Boff: ¡°La democracia brasile?a es m¨¢s farsa que realidad¡±
El te¨®logo conf¨ªa m¨¢s en la rectitud de Lula que en la de Michel Temer, el cual, sostiene, ha perdido toda autoridad moral para liderar el pa¨ªs
Cuando a¨²n era sacerdote, all¨¢ por los a?os ochenta, Leonardo Boff (Conc¨®rdia, 1938) defend¨ªa en EL PA?S la Teolog¨ªa de la liberaci¨®n, corriente cristiana cuyo principio es la opci¨®n preferencial por los pobres. Aquellos textos causaron malestar en el Vaticano: la voz de Boff cobraba cada vez m¨¢s alcance y se empezaba a convertir en una provocaci¨®n para la Iglesia de la ¨¦poca. Al poco, se le prohibi¨® seguir colaborando con el peri¨®dico. Pero Boff sigui¨® predicando. A?os despu¨¦s, fue expulsado del sacerdocio. Hoy, este doctor en Teolog¨ªa por la Universidad de M¨²nich sigue siendo una voz disonante. En la entrevista, a la que responde por correo electr¨®nico, comenta el trepidante momento que vive Brasil, con la crisis del Gobierno de Michel Temer, que ya a su vez lleg¨® al poder por la crisis que acab¨® en el impeachment a Dilma Rousseff. En este caso, el te¨®logo defiende al expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que afronta cinco procesos por delitos de corrupci¨®n durante su mandato.
Pregunta. Desde que la pol¨ªtica y la econom¨ªa comenzaron a desmoronarse en 2013, el pueblo brasile?o parece estar fragmentado. ?Nos hemos perdido como sociedad hasta el grado de estar mostrando nuestro peor lado?
Respuesta. Nunca hemos sido una sociedad en el sentido moderno, puesto que nunca hemos salido de la situaci¨®n colonial y neocolonial a la que nos vimos sometidos desde que los europeos pisaron nuestras tierras. Somos socios menores y agregados al proyecto de las grandes potencias que dominan el planeta. Nunca hemos podido elaborar un proyecto aut¨®nomo y soberano de pa¨ªs.
P. ?Las acusaciones que se han volcado recientemente sobre el presidente Temer negociaba sobornos pueden unificar al pueblo polarizado?
R. Creo que el efecto negativo m¨¢s importante recae sobre la figura de Temer, claramente c¨®mplice de corrupci¨®n, lo que est¨¢ demostrado en las grabaciones, hasta el punto de hacerle perder cualquier legitimidad y autoridad moral para estar al frente del Gobierno. No creo que eso haga que las personas se reunifiquen, puesto que los que dieron el golpe quieren llevar su proyecto neoliberal extremadamente radical hasta el final. Y seguir¨¢n apoy¨¢ndolo.
P. Usted siempre ha sido bastante cr¨ªtico con el Gobierno de Temer, al que tilda de ¡°golpista¡±. ?Cu¨¢l es su concepci¨®n de golpe?
R. El impeachment viene de la l¨®gica de la dominaci¨®n de las oligarqu¨ªas. ?stas no se han valido del ej¨¦rcito, como en 1964, para echar a un gobierno que podr¨ªa amenazar sus privilegios, sino del parlamento. Montaron un golpe que, jur¨ªdicamente ¡ªseg¨²n los mejores juristas del pa¨ªs¡ª, era insostenible. La decisi¨®n se hab¨ªa tomado previamente de tal forma que los partidarios del golpe ni siquiera iban a las sesiones para escuchar a los expertos o la argumentaci¨®n de los defensores de Dilma. Nuestra democracia es de baj¨ªsima intensidad. Si medimos la democracia por los criterios de los derechos humanos, de la participaci¨®n popular, de la defensa de la gran mayor¨ªa negra y de la justicia social, esta democracia es m¨¢s una farsa que una realidad sostenible.
P. Brasil vivi¨® la bajo el mandato del Partido de los Trabadores (PT) durante 13 a?os, la cual report¨® una serie de beneficios que en la actualidad se est¨¢n cuestionando. Luego el PT acab¨® implosionando. ?Dej¨® algo m¨¢s que desilusi¨®n como legado?
R. Las dos legislaturas del PT fueron las ¨²nicas en la historia de Brasil en darle centralidad a los pobres, haciendo pol¨ªticas sociales que acabaron incluyendo en la ciudadan¨ªa a cerca de 36 millones de personas. Y principalmente les dieron dignidad, valor humano, origen de la autoestima y el sentido de la vida. Hoy uno puede encontrar en las favelas negros que son m¨¦dicos, ingenieros e incluso diplom¨¢ticos. Eso era impensable antes. Esa ascensi¨®n de los de abajo asust¨® a la oligarqu¨ªa. Pero ese legado no se puede perder.
P. ?Cu¨¢l es su posici¨®n sobre Lula en la actualidad, ahora que tiene cinco procesos por corrupci¨®n abiertos contra ¨¦l?
R. Hace m¨¢s de 30 a?os que lo conozco. Para m¨ª es impensable que se haya beneficiado personalmente con dinero de corruptelas. Los pagos en B, para qu¨¦ enga?arnos, eran un h¨¢bito de todos los partidos, salvo algunos que se gu¨ªan por una ¨¦tica transparente. [A diferencia de otros pol¨ªticos corruptos] Lula no tuvo cuentas en el extranjero, todos los datos y testimonios apuntan a que el famoso apartamento de tres pisos en Guaruj¨¢ [la pieza central de los casos contra Lula es que supuestamente el inmueble fue pagado por una constructora a cambio de trato favorable] no es suyo y las reformas de la casa de campo [otra de las causas contra Lula], cuyo due?o es otra persona, son irrisorias en t¨¦rminos financieros en comparaci¨®n con los millones y millones desviados y que fueron a parar a manos de la gran mayor¨ªa de los pol¨ªticos que eran corruptos o se dejaron corromper. Estoy convencido de la rectitud de Lula y me parece perversa la persecuci¨®n que la justicia parcial est¨¢ emprendiendo contra ¨¦l.
