Manuel Valls, en tierra de nadie
El partido de Macron es reacio a aceptar al ex primer ministro, mientras que el PS prepara su expulsi¨®n
Manuel Valls (Barcelona, 1962) pensaba hace unos meses que hoy podr¨ªa encontrarse en el lugar de Emmanuel Macron. Con un programa similar, el de un centroizquierda socialdem¨®crata con dosis de liberalismo econ¨®mico, Valls ten¨ªa m¨¢s experiencia que Macron ¡ªalcalde, diputado, ministro, primer ministro¡ª y pertenec¨ªa a un gran partido. El momento era suyo.
En cambio, se encuentra en una situaci¨®n ins¨®lita: al borde de la expulsi¨®n del partido de su vida y al mismo tiempo rechazado por La Rep¨²blica en marcha, el partido de Macron, que el domingo gan¨® las elecciones presidenciales.
En el espacio de un par de horas, el mi¨¦rcoles, Valls tuvo que escuchar, primero, c¨®mo el equipo de Macron pon¨ªa obst¨¢culos a su intento de ser investido candidato en las elecciones legislativas de junio. Y despu¨¦s, c¨®mo el jefe del PS, Jean-Christophe Cambad¨¦lis, explicaba que el procedimiento para poner fin a la militancia de Valls en el partido estaba en marcha: tener el carn¨¦ socialista y presentarse por otra formaci¨®n no es posible, dijo.
¡°En estos momentos, [Valls] no cumple los criterios de aceptaci¨®n de su demanda de investidura¡±, dijo Jean-Paul Delevoye, el veterano ministro de Jacques Chirac, ahora adherido a Macron, que se encarga de coordinar el nombramiento de los 577 candidatos a sendas circunscripciones en las legislativas. El partido ha recibido 15.000 curr¨ªculos, y hay que considerarlos a todos por igual, sin privilegios.
Valls aval¨® a Macron cuando este era un joven consejero de Hollande para que fuese ministro de Econom¨ªa. Ideol¨®gicamente, sintonizan. La ambici¨®n presidencial de ambos y el talante opuesto ¡ªValls, pol¨ªtico de carrera, directo en las formas; Macron, exbanquero, un seductor nato; el primero, trabajador infatigable; el segundo, genio precoz¡ª en seguida provocaron roces. Ambos decidieron presentarse al El¨ªseo mientras que su jefe, Hollande, renunciaba a la reelecci¨®n. Valls perdi¨® en las primarias socialistas ante el l¨ªder del ala izquierda Beno?t Hamon. Macron, el antiguo protegido, el reci¨¦n llegado, el joven inexperto, ser¨¢ presidente el 14 de mayo.
"Si hay un traidor, si hay alguien que dispar¨® a Hollande, es Valls¡±, dice Macron en un documental de la cadena TF1 sobre la campa?a.
La pol¨ªtica es cruel. Valls pidi¨® el voto por Macron durante la campa?a para la primera vuelta, sin pedir nada a cambio. La puerta no est¨¢ cerrada del todo, pero el entorno del nuevo presidente le ha hecho saber que no es bienvenido.
En Le Figaro, el columnista Guillaume Tabard ve en Macron una ant¨ªtesis del rey Luis XII, antes Duque de Orleans, que dijo al subir al trono: ¡°El rey de Francia no se venga de las querellas del duque de Orleans¡±. Macron, seg¨²n Tabard, quiere enviar una se?al al resto de la clase pol¨ªtica con el tratamiento que da a Valls. ¡°Macron quiere recomponer la vida pol¨ªtica¡±, escribe. ¡°Para ello, primero debe culminar con la descomposici¨®n de un sistema antiguo. Solo despu¨¦s el nuevo rey de Francia se olvidar¨¢ de las querellas del duque de Orleans¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.