Erdogan advierte a Trump que no tolerar¨¢ que se d¨¦ armas a las milicias kurdas

Donald Trump trat¨® de mostrar este martes su m¨¢ximo apoyo y cercan¨ªa al presidente de Turqu¨ªa, Recep Tayyip Erdogan, tras la conflictiva decisi¨®n que tom¨® la semana pasas?de armar a la milicias kurdas en Siria. El encuentro estaba destinado a simbolizar el cambio de era en las relaciones entre Estados Unidos y Turqu¨ªa, tras el distanciamento entre Erodgan y Barack Obama, pero la medida de Trump cay¨® como una bomba. "Tomarles en consideraci¨®n [el grupo YPG] en la regi¨®n nunca ser¨¢ aceptado y estar¨¢ en contra del acuerdo global", recalc¨® Erdogan en una declaraci¨®n sin preguntas posteriores, antes de comenzar las reuniones bilaterales.

"Apoyamos a Turqu¨ªa en su lucha contra el terror y grupos terroristas como el ISIS y el PKK y en asegurar que estos grupo no tiene refugia", dijo Trump. Era la primera visita de Erdogan a la Casa Blanca en a?os y llevaba dos demandas llevaba dos demandas: que extraditen al cl¨¦rigo Fetullah G¨¹len, el disidente que residente en EE UU y a quien Ankara acusa de promover un fallido golpe de Estado el pasado julio, y Trump que d¨¦ marcha atr¨¢s en su pol¨¦mica decisi¨®n sobre las milicias.

Ambos pa¨ªses son aliados en la OTAN en la lucha contra el terrorismo del ISIS (siglas en ingl¨¦s del Estado Isl¨¢mico), pero lo que les separa es su postura respecto a las milicias kurdo-sirios YPG. Mientras el Gobierno de Ankara los ve como una rama m¨¢s del grupo PKK, que combate en Turqu¨ªa y considerado terrorista por la Uni¨®n Europea y Estados Unidos, los estadounidenses consideran al YPG diferentes y un mal menor en la guerra contra el terror.

El neoyorquino recibi¨® al presidente turco en un d¨ªa turbulento ¡ªotro m¨¢s¡ª para Washington, agitado por la noticia bomba de que comparti¨® con Rusia informaci¨®n supuestamente secreta sobre terrorismo, lo que alimenta a¨²n m¨¢s la sospecha de conchabanza entre Trump y el Kremlin. Al nuevo presidente de EE UU le gustan los dirigentes de mano dura y discurso nacionalista, no ha dudado en alabar a Vlad¨ªmir Putin y se mostr¨® muy abierto con Erdogan: fue el ¨²nico mandatario occidental que le felicit¨® por la victoria en el refer¨¦ndum de reforma constitucional del pasado abril y obvi¨® las posibles irregularidades del proceso.

Con Trump, tambi¨¦n Erdogan esperaba dejar atr¨¢s las complicadas relaciones durante la etapa de Obama. El presidente dem¨®crata repeli¨® las pol¨ªticas autoritarias del Gobierno turco, que desde el fallido golpe del verano pasado han ido a m¨¢s. La purga ha llevado a m¨¢s de 50.000 arrestos y el estado de emergencia se ha prorrogado hasta este julio.

Trump ha demostrado que los derechos humanos, fuera de las fronteras americanas, no le quitan el sue?o. As¨ª lo atestigua la calidez mostrada al presidente egipcio, Abdelfat¨¢ Al Sisi, de quien Obama se hab¨ªa distanciado, y especialmente la invitaci¨®n a la Casa Blanca del l¨ªder filipino, Rodrigo Duterte, quien, entre otros excesos, ha llegado a compararse a s¨ª mismo con Hitler en su sanguinaria lucha contra la droga.