Macron lidera la respuesta a Trump y refuerza su influencia internacional
La reacci¨®n a la retirada de EE UU del Acuerdo de Par¨ªs culmina una serie de aciertos diplom¨¢ticos del presidente franc¨¦s
Hab¨ªa un vac¨ªo y Emmanuel Macron lo ha ocupado. En menos de tres semanas, el tiempo que lleva como presidente de Francia, se ha asentado como una alternativa a su hom¨®logo estadounidense, Donald Trump. La respuesta a la retirada de Estados Unidos del acuerdo contra el cambio clim¨¢tico ¡ªuna respuesta habilidosa y efectiva: viral en el lenguaje de las redes sociales¡ª culmina siete d¨ªas en los que Macron ha encadenado un golpe diplom¨¢tico tras otro. Si hoy existiese un partido anti-Trump, ¨¦l ser¨ªa el l¨ªder.
El l¨ªder no podr¨ªa ser¨ªa ni Hillary Clinton, la candidata dem¨®crata derrotada por Trump en las elecciones estadounidenses del pasado noviembre, ni Barack Obama, m¨¢s un observador que un actor en la pol¨ªtica desde que cedi¨® la plaza a Trump. Tampoco el chino Xi Jinping, que ni es occidental, ni democr¨¢tico y adem¨¢s juega en otra liga, embarcado en un esfuerzo de largo alcance para aprovechar los desplazamientos tect¨®nicos de la geopol¨ªtica y convertirse en el beneficiario del repliegue de EE UU. A¨²n menos el ruso Vlad¨ªmir Putin, objeto de la admiraci¨®n de Trump. Podr¨ªa ser la canciller alemana, Angela Merkel: sus reiteradas cargas verbales contra Trump y la franca enemistad entre ambos la han convertido en su antagonista. Pero Merkel no lleg¨® a la canciller¨ªa con una campa?a en la que se presentase como la alternativa a la versi¨®n europea del trumpismo ¡ªla posibilidad de un presidente Trump era remota en 2005¡ª como si ocurri¨® con Macron. Y no domina el lenguaje de los nuevos medios, como Macron y como Trump, ambos reci¨¦n llegados a la pol¨ªtica y figuras excepcionales que, desafiando las convenciones, alcanzaron el poder.
El asalto de Macron al sill¨®n vac¨ªo de l¨ªder del mundo libre ¡ªcargo oficioso que, durante la Guerra Fr¨ªa, se dec¨ªa que ocupaba el presidente de EE UU¡ª comenz¨® el 25 de mayo en el encuentro con Trump en Bruselas, donde se celebraba una reuni¨®n de la OTAN. Un gesto ¡ªun apret¨®n de manos crispado, que ¡°no era inocente¡±, dir¨ªa despu¨¦s el presidente franc¨¦s¡ª para marcar el terreno. Siguiente episodio en la secuencia: la conferencia de prensa junto a Putin en la Galer¨ªa de las Batallas de Versalles, el lunes 29 de mayo. En respuesta a la pregunta de una periodista sobre la exclusi¨®n de los medios estatales rusos Russia Today y Sputnik TV en la campa?a electoral de Macron, este respondi¨®: ¡°Cuando ¨®rganos de prensa difunden contraverdades infames, no son periodistas, son ¨®rganos de influencia. Russia Today y Sputnik han sido medios de influencia durante esta campa?a que han producido contraverdades sobre mi persona y mi campa?a¡±.
La palabra y los gestos
En las primeras semanas de la presidencia, Emmanuel Macron ha exhibido un control total de la palabra y los gestos. Desde la noche electoral y su caminata en solitario, bajo los proyectores, ante el Louvre, Macron ha cultivado una imagen meditada. Quiere ser un presidente "jupiterino", dice, elevado por encima de las turbulencias cotidianas, menos gestor que su antecesor, el socialista Fran?ois Hollande, m¨¢s mon¨¢rquico, al estilo de Mitterrand y De Gaulle. Marca distancias con la prensa y se presenta como 'el maestro relojero', el amo del tiempo, que no se deja guiar por las urgencias de la ¨²ltima hora.
Su gesti¨®n del caso del ministro Richard Ferrand ¡ªuno de sus colaboradores m¨¢s estrechos, investigado por la Justicia por supuestos tratos de favor a su pareja¡ª es reveladora. Ha dejado que sea el primer ministro, ?douard Philippe, y sus colaboradores los que se expliquen antes los franceses, mientras ¨¦l consolidaba como en la pol¨ªtica internacional como la alternativa a Donald Trump. Su partido, La Rep¨²blica en marcha, podr¨ªa obtener la mayor¨ªa absoluta en las elecciones legislativas del 11 y el 18 de junio, seg¨²n varios sondeos.
El ataque cuestionaba la integridad de los citados medios y el papel de la Rusia de Putin como difusora de bulos para envenenar una campa?a democr¨¢tica, bulos parecidos a los que circularon en EE UU unos meses antes para favorecer a Trump. La novedad era que Macron expresase con tanta claridad esta posici¨®n, y con Putin al lado.
Tercer episodio: el anuncio por parte de Trump de que EE UU se desentend¨ªa de sus compromisos ante el cambio clim¨¢tico. La reacci¨®n de Macron fue at¨ªpica en varios aspectos. Primero, porque respondi¨® en un mensaje televisado, en franc¨¦s y en ingl¨¦s, destinado a la audiencia estadounidense y mundial. Segundo, por la rapidez de esta reacci¨®n y de la operaci¨®n en las redes sociales para convertir en el mensaje en viral, prueba de que estaba preparada y calculada. Y tercer, por el mensaje mismo, que invitaba a cient¨ªficos e ingenieros estadounidenses a emigrar a Francia, y conclu¨ªa con la frase de la semana, quiz¨¢ del a?o: todo un eslogan para el movimiento movimiento anti-Trump. "Make the planet great again", o hagamos el planeta grande de nuevo, es una variaci¨®n del eslogan con el que Trump lleg¨® a la Casa Blanca, Make America great again, hagamos Am¨¦rica grande nuevo.
Ambos resumen la batalla pol¨ªtica de esta ¨¦poca: la naci¨®n y el mundo, el repliegue y la apertura. La inesperada victoria de Trump en noviembre, y antes, el Brexit en Reino Unido, auguraban una marea trumpista, nuevas victorias del Make America great again. La victoria de Macron el 7 de mayo refut¨® esta teor¨ªa. Y demostr¨® que un candidato europe¨ªsta, liberal y cosmopolita, el candidato del Make the planet great again, pod¨ªa conquistar el poder en Francia, uno de los pa¨ªses con una extrema derecha y un euroescepticismo m¨¢s consolidados. Con sus gestos y palabras, Macron se proyecta m¨¢s all¨¢ de las fronteras de su pa¨ªs. Aspira a ser no s¨®lo un l¨ªder franc¨¦s, sino global.
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