La clave est¨¢ en el mapa
Tratar de entender los conflictos sin una explicaci¨®n geogr¨¢fica es casi imposible. Frente a la temporalidad de los l¨ªderes y las ideas se imponen r¨ªos, monta?as y mares
Existen muchos factores que influyen de manera decisiva en las decisiones que toman los dirigentes de cada pa¨ªs. Y el factor m¨¢s olvidado es la geograf¨ªa. Tratar de entender los conflictos sin un mapa y una explicaci¨®n geogr¨¢fica es casi imposible.
Las palabras pueden decirnos qu¨¦ ha pasado; el mapa nos ayuda a comprender por qu¨¦. Los r¨ªos, monta?as, desiertos, islas y mares son factores determinantes en la historia¡ Los l¨ªderes, las ideas y la econom¨ªa son cruciales. Pero son temporales, y el macizo del Hind¨² Kush los sobrevivir¨¢ a todos. Esta teor¨ªa no es nueva, pero pocas veces se explica con el detalle que merece.
El Asad ha querido asegurarse la ruta que une Damasco con la costa por si ten¨ªa que refugiarse
Empec¨¦ a reflexionar sobre este tema cuando trabaj¨¦ como periodista en la guerra de Bosnia, en los a?os noventa. Una vez estaba en una colina observando un pueblo en llamas, y pregunt¨¦ a quienes hab¨ªan provocado el incendio por qu¨¦ lo hab¨ªan hecho. Los pistoleros respondieron que, si quemaban el pueblo, sus habitantes huir¨ªan al siguiente, y luego a la poblaci¨®n de m¨¢s all¨¢, y eso les permitir¨ªa a ellos avanzar por el valle hacia la carretera a la que quer¨ªan llegar por razones estrat¨¦gicas. A partir de entonces, trat¨¦ de no emplear el t¨¦rmino ¡°violencia sin sentido¡±. En esas situaciones tan terribles, la violencia suele guiarse por una l¨®gica fr¨ªa, dura y brutal.
Un ejemplo m¨¢s reciente es el de Siria. La historia nos dice que la tribu alau¨ª, la minor¨ªa a la que pertenece el presidente El Asad, procede de la regi¨®n monta?osa sobre la costa. Pues bien, si miramos el mapa y ciertos lugares en los que se han producido combates, es evidente que el bando de El Asad ha querido asegurarse la ruta que une Damasco con la costa por si ten¨ªa que refugiarse en la zona en la que se encuentran sus ra¨ªces hist¨®ricas.
La realidad geogr¨¢fica del continente norteamericano explica los v¨ªnculos comerciales
Los otomanos dividieron lo que hoy es Irak en tres ¨¢reas administrativas: Mosul, Bagdad y Basora. Despu¨¦s, los brit¨¢nicos unieron las tres en una sola, una imposibilidad l¨®gica que los cristianos quiz¨¢ resuelven recurriendo a la Sant¨ªsima Trinidad, pero que, en Irak, ha desembocado en un caos muy poco santo y m¨¢s bien nefasto, porque hoy los kurdos, los sun¨ªes y los chi¨ªes se disputan el control de las regiones.
Rusia ofrece dos buenos ejemplos de la influencia de la geograf¨ªa. Ha sufrido numerosas invasiones llegadas de las llanuras del norte de Europa, y por eso sus gobernantes han tratado de dominar la regi¨®n para que les sirva de parachoques frente a nuevas incursiones.
En Rusia, la mayor¨ªa de los puertos se congelan en invierno. Por consiguiente, Sebastopol, en el mar Negro, tiene una importancia crucial. Cuando Ucrania ¡°se pas¨®¡± a la esfera de influencia de la OTAN, Putin pens¨® que la geograf¨ªa no le dejaba otra opci¨®n que invadir el pa¨ªs. Si dejamos aparte el aspecto moral, suele ser m¨¢s f¨¢cil comprender un acontecimiento. No defiendo que haya que olvidar la ¨¦tica en los asuntos humanos, solo subrayo que, como dijo el escritor especializado en geopol¨ªtica Nicholas Spykman, ¡°la geograf¨ªa no discute; se limita a ser¡±.
Lo que quer¨ªa decir Spykman era que, para comprender mejor el mundo, debemos verlo, no como queremos que sea, sino tal y como es. La geograf¨ªa nos ayuda a ello, y, una vez que lo hemos logrado, podemos saber mejor c¨®mo cambiarlo. Por eso debemos empezar con un mapa; todo lo dem¨¢s viene despu¨¦s.