P. ?Cree que ¨¦l es una v¨ªctima y que su partido, que seg¨²n las investigaciones recibi¨® dinero desviado de la petrolera estatal Petrobras, es inocente?
R. Las oligarqu¨ªas buscan desestabilizar, a nivel mundial y tambi¨¦n en Brasil, a todos los gobiernos progresistas que tengan una orientaci¨®n social. Su objetivo aqu¨ª tambi¨¦n es destruir la figura de Lula ¡ªy, a poder ser, inviabilizar al PT¡ª. Todo debe adecuarse a las estrategias establecidas por el Imperio. El espacio en el Atl¨¢ntico Sur estaba descubierto y dominado por un Brasil con inmensas reservas de petr¨®leo y gas. Pero est¨¢ la nueva guerra fr¨ªa entre EE. UU. y China, que est¨¢ penetrando poderosamente en Latinoam¨¦rica. Atacar las pol¨ªticas brasile?as implica tambi¨¦n atacar a los BRICs?[el acr¨®nimo con el que se conoce a los mayores pa¨ªses del bloque emergente]. Brasil forma parte de ellos pero, de forma indirecta, su mayor rival es China.
Hace m¨¢s de 30 a?os que conozco a Lula. Para m¨ª es impensable que se haya beneficiado personalmente con dinero de corruptelas
P. La izquierda es criticada por no asumir el tim¨®n de las manifestaciones en las calles, por dej¨¢rselas.
R. La izquierda brasile?a nunca tuvo mucho arraigo popular, solo en algunos de los sindicatos de las grandes industrias. Su poder de movilizaci¨®n es m¨¢s metaf¨®rico que efectivo. Siempre ha sido una fuerza auxiliar de grupos progresistas, incluso neoliberales, pero que le permit¨ªan una presencia en el aparato del Estado gracias a un presidencialismo de coalici¨®n partidaria. La izquierda necesita renovarse, en el paradigma social, en el lenguaje, en las formas de dirigirse al pueblo y, especialmente, presentarse como un centro de reflexi¨®n seria sobre qu¨¦ Brasil queremos finalmente. Falta pensamiento y, ante todo, movimiento.
P. Aqu¨ª, como en todo el mundo, a los partidos de izquierdas se les echa en cara que no tengan un plan consistente para la econom¨ªa. ?D¨®nde est¨¢n fallando?
R. No se trata de un fallo, sino de una profunda desigualdad. Nuestro escollo y tambi¨¦n nuestra desgracia es tener que vivir dentro de un sistema que solo sobrevive si el dinero produce m¨¢s dinero; pero no para mejorar la vida, sino para crecer ilimitadamente. Es el imperio del capitalismo especulativo y materialmente improductivo. Y no hay ning¨²n proyecto alternativo que tenga la fuerza suficiente para contraponerse con eficacia a esta forma avanzada de capitalismo rentista.
P. Se ha criticado el hecho de que el papa Francisco haya evitado venir a Brasil este a?o porque supuestamente est¨¢ en contra de las reformas del Gobierno. ?Es pol¨ªtica la postura del Papa?
Los pagos en B, para qu¨¦ enga?arnos, eran un h¨¢bito de todos los partidos, salvo algunos que se gu¨ªan por una ¨¦tica transparente
R. La Iglesia siempre hace pol¨ªtica, ya que es una fuerza presente en la sociedad. Pero tenemos que cualificar esa pol¨ªtica. Generalmente, la pol¨ªtica oficial era equilibrista y solo doctrinaria, lo que favorec¨ªa, en el fondo, al status quo dominante. El papa Francisco est¨¢ del lado de los pobres, de los refugiados, de las v¨ªctimas del sistema que transforma todos los valores en t¨¦rminos monetarios y venera la acumulaci¨®n.
P. Usted dijo una vez que volamos a ciegas en el mundo. ?Ha perdido la esperanza de una humanidad m¨¢s consciente?
R. Estamos en el centro de una crisis sist¨¦mica que afecta a todas nuestras formas de habitar la Casa Com¨²n. No podemos seguir as¨ª porque podemos producir un colapso de la Tierra. Esta tipo de mundo tiene que acabar para dar lugar a otro m¨¢s biocentrado, en el que la solidaridad, el cuidado y la responsabilidad com¨²n garantizar¨¢n la sostenibilidad de toda forma de vida y de nuestra civilizaci¨®n. Los dolores actuales no son los de un moribundo, sino los de un parto de una nueva criatura que espero que nazca m¨¢s humana, m¨¢s amiga de la vida y m¨¢s espiritual.
El papa Francisco est¨¢ del lado de los pobres, de los refugiados, de las v¨ªctimas del sistema que transforma todos los valores en t¨¦rminos monetarios y venera la acumulaci¨®n
P. ?Tiene alguna esperanza de que se imponga una cierta ¨¦tica en Brasil, despu¨¦s de las revelaciones que ponen en evidencia un sistema pol¨ªtico enfermo?
R. Tengo la esperanza de que, dentro del sistema imperante, injusto y antipopular, a pesar de que la corrupci¨®n siga existiendo, ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil esconderla. Solo se superar¨¢ el h¨¢bito corruptor el d¨ªa que se haga una reforma pol¨ªtica real con una distribuci¨®n diferente del poder y con un Estado que deje de aceptar el patrimonialismo.
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