unidos en el Acuerdo de Par¨ªs contra el Cambio Clim¨¢tico ha dividido a la Casa Blanca. El gabinete de Donald Trump, partido en dos, suspendi¨® este martes la reuni¨®n definitiva para determinar si se abandona el pacto sellado ya por casi 200 pa¨ªses y que Trump ha criticado en numerosas ocasiones. Las divisiones han hecho que el presidente retrase su decisi¨®n hasta despu¨¦s de la reuni¨®n que el G-7 celebrar¨¢ a finales de mes en Italia, en vez de anunciarlo antes como prometi¨®.
Este martes, el portavoz de la Casa Blanca Sean Spicer declar¨® que el presidente ¡°quiere seguir reuni¨¦ndose con su equipo hasta determinar qu¨¦ es lo mejor para Estados Unidos¡±. Sin embargo, la incertidumbre se ha intensificado justo en un momento de grandes presiones para que Trump mantenga a EE UU, el segundo pa¨ªs m¨¢s contaminante del mundo, dentro de un acuerdo internacional hist¨®rico para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Tanto la Uni¨®n Europea como varios pa¨ªses miembros del pacto solicitaron en los ¨²ltimos d¨ªas que EE UU no lo abandone. Tambi¨¦n lo han hecho las principales empresas e inversores del mundo, temerosos de la se?al que puede enviar Washington si abandona su compromiso a favor del clima.
Trump tomar¨¢ la ¨²ltima decisi¨®n tras escuchar a los dos bandos que se han creado en la Casa Blanca a favor y en contra del pacto. El primer grupo, liderado por su asesor principal, Steve Bannon, y el director de la Agencia de Protecci¨®n Ambiental, Scott Pruitt, defiende que el acuerdo es malo para EE UU. En el lado opuesto se encuentran el Secretario de Estado, la hija de Trump, Ivanka, y su esposo Jared Kushner, ambos asesores del presidente, as¨ª como el secretario de Energ¨ªa, Rick Perry. ?stos defienden que EE UU puede revisar su compromiso sin necesidad de abandonar el pacto ratificado en 2015.
La brecha entre ambos grupos parece haberla creado uno de los art¨ªculos del Pacto de Par¨ªs, que contempla que los pa¨ªses participantes ¡°pueden ajustar, en cualquier momento," el nivel de emisiones al que se comprometen. Los partidarios a salir del acuerdo argumentan, seg¨²n fuentes consultadas por los medios estadounidenses, que EE UU no puede revisar a la baja sus emisiones sin enfrentarse a una querella. El otro bando, sin embargo, afirma que eso es precisamente lo que reconoce este art¨ªculo y que Trump puede anunciar una reducci¨®n menor de la prevista sin salir del marco de Par¨ªs.
A pesar de que varias organizaciones por la defensa del medio ambiente ya han amenazado con denunciar a la Administraci¨®n Trump si abandona el Pacto del Clima, esas demandas tendr¨ªan como argumento su negligencia al no defender la seguridad ambiental de los estadounidenses. El Acuerdo de Par¨ªs, tal y como fue ratificado, no tiene ninguna competencia legal sobre las pol¨ªticas de cada uno de los pa¨ªses que lo forman, por lo que no hay una instituci¨®n a la que se deba enfrentarse EE UU ¡ªni ning¨²n otro pa¨ªs¡ª si abandona el acuerdo.
La principal consecuencia, y la m¨¢s tangible, ser¨ªa la marcha atr¨¢s en el compromiso para rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero a la atm¨®sfera. Los planes de Barack Obama contemplaron una reducci¨®n de las emisiones contaminantes de entre un 26% y 28% para 2025 con respecto a los niveles de 2005. Ahora que Trump ha cancelado esas pol¨ªticas, EE UU solo lo reducir¨ªa un 14%, si abandona el pacto de Par¨ªs, y hasta un 21% en el caso de que permanezca, seg¨²n estimaciones de la consultora Rhodium Group.
Abandono del liderazgo internacional
EE UU ha sido escenario de la politizaci¨®n de los datos cient¨ªficos acerca del cambio clim¨¢tico frente a un contexto muy distinto en pa¨ªses de la Uni¨®n Europea y de Asia. Cuando Barack Obama sell¨® el Acuerdo de Par¨ªs, tambi¨¦n estaba sumando la defensa del clima a la larga lista de asuntos con los que Washington est¨¢ dispuesto a colaborar en la escena internacional. Para lograr convencer a China de la importancia de que entrara en el pacto del clima, EE UU sell¨® entonces varios acuerdos bilaterales con Pek¨ªn que pueden quedar en peligro si Donald Trump apuesta por un rumbo distinto.
El mandatario republicano tambi¨¦n estar¨ªa arriesgando la p¨¦rdida de influencia de Washington a la hora de negociar futuros pactos. EE UU ceder¨ªa efectivamente el liderazgo en las iniciativas para detener los efectos del cambio clim¨¢tico ante el Gobierno chino, un papel que se ha demostrado dispuesto a asumir a pesar de ser el pa¨ªs m¨¢s contaminante del mundo.
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