?Cu¨¢l es el tama?o de un pa¨ªs concreto? ?Qu¨¦ recursos naturales tiene? ?Cu¨¢ntos habitantes tiene? ?Hay defensas naturales, por ejemplo monta?as, o es vulnerable porque su frontera est¨¢ en terreno llano?
Una vez que hemos averiguado todo esto, debemos a?adir la historia para comprender mejor la psicolog¨ªa del pa¨ªs, y de ah¨ª pasamos a la pol¨ªtica. Y despu¨¦s llegamos a las personas.
Como sostuvo el experto en geopol¨ªtica Nicholas Skypman, hay que ver el mundo no como queremos, sino tal como es
En las relaciones internacionales existe un dicho: ¡°Estados Unidos tiene unos intereses y unos presidentes. Los presidentes cambian; los intereses, no¡±. En el fondo, esta frase est¨¢ hablando de la geopol¨ªtica y la geograf¨ªa. Un ejemplo actual es Donald Trump. El presidente, como muchos otros de sus predecesores, lleg¨® al poder diciendo que iba a mantener a EE UU al margen de los l¨ªos en el extranjero, pero las realidades de la geograf¨ªa ya le han arrastrado a todo lo contrario. EE UU no quiere que Rusia domine Europa; por eso Trump ya ha empezado a enfrentarse a Mosc¨². La geograf¨ªa del continente norteamericano explica c¨®mo y por qu¨¦ los v¨ªnculos comerciales entre Mosc¨², Canad¨¢ y EE UU son los que son; Trump ha descubierto que no puede cambiar esa geograf¨ªa y ya est¨¢ suavizando su postura sobre el Tratado de Libre Comercio.
La geograf¨ªa y la historia son tambi¨¦n las que hacen que EE UU se implique en la situaci¨®n de Corea del Norte. Los estadounidenses tienen en Corea del Sur unas estructuras que albergan a 28.000 soldados norteamericanos, todos ellos al alcance del ej¨¦rcito del Norte. La tecnolog¨ªa puede doblar los barrotes de la prisi¨®n de la geograf¨ªa, pero no romperlos. La tecnolog¨ªa ha permitido a Corea del Norte desarrollar unas armas de artiller¨ªa convencional y situarlas en las colinas que dominan la zona desmilitarizada, desde donde podr¨ªan llegar a Se¨²l. Esa distancia, 56 kil¨®metros, es un factor relevante para cualquier decisi¨®n pol¨ªtica y militar que tomen Corea del Norte, Corea del Sur y EE UU.
Las personas son fundamentales, sin duda. Da la impresi¨®n de que el presidente Trump est¨¢ m¨¢s dispuesto a emplear la fuerza militar que su predecesor, y ese es un dato que todo el mundo tiene en cuenta, pero que no resta importancia a los factores geogr¨¢ficos, tambi¨¦n necesarios a la hora de tomar decisiones.
A veces me preguntan si los misiles bal¨ªsticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en ingl¨¦s) han roto los barrotes de la prisi¨®n geogr¨¢fica. Yo respondo que no, lo ¨²nico que han hecho es cambiar las ecuaciones. Lo que tienen que hacer ahora los vecinos de Corea del Norte y los estadounidenses es descubrir el alcance de los ICBM y buscar en el mapa hasta d¨®nde pueden llegar. Las decisiones siguen dependiendo, en parte, de la geograf¨ªa.
No es que los infinitos art¨ªculos sobre el car¨¢cter de Trump, Putin, Duterte y otros carezcan de sentido; de hecho, forman parte de nuestro discurso p¨²blico. Pero, si no estudiamos el mapa, no podremos comprender por completo el entorno estructural en el que act¨²an esos personajes.
En definitiva, para entender como es debido los motivos de una situaci¨®n, es necesario interpretar la pol¨ªtica, conocer la historia, examinar las estad¨ªsticas y mirar el mapa. Sin esto ¨²ltimo, es posible que se nos escapen las obviedades. Ya lo dijo el gran escritor brit¨¢nico George Orwell: ¡°Para ver lo que tenemos delante de nuestros ojos hay que hacer un esfuerzo permanente¡±.
Tim Marshall, veterano corresponsal de guerra brit¨¢nico, es autor de ¡®Prisioneros de la geograf¨ªa¡¯ (Pen¨ªnsula) y fundador de la web informativa TheWhatAndTheWhy.com
Traducci¨®n de M. L. Rodr¨ªguez Tapia.
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