Un pa¨ªs en busca de financiaci¨®n
La econom¨ªa iran¨ª crece a buen ritmo, pero la inversi¨®n internacional no llega pese al levantamiento de las sanciones
Los flamantes vagones de un futuro tren de alta velocidad expresan las aspiraciones de la compa?¨ªa de ferrocarril iran¨ª (RAI), y de Ir¨¢n en general. Se trata de unas maquetas en la Feria Internacional del Transporte Ferroviario que esta semana se celebra en Teher¨¢n. La RailExpo resume tambi¨¦n los retos que este pa¨ªs afronta tras el acuerdo nuclear. La presencia internacional da fe del levantamiento de las sanciones, pero el inter¨¦s de empresas locales y extranjeras rara vez pasa de la firma de memorandos (MoU), algo que est¨¢ frenando el ansiado despegue econ¨®mico y se ha convertido en arma arrojadiza durante la campa?a electoral.
¡°Financiaci¨®n, financiaci¨®n, financiaci¨®n¡±, repiten todos los consultados cuando se pregunta por la causa de que los MoU (siglas inglesas de memorando en entendimiento) no se conviertan en contratos firmes. Los bancos europeos tienen miedo de eventuales represalias de EE UU (que a¨²n mantiene su veto a las transacciones en d¨®lares) y las empresas no encuentran entidades que les abran cartas de cr¨¦dito, explican.
¡°El levantamiento de las sanciones es s¨®lo la firma de un papel, luego hay que generar confianza para que los bancos financien¡±, se?ala Fernando Prieto de Mafex, la asociaci¨®n ferroviaria espa?ola, que agrupa a las empresas del sector y que ha tra¨ªdo una amplia delegaci¨®n a RailExpo. En ese marco, Adif ha firmado un MoU con RAI que las compa?¨ªas espa?olas presentes en la feria esperan que abra el camino para futuros contratos. ¡°Tenemos la tecnolog¨ªa que necesitan, ahora trabajamos para demostrarles que tambi¨¦n contamos con el apoyo institucional¡±, a?ade Prieto, quien admite que Espa?a ha quedado retrasada con respecto a otros pa¨ªses europeos como Francia o Alemania.
Desde que hace casi dos a?os se firmara el acuerdo nuclear entre Ir¨¢n y las grandes potencias, Ir¨¢n ha acogido decenas de ferias sectoriales, empezando por el petr¨®leo y el gas, con el fin de buscar socios internacionales con los que modernizar sus infraestructuras y poder sacar partido a su potencial. Sin embargo, los resultados han sido parcos. Muy lejos de los 50.000 millones de d¨®lares (45.000 millones de euros) que se esperaban casi de inmediato. A pesar de que la econom¨ªa ha crecido un notable 6,6% en el ¨²ltimo a?o, la falta de grandes proyectos no ha permitido atajar el desempleo y los rivales conservadores del presidente Hasan Rohan¨ª se lo han restregado durante la campa?a para las presidenciales del pr¨®ximo viernes.
FOTOGALER?A: Cierre de campa?a
Los ciudadanos celebran con sus candidatos el fin de la campa?a electoral.
¡°Lo que m¨¢s agradezco de Rohan¨ª es la estabilidad de los precios¡±, declara Saman Arab Khorasani, un panadero cuya familia tiene dos despachos de pan y ocho empleados. Sus palabras coinciden con las de otros muchos comerciantes y peque?os empresarios entrevistados estos d¨ªas en Teher¨¢n. Pero en el caso del pan su significado es mayor porque se trata de un producto b¨¢sico de la dieta iran¨ª, en especial entre las capas m¨¢s desfavorecidas.
¡°Durante los ¨²ltimos cuatro a?os no s¨®lo han mejorado las libertades sociales sino tambi¨¦n la econom¨ªa¡±, asegura por su parte Reza Arab Kermani, propietario de una peque?a constructora. ¡°Se ha reducido el precio de las materias primas, estamos vendiendo m¨¢s y el sector est¨¢ dando m¨¢s trabajo; nosotros hemos pasado de 30 a 48 empleados¡±, se?ala.
Pero las grandes empresas se mueven en otra liga y necesitan financiaci¨®n externa para poder operar. La narrativa iran¨ª atribuye el problema bancario a la mala fe de Estados Unidos y acusa a los Gobiernos europeos de mostrarse ¡°cobardes¡± frente a las presiones de aquel. Observadores occidentales admiten que la posici¨®n de Washington no ayuda, pero matizan que es s¨®lo parte del problema.
Por un lado, Ir¨¢n tiene que acabar con la opacidad de su banca, lo que exige una restructuraci¨®n integral para adaptarse a la normativa internacional. La necesidad de transparencia se extiende tambi¨¦n al mundo empresarial. Dado que EEUU mantiene sus sanciones relacionadas con el terrorismo y las violaciones de derechos humanos, los inversores tienen que asegurarse de que no tratan con personas o entidades incluidas en la lista del Tesoro norteamericano. La menci¨®n en ella de los Guardianes de la Revoluci¨®n (Pasdar¨¢n) dificulta esa tarea, ya que se estima que controlan directamente un tercio de la econom¨ªa iran¨ª (y hasta un 95% de forma indirecta). Su conglomerado empresarial, Khatam ol Anbia, tiene un prominente estand en RailExpo.
Cobertura completa de las elecciones en Ir¨¢n
Toda la informaci¨®n para conocer todas las claves de los comicios de la Rep¨²blica Isl¨¢mica
Por otro, a diferencia del sector privado en el que las cosas van razonablemente bien, el p¨²blico y el semip¨²blico (que juntos suman el 80% de la econom¨ªa) adolecen de falta de criterios claros, se?ala un economista. En el caso de los ferrocarriles, el ministro de Transporte, Abbas Akhoundi, ha anunciado planes para expandir la red en 800 kil¨®metros este a?o y comprar 30.000 vagones de carga y 3.000 de pasajeros hasta 2025. Resulta imposible abordar de golpe un proyecto de esa envergadura, pero nadie ha establecido prioridades de forma que el dinero disponible pueda financiar las m¨¢s urgentes.
No es el caso estrat¨¦gico del petr¨®leo, donde Ir¨¢n quiere recuperar cuota de mercado. Sin embargo, tampoco llegan las inversiones esperadas. ¡°La falta de financiaci¨®n sirve de excusa, pero si las compa?¨ªas vieran una oportunidad de negocio real presionar¨ªan a los bancos¡±, estiman varios analistas consultados. La incertidumbre que atraviesa el sector (precio bajo del barril, necesidad de un nuevo modelo de negocio ante el cambio clim¨¢tico) complica las inversiones a largo plazo, a lo que hay que a?adir la prima de riesgo pol¨ªtico del pa¨ªs.
¡°Estamos todos pendientes de lo que pase el viernes¡±, coinciden varios ejecutivos espa?oles que participan en RailExpo. Como sus interlocutores iran¨ªes, cruzan los dedos para que Rohan¨ª revalide su mandato y siga adelante con la apertura, y la alta velocidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.