La estampida de Tur¨ªn deja m¨¢s de 1.500 heridos
Unos 30.000 hinchas de la Juve ve¨ªan la final de la Champions cuando una falsa alarma de bomba desat¨® el p¨¢nico
Pasadas las 22.15 se oy¨® una explosi¨®n y los fantasmas de los atentados en el M¨¢nchester Arena en el concierto de Ariana Grande dos semanas atr¨¢s sobrevolaron la plaza de San Carlo de Tur¨ªn. Unas 30.000 personas terminaban de ver la final de la Champions League entre la Juventus y el Real Madrid. La fiscal¨ªa investiga las causas de lo sucedido todav¨ªa, pero algunas fuentes apuntan que el estruendo de un petardo provoc¨® una estampida humana que termin¨® con 1.527 heridos. Siete de ellos fueron ingresados en urgencias y tres est¨¢n estado grave, incluyendo un ni?o de 7 a?os que sigue en coma despu¨¦s de haber sido aplastado por la multitud.
La plaza de San Carlo, en el centro de Tur¨ªn, fue el lugar escogido por el Ayuntamiento para que los tifosi pudieran seguir un partido que en ese momento ya ten¨ªa perdido la Juventus. Faltaban diez minutos para el final y algunas personas oyeron algo parecido a una explosi¨®n."O¨ªmos un ruido, hubo una estampida. La gente empez¨® empujarse y a caer unos encima de otros. Tengo mucha sangre que me cay¨® encima", explic¨® a la AFP Luca, de 32 a?os, que estaba en el lugar. Adem¨¢s, una de las barreras del p¨¢rking subterr¨¢neo hab¨ªa cedido minutos antes e hiri¨® a varias personas, algo que contribuy¨® a la confusi¨®n general. Alguien alert¨® de que hab¨ªa explotado una bomba y se desat¨® la histeria colectiva.
Seg¨²n los v¨ªdeos publicados por la Repubblica, en medio de la confusi¨®n, apareci¨® un joven hincha de la Juve con el torso desnudo, una mochila en la espalda, los brazos en asta, completamente inm¨®vil. La gente se alej¨® y form¨® un c¨ªrculo alrededor de ¨¦l y, pese a que una persona corri¨® a abrazarle para demostrar que no era peligroso, cundi¨® la idea de que podr¨ªa tratarse del terrorista que hab¨ªa desatado el p¨¢nico. La estampida provoc¨® aplastamiento y heridas por cortes con botellas y pedazos de cristal de algunos escaparates, como el del caf¨¦ Torino. La gente corri¨® a refugiarse a los portales de las casas cercanas, pero la mayor¨ªa estaban cerrados.
La plaza fue evacuada y, a trav¨¦s de altavoces, se invit¨® a los hinchas a recuperar la calma y a que abandonaran la zona pausadamente. Pero era demasiado tarde, y el paisaje era ya el de una batalla campal: hab¨ªa restos de sangre y ropa por toda la rampa que conduce al aparcamiento subterr¨¢neo de la plaza. La gran mayor¨ªa de heridos sufre impactos o cortes superficiales y ya ha sido dada de alta. Sin embargo, el ni?o de siete a?os de origen chino que fue aplastado contin¨²a ingresado. Los golpes en el t¨®rax y el cr¨¢neo le provocaron un coma que, seg¨²n los primero informes, evoluciona favorablemente y no hacer temer por su vida.?
Seg¨²n el prefecto de Tur¨ªn, Renato Saccone, "la causa principal fue el p¨¢nico, pero para comprender qu¨¦ lo provoc¨® habr¨¢ que esperar un poco¡±. No hace falta esperar, sin embargo, para comprender c¨®mo la psicosis desatada tras los ¨²ltimos atentados en el centro de grandes ciudades -todav¨ªa no hab¨ªa noticias del que hab¨ªa ocurrido anoche en Londres solo minutos antes- empieza a apoderarse del estado de ¨¢nimo cuando se celebran multitudinarios eventos p¨²blicos.
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