¡°Escuch¨¦ un estruendo tremendo y despu¨¦s gritos¡±
Varias personas que estaban en el lugar del atentado relatan el caos que se vivi¨® en el centro de Londres
¡°Escuch¨¦ un estruendo tremendo y despu¨¦s gritos. No sab¨ªa qu¨¦ estaba pasando as¨ª que mir¨¦ a mi alrededor y vi a gente corriendo¡±. Es lo que contaba apresurada Sarah, una joven londinense que en la noche de este s¨¢bado estaba en la zona del Puente de Londres cuando una furgoneta blanca embisti¨® a una multitud en lo que las autoridades han definido como un ¡°incidente terrorista¡±. Sarah, que estaba volviendo a casa despu¨¦s de pasar el d¨ªa fuera con unas amigas, estaba asustada. ¡°En seguida me di cuenta de que algo malo hab¨ªa pasado.?As¨ª que yo tambi¨¦n he empezado a caminar para salir de all¨ª lo m¨¢s r¨¢pido que he podido¡±, contaba al poco tiempo del ataque, mientras trataba de alejarse de la zona fuertemente acordonada por la polic¨ªa.
Poco despu¨¦s, los tres ocupantes de la furgoneta la abandonaron y se dirigieron a la cercana zona de Borough Market, un ¨¢rea llena de caf¨¦s y lugares muy coquetos. All¨ª apu?alaron a varias personas. Hay al menos siete personas muertas y 48 resultaron heridas. La polic¨ªa abati¨® a tiros a los tres sospechosos, que llevaban adosadas al cuerpo varias latas met¨¢licas en lo que trataron de hacer parecer cinturones de explosivos. Las autoridades han informado este s¨¢bado de que ocho agentes dispararon alrededor de 50 balas para matar a los atacantes. La primera ministra, Theresa May, se?al¨® que los agentes lograron neutralizar a los agresores ocho minutos despu¨¦s de haber recibido la alerta.
"Vimos r¨ªos de gente corriendo en todas direcciones", relat¨® Roberta, italiana residente en Londres. "De pronto o¨ªmos disparos. Hab¨ªa agentes de polic¨ªa en p¨¢nico, dando instrucciones a los viandantes. Tratamos de alejarnos de las calles principales, que iban siendo cerradas por la polic¨ªa a nuestro paso", contaba la mujer, que sal¨ªa con un grupo de amigos de un concierto en un pub cercano instantes despu¨¦s del ataque. Se dirig¨ªan a cenar algo en los locales de Borough Market. All¨ª, la polic¨ªa entr¨® en varios de los bares y restaurantes de las inmediaciones obligando a la gente a echarse al suelo o resguardarse en los ba?os.
Katherine y John Lincoln iban de camino al Puente de Londres cuando se produjo el primero de los ataques. Escucharon un gran ruido y, presas del miedo, se metieron en un bar, donde permanecieron m¨¢s de dos horas. "No sab¨ªamos lo que pasaba, pero nos ¨ªbamos informando por Internet. Ten¨ªamos miedo de salir porque no sab¨ªamos si el peligro hab¨ªa pasado", cont¨® Katherine. De hecho, la polic¨ªa emiti¨® unas recomendaciones de seguridad a trav¨¦s de las redes sociales en las que pidi¨® a todo aquel que se encontrase en el ¨¢rea atacada que no se acercasen al lugar del atropello. Tambi¨¦n aconsej¨® a la poblaci¨®n que si pensaba que pod¨ªan hallarse en una situaci¨®n de peligro, que se pusieran a cubierto en alg¨²n local, pusieran sus m¨®viles en modo silencio o vibraci¨®n y llamasen al 999. Son los consejos que siguieron los Lincoln. La pareja afirm¨® que no quer¨ªan acostumbrarse a vivir con miedo. "Tendr¨¢n que poner m¨¢s seguridad. Tres ataques en un per¨ªodo de tres meses en el pa¨ªs... Es muy triste", dijo John.
Carlo y Nicoletta, dos estudiantes italianos que hab¨ªan salido a cenar y que iban a entrar en un club a tomar una copa, contaban?que hab¨ªan visto c¨®mo numerosos polic¨ªas armados entraron en un local cercano, del que empez¨® a salir gente. "Despu¨¦s, cuando han empezado a revisar las calles y a decirle a la gente que se moviese, que desalojase la zona, se ha producido un gran caos. La gente ten¨ªa miedo, no sab¨ªa si les estaban desalojando porque all¨ª estaban los terroristas o porque ten¨ªan que pasar por all¨ª con los coches de polic¨ªa", describ¨ªa Carlo. Ambos j¨®venes, que se hab¨ªan acercado a la polic¨ªa que patrullaba la zona a informarse de lo ocurrido, estaban visiblemente impresionados y nerviosos y se afanaban por encontrar un taxi para llegar a casa. "Llevamos m¨¢s de una hora esperando a ver si pasa alguno vac¨ªo y nada. Y Uber tampoco manda coches", lamentaba Nicoletta.
Un matrimonio de turistas franceses tambi¨¦n trataba de encontrar un lugar por donde atravesar el per¨ªmetro de seguridad marcado por la polic¨ªa para ir al hotel en el que est¨¢n pasando el fin de semana. El hombre, de unos 65 a?os, comentaba que ten¨ªan que volver en tren a Par¨ªs el pr¨®ximo martes, pero que probablemente adelanten el viaje de retorno. Tienen miedo a que se produzca otro ataque. Mientras, un helic¨®ptero no dejaba de sobrevolar la zona del atentado.
El ¨¢rea del Puente de Londres es una de las m¨¢s concurridas un s¨¢bado por la noche como este. Acoge adem¨¢s una de las estaciones con m¨¢s afluencia de la capital brit¨¢nica y pr¨¢cticamente de todo el pa¨ªs, y que muchas personas utilizan para volver a casa despu¨¦s de cenar en uno de los restaurantes o pub que hay por la zona. El ¨¢rea permaneci¨® la pasada madrugada acordonada.
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