El proyecto de una ¡®OTAN ¨¢rabe¡¯ inquieta a Ir¨¢n
El intento de EEUU y Arabia Saud¨ª de fomentar una alianza militar de pa¨ªses isl¨¢micos a¨ªsla a Teher¨¢n
Si hay alguien que est¨¢ siguiendo con atenci¨®n el viaje de Donald Trump a Arabia Saud¨ª e Israel, son los responsables iran¨ªes. Saben que la alianza que el presidente de Estados Unidos ha ofrecido en Riad es, sobre todo, ¡°frente a Ir¨¢n¡±, tal como este domingo ha dejado claro el propio rey Salm¨¢n en la apertura de una cumbre isl¨¢mica a la que no se ha invitado a Teher¨¢n. Maestros de la ret¨®rica, no se dejan llevar por ella y esperan hechos concretos antes de actuar. Sin embargo, los planes para formar una OTAN ¨¢rabe con el respaldo de EEUU suscitan inquietud. La creciente asertividad saud¨ª dificulta el deseo de apertura del reelegido presidente Hasan Rohan¨ª.
El rey Salm¨¢n ha reunido durante la visita de Trump a medio centenar de l¨ªderes ¨¢rabes y musulmanes, ante los que el presidente norteamericano ha instado a ¡°luchar contra el terrorismo¡±. El problema es que bajo esa etiqueta, Arabia Saud¨ª y muchos de los asistentes leen tanto Estado Isl¨¢mico (ISIS) como Ir¨¢n. En un ataque sin precedentes, el monarca saud¨ª ha calificado a la Rep¨²blica Isl¨¢mica de ¡°punta de lanza del terrorismo mundial¡±. La dureza de sus palabras se alimenta del enfrentamiento por la influencia regional que ambos pa¨ªses mantienen en Siria, L¨ªbano, Irak, Bahr¨¦in o Yemen, pa¨ªses ¨¢rabes con comunidades chi¨ªes que Teher¨¢n utiliza para avanzar sus intereses. El juego no es nuevo, pero ahora ha llegado Trump deseoso de dar un giro de 180? al acercamiento a Ir¨¢n de su predecesor, Barack Obama, con el acuerdo nuclear, y animado por jugosos contratos militares.
¡°Estados Unidos, el r¨¦gimen sionista y el de los Al Saud han creado en la regi¨®n condiciones delicadas y complicadas, y fomentan planes peligrosos para mantener la crisis, la guerra y el derramamiento de sangre en el marco de una OTAN ¨¢rabe¡±, advert¨ªa recientemente el ministro de Defensa, el general Hosein Deghan. Incluso el gran ayatol¨¢ Naser Makarem Shirazi, un alto cl¨¦rigo pr¨®ximo al l¨ªder supremo, se ha referido al asunto y llamado a los musulmanes a ¡°estar alerta ante los compl¨®s de EEUU¡±.
Desde el Ministerio de Exteriores iran¨ª, no obstante, se ha desestimado el proyecto como ¡°un intento saud¨ª de encubrir sus propios problemas¡±. En una reciente comparecencia, su portavoz, Bahran Ghasem¨ª, argumentaba que los l¨ªderes musulmanes invitados a la cumbre de Riad seguir¨¢n cada uno por su lado en cuanto regresen a sus pa¨ªses. Arabia Saud¨ª ya anunci¨® a finales de 2015 la formaci¨®n de una alianza militar de pa¨ªses isl¨¢micos para hacer frente al terrorismo. Aquella iniciativa, de la que no se han visto a¨²n resultados tangibles, se interpret¨® m¨¢s como un gesto de liderazgo regional que como una medida con capacidad de atajar la amenaza del ISIS.
¡°La OTAN ¨¢rabe ignora el apoyo saud¨ª al terrorismo y lo que busca es neutralizar la voluntad de los pueblos de la regi¨®n de establecer Estados m¨¢s democr¨¢ticos¡±, interpreta el analista Sabah Zangueneh en el peri¨®dico Arman Emruz. Este experto, al igual que Jafar Ghanadbash en el diario Shargh, subraya el peso de los contratos de armas y otros acuerdos econ¨®micos.
¡°Trump es hombre de negocios antes que pol¨ªtico; como tal calcular¨¢ los beneficios [que puede obtener] en la regi¨®n y preferir¨¢ trabajar con Ir¨¢n frente a otros pa¨ªses a pesar de sus esl¨®ganes de campa?a¡±, declara a EL PA?S Morteza Alviri, un reformista con experiencia en pol¨ªtica exterior que ha sido el segundo candidato m¨¢s votado en el consejo municipal de Teher¨¢n. Su argumento es que ambos tienen un enemigo com¨²n en el ISIS. ¡°Rohan¨ª es un pol¨ªtico astuto que encontrar¨¢ c¨®mo dialogar¡±, a?ade.
Ese pragmatismo, del que Rohan¨ª ha hecho gala durante su primer mandato, no es sin embargo compartido por los sectores m¨¢s conservadores. En ese campo se niegan las diferencias entre Obama y Trump. ¡°Pueden variar sus m¨¦todos pero los objetivos son los mismos. Ambos quieren controlar Ir¨¢n e impedir su influencia en la zona¡±, asegura Hamidreza Taraghi, uno de los asesores del ultra Ebrahim Rais¨ª, segundo en las presidenciales del pasado viernes.
Alvir¨ª y otros pol¨ªticos reformistas citan la reciente extensi¨®n al levantamiento de las sanciones nucleares como apoyo a su argumento. Es lo que exige el acuerdo firmado en julio de 2015. ¡°Si no lo hace y opta por decide mantener sus promesas electorales, estar¨¢ violando el pacto¡±, advierte el diputado Shahruz Basergar. Sin embargo, sus colegas conservadores sospechan que Trump ¡°intenta poner la pelota en el tejado de Ir¨¢n, presionado para que viole el acuerdo y le d¨¦ la oportunidad de no cumplir su parte¡±, tal como ha sugerido Masud Gudarzi. Adem¨¢s, la probable derrota del ISIS en Irak y Siria en los pr¨®ximos meses puede dejar a Ir¨¢n sin esa carta.
Fuentes diplom¨¢ticas europeas a?aden adem¨¢s que Trump, con su ret¨®rica anti iran¨ª y su denuncia del acuerdo nuclear, da una excusa perfecta a Teher¨¢n para no hacer nada. ¡°La principal traba al desarrollo de las relaciones no se la ha puesto Trump sino Obama, al instaurar la obligatoriedad de pedir visado a quienes hayan visitado Ir¨¢n en los cinco a?os anteriores¡±, apuntan en referencia a los ciudadanos de pa¨ªses que no requieren visado de EEUU y que ahora no pueden beneficiarse del sistema autom¨¢tico de autorizaciones, conocido como ESTA. En su opini¨®n, eso est¨¢ frenando a empresarios, acad¨¦micos y otros porque es una molestia.
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