Temer salva su primer gran escollo al evitar su destituci¨®n en el Tribunal Electoral
El presidente brasile?o, m¨¢s cuestionado y debilitado que nunca, logra su primera victoria desde el estallido de la crisis pol¨ªtica
Lo que podr¨ªa que haber supuesto un calvario para el presidente brasile?o Michel Temer se ha convertido en su primera buena noticia en semanas. El Tribunal Electoral brasile?o ha decidido, con 4 votos contra 3, no culpar al mandatario de las irregularidades con las que se financi¨® la campa?a electoral de 2014, con la que ¨¦l sali¨® elegido vicepresidente. El veredicto contrario hubiera sido letal para Temer, hoy presidente gracias solo al impeachment a Dilma Rousseff el agosto pasado. El Tribunal podr¨ªa haber ordenado que fuera destituido de su cargo, algo que muchos en Brasilia esperaban, ya que Temer lleva ya casi tres semanas enquistado en una grave crisis pol¨ªtica que ha llenado las calles y algunas instituciones de gente deseosa de que renuncie.
El juez instructor de la causa, Herman Benjamin, urgi¨® a sus compa?eros a destituir a Temer. Pero la compa?¨ªa no era la indicada. El presidente del Tribunal Electoral, GIlmar Mendes, nunca ha ocultado su amistad con el mandatario. Hay otros tres jueces que fueron nombrados por ¨¦l. Juntos, los cuatro estuvieron interrumpiendo y cuestionando a Benjamin casi desde el mismo momento en que este comenz¨® a exponer la causa el martes.
Viendo el panorama, muchos en Brasilia dieron la batalla por perdida nada m¨¢s empezar. Benjamin no. El juez en minor¨ªa, sudoroso y ronco por culpa de la gripe que sufre estos d¨ªas, fue encarando, entre toses, los tecnicismos de sus compa?eros, interminable sesi¨®n tras interminable sesi¨®n, Tendr¨ªa que haber le¨ªdo su voto el martes; no pudo hasta este el jueves por la noche. "All¨¢ cada uno de los seis magistrados que me acompa?an, pero yo como juez me niego a ser el enterrador de las pruebas objetivas", se resign¨® hacia el final, blandiendo el inseparable kleenex marchito con el que se sonaba continuamente.
El fracaso de Benjamin ha sido la victoria de Temer, que se quita de encima uno de los muchos problemas que le agobian estos d¨ªas. El proceso ha coincidido con el esc¨¢ndalo desatado hace tres semanas, cuando un magnate de la industria c¨¢rnica entreg¨® a la justicia pruebas de corrupci¨®n contra ¨¦l. Desde entonces, este ha sido incapaz de contener la tormenta pol¨ªtica resultante, que le ha ido despojando de aliados en Brasilia y credibilidad en las calles. Estos d¨ªas, Temer ha tenido que desdoblarse para seguir el juicio mientras respond¨ªa a 82 preguntas del fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, que tras este ¨²ltimo esc¨¢ndalo le ha acusado de corrupci¨®n, obstrucci¨®n a la justicia y abuso de poder. Ahora, recaba pruebas para decidir si imputa al mandatario y lo dejar en manos del Tribunal Supremo. Debilitado y cuestionado como nunca, Temer ha entregado en lugar de respuestas un documento en el que sus abogados protestan por la persecuci¨®n que sufre y piden que se cierre la investigaci¨®n.
Si la sentencia del Tribunal Electoral era solo una de las muchas formas en la que la legislatura de Temer puede desmoronarse, era al menos la m¨¢s ir¨®nica. Temer no se present¨® como presidente en las elecciones de 2014, sino que, gracias a la compleja red de coaliciones entre partidos que permite el sistema brasile?o, lo hizo solo como vicepresidente de su aliada de conveniencia, Dilma Rousseff. Y la denuncia por financiaci¨®n ilegal naci¨® de quien poco despu¨¦s se convertir¨ªa en su socio, el Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), que, como confesar¨ªa en privado, solo pretend¨ªa molestar al Partido de los Trabajadores de la ganadora. Lo que nadie pod¨ªa prever entonces era que Rousseff ser¨ªa destituida por impeachment -y el Partido de los Trabajadores con ella-, que Temer asumir¨ªa el poder -y su Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB) con ¨¦l-. Tampoco que el Gobierno resultante asumir¨ªa las reformas de austeridad que tanto ansiaba el PSDB. Hoy, esas reformas est¨¢n paralizadas por la crisis provocada por los supuestos sobornos y la financiaci¨®n ilegal del PMDB y sus campa?as. Ahora, sin embargo, Michel Temer seguir¨¢ adelante, habiendo esquivado un obst¨¢culo m¨¢s en el lento y pesado camino hacia su siguiente juicio.
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