La divisi¨®n en el peronismo mejora las expectativas de Mauricio Macri en un a?o electoral clave

Pr¨¢cticamente todas las conversaciones en los c¨ªrculos de poder de Buenos Aires comienzan de la misma manera. ?Qu¨¦ va a pasar en octubre, cuando se renueva buena parte del Parlamento? En un pa¨ªs hiperpresidencialista, con una de las econom¨ªas m¨¢s cerradas del planeta, casi todo depende del poder pol¨ªtico. Tambi¨¦n los grandes negocios. Los empresarios toman sus decisiones en funci¨®n de qui¨¦n gobierna y qui¨¦n lo va a hacer en el futuro. Los ex pol¨ªticos crean consultoras ¡ªhay decenas¡ª para ayudar a los empresarios a entender hacia d¨®nde se mueve la pol¨ªtica, para abrir puertas. Los periodistas con buena informaci¨®n son consultados por los empresarios de una manera incomparable con la de otros pa¨ªses.

Todos miran a octubre. La situaci¨®n est¨¢ muy abierta porque la econom¨ªa no acaba de arrancar pero Mauricio Macri cuenta con tres importantes bazas que hacen pensar que podr¨ªa salir airoso de una cita clave. Si le va mal, los dos a?os siguientes hasta las presidenciales de 2019 ser¨ªan un calvario. Si le va bien, podr¨¢ tomar decisiones fuertes y prepararse para una reelecci¨®n. La primera gran baza con la que cuenta el presidente es su propia valoraci¨®n. Aguanta por encima del 50% pese a los malos datos econ¨®micos, el ¨²ltimo el de la inflaci¨®n, que no da tregua y volvi¨® a marcar en abril un 2,6% mensual, una cifra que varios pa¨ªses de Latinoam¨¦rica tienen como subida de precios anual (en M¨¦xico hay un esc¨¢ndalo porque se ha ido al 5% anual).

El presidente conserva un importante apoyo sobre todo por el deseo de cambio de la sociedad despu¨¦s de 13 a?os de kirchnerismo. El segundo punto a su favor es que tiene mucho dinero para gastar, al menos hasta las elecciones. Fuentes del Gobierno confirman que despu¨¦s llegar¨¢ el momento de atacar en serio la reducci¨®n del d¨¦ficit. Primero hay que ganar. El Ejecutivo ha iniciado un profundo proceso de endeudamiento que le da una gran liquidez para mantener o mejorar las ayudas sociales y sobre todo multiplicar obra p¨²blica, que es el eje de su campa?a electoral, que incluye publicidades en medio del Boca-River en las que se promocionan los grandes proyectos de infraestructuras que est¨¢ llevando a cabo. Y por ¨²ltimo, Macri cuenta con un apoyo inestimable que no depende de ¨¦l: la divisi¨®n en la oposici¨®n.

El peronismo no logra encontrar una f¨®rmula para organizar la sucesi¨®n de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner y buscar un nuevo l¨ªder. Tres sectores se disputan ahora ese voto en la provincia de Buenos Aires, que concentra el 40% del electorado y es el lugar clave, el que determinar¨¢ si Macri gan¨® o perdi¨® las elecciones. Por un lado est¨¢n los kirchneristas, que tratan de convencer a la expresidenta para que se presente a las elecciones. Por otro est¨¢ el grupo de Sergio Massa, exjefe de Gabinete de los Kirchner, ahora enfrentado a muerte a ellos, que aspira a liderar el peronismo y sue?a con ganarle la batalla a ella si se decide a competir. Y por ¨²ltimo ha surgido un grupo intermedio, con Florencio Randazzo a la cabeza. Tambi¨¦n es ex ministro de los Kirchner. Rompi¨® con ellos en el ¨²ltimo momento, y tiene como mano derecha a Alberto Fern¨¢ndez, tambi¨¦n ex jefe de Gabinete de la primera etapa kirchnerista.

Para un extranjero puede sonar incomprensible que tantos ex miembros del mismo Gobierno compitan entre s¨ª en un aparente caos. Pero en el peronismo es lo habitual. "Los peronistas somos como los gatos, cuando parece que nos estamos peleando, en realidad nos estamos reproduciendo", brome¨® el propio Per¨®n. Fern¨¢ndez sostiene que este caos, que seg¨²n los macristas les beneficia claramente, en realidad es un intento para unir al peronismo. "Massa ya no disputa votos con el peronismo sino con Macri. Ese es el efecto de elegir ser 'el camino del medio' e ir por fuera del peronismo. Es otro espacio. Y nosotros somos peronistas que cuestionamos formas y contenidos de los que siguen a Cristina. Por eso queremos debatir en elecciones primarias con ella o con el candidato que sea y si perdemos aceptamos. El riesgo de la divisi¨®n del peronismo no existe, porque simplemente vamos a discutir qui¨¦n lo lidera en esta etapa para despu¨¦s ofrecer una opci¨®n de futuro para toda la provincia. Son muy pocos los que creen que se puede alcanzar el futuro volviendo al pasado y muchos menos los que piensan que hay que resignarse a este presente perverso para no volver al pasado", asegura.

La clave de todo sigue estando en la decisi¨®n de Fern¨¢ndez de Kirchner. Si se presenta y gana ¡ªsolo tiene que sacar un voto m¨¢s que los otros candidatos, algo m¨¢s f¨¢cil que ganar unas elecciones con segunda vuelta, donde todos los votos de los dem¨¢s se unir¨ªan contra ella¡ª se abrir¨ªa el camino para volver en 2019. Pero si pierde ¡ªalgo que en este momento parece probable¡ª su carrera pol¨ªtica acabar¨ªa de una forma humillante. Por eso muchos creen que no se animar¨¢. Para complicar un poco m¨¢s las cosas, otra de las opciones posibles de ese espacio, Daniel Scioli, que fue candidato presidencial contra Macri, est¨¢ en medio de un esc¨¢ndalo personal, con una ex novia 32 a?os menor que ¨¦l que est¨¢ embarazada y le acusa de intentar empujarla a abortar. Algo que, aparentemente ¡ªtodo es posible en Argentina¡ª lo deja fuera de la carrera.

Macri, que tiene sus propios problemas internos ¡ªuno de sus hombres de confianza y jefe de los esp¨ªas argentinos, Gustavo Arribas, est¨¢ implicado en una derivada del esc¨¢ndalo del caso Odebrecht¡ª, contempla esta guerra en la oposici¨®n convencido de que su mayor aliado es su gran rival, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Las enormes dificultades del peronismo para encontrar un relevo potente parecen abrir la puerta a unas elecciones c¨®modas para el presidente. Pero todo puede cambiar en horas en uno de los pa¨ªses m¨¢s vol¨¢tiles de Am¨¦rica Latina.