El d¨ªa que los j¨®venes cambiaron la pol¨ªtica

Noche del mi¨¦rcoles 7 de junio, v¨ªspera de la jornada electoral. Centenares de j¨®venes se congregan alrededor de una iglesia de Islington, escenario cl¨¢sico de conciertos de rock en el norte de Londres. Encaramados a las rejas met¨¢licas, subidos a las farolas o a cualquier cosa que levante un palmo de un suelo abarrotado de gente, exhiben pancartas con mensajes de amor a su ¨ªdolo. Una hilera de polic¨ªas con chalecos reflectantes trata de contener a las masas para que no invadan la calzada. Las camisetas son un alarde de ingenio. Andy, estudiante de dise?o de 21 a?os, lleva una camiseta negra con lo que a primera vista parece el logo de los pioneros del rap Run DMC. Pero no es lo que parece. Las seis letras del nombre de la banda neoyorquina han sido sustituidas por otras seis: C-o-r-b-y-n.

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¡°Yo no sol¨ªa votar. Llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que ganara el partido que ganara, el sistema no iba a cambiar. Me interesa la pol¨ªtica, no los partidos. Pero Corbyn es diferente. No tiene usted m¨¢s que mirar a su alrededor¡±, explica Andy. De pronto, la multitud empieza a botar y a corear el nombre de su ¨ªdolo, con una melod¨ªa rock de los White Stripes, mientras el autob¨²s que transporta a Jeremy Corbyn se abre paso para entrar en el recinto donde protagonizar¨¢ su ¨²ltimo bolo de la gira.

La realidad, efectivamente, estaba ah¨ª para quien quisiera verla. Jeremy Corbyn ha recorrido el pa¨ªs en 90 eventos de campa?a que parec¨ªan conciertos de rock. Que la corbynman¨ªa es un fen¨®meno joven era algo sabido. Lo que no estaba claro es si el segmento demogr¨¢fico m¨¢s abstencionista acudir¨ªa esta vez a votar.

Resulta que los j¨®venes s¨ª votaron. No existen datos oficiales, pero un sondeo a pie de urna apunta a una subida de 12 puntos en la participaci¨®n de los menores de 35 a?os, respeto a las elecciones anteriores. Una cifra r¨¦cord de 600.000 personas se registraron, el ¨²ltimo d¨ªa que se pod¨ªa, para votar en estas elecciones. Dos de cada tres ten¨ªan entre 18 y 34 a?os.

La participaci¨®n este 8 de junio lleg¨® al 70%: la m¨¢s alta desde 1997. Y ese fue el ¨²ltimo a?o en que los laboristas ganaron esca?os en unas elecciones generales respectos a las anteriores.

Votaron, pues, y votaron a Corbyn. Dos tercios de las personas con edades comprendidas entre los 18 y los 24 a?os expresaron en un sondeo su preferencia por los laboristas, igual que m¨¢s de la mitad de aquellos que tienen entre 25 y 34. Entre los mayores de 55, la victoria de los conservadores?fue aplastante.

¡°El voto joven es el gran tema de estas elecciones¡±, opina Simon Hix, profesor de Pol¨ªticas de la London School of Economics. ¡°La distribuci¨®n desigual de la riqueza en los ¨²ltimos tiempos ha beneficiado a los mayores, y eso ha producido un conflicto generacional que resulta clave para entender la pol¨ªtica. Creo que el que los j¨®venes se hayan movilizado m¨¢s que en otras ocasiones obedece a tres motivos. Uno, el magnetismo que ha resultado tener el propio Corbyn como icono. Dos, el malestar con el estado de la educaci¨®n, la sanidad y los servicios p¨²blicos, despu¨¦s de a?os de recortes. Y tres, el descontento con el Brexit, que ha sido devastador para la generaci¨®n m¨¢s joven y que fue una decisi¨®n tomada por los babyboomers y los abuelos¡±.

James, de 28 a?os, trabajador en el King's College de Londres y votante laborista, coincide en que los j¨®venes han participado en masa como reacci¨®n a su baja movilizaci¨®n en la consulta sobre el Brexit. "Creo que muchos de los j¨®venes que no votaron en el refer¨¦ndum, y que han comprobado las consecuencias de no haberlo hecho, han intentado rectificar acudiendo esta vez a las urnas", defiende.

Las del jueves pasar¨¢n a la historia como las elecciones en las que la generaci¨®n m¨¢s joven marc¨® la diferencia en la pol¨ªtica brit¨¢nica. Y el improbable catalizador de ese fen¨®meno fue un diputado de 68 a?os del que siempre se dijo que estaba anclado en una ¨¦poca pasada. Pero su condici¨®n de outsider, forjada en tres d¨¦cadas de disidencia, convierte a Corbyn en un elemento puro, libre de los vicios del establishment.

Sam, estudiante de Teor¨ªa Pol¨ªtica de 23 a?os, es uno de esos j¨®venes que ha votado por el Partido Laborista. A su juicio, el llamado "efecto Corbyn" no se circunscribe a la persona, sino a su propuesta. "Ha causado divisiones en el partido porque lo ha devuelto a sus or¨ªgenes, m¨¢s a la izquierda¡±, opina. ¡°Pero ha tenido el acierto de matizar sus opiniones personales para incluir en su programa a una representaci¨®n mayor del pensamiento laborista. Los j¨®venes han ampliado sus miras para votar por un programa y unas ideas. No han votado solo por una persona".