La penetraci¨®n de la yihad en L¨ªbano
EL PA?S acompa?a a las fuerzas armadas que luchan para expulsar a 1.650 milicianos apostados en su frontera con Siria
Ha sido una ma?ana tranquila en el frente que las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) mantienen contra los muyahidines del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) y de Fat¨¢ Al Sham (antigua filial siria de Al Qaeda). Llegados de Siria, los yihadistas se adentraron en este pedazo de tierra pedregosa del norte liban¨¦s en agosto de 2014. Desde entonces, han conseguido asentar sus posiciones y arrastrar a las tropas libanesas a una guerra de desgaste que se ha cobrado ya la vida de 76 soldados y herido a m¨¢s de 400. EL PA?S ha acompa?ado a una patrulla del Ej¨¦rcito liban¨¦s a lo largo de las posiciones que mantiene en la frontera con Siria. ¡°En esta zona de la frontera combatimos a Fat¨¢ Al Sham. M¨¢s arriba, lo hacemos contra el ISIS¡±, dice, se?alando al horizonte, el coronel al mando de Tin al Faqeh, situado a 20 kil¨®metros del l¨ªmite este con Siria.
Desde lo alto de una colina se divisa una rocosa cordillera salpicada de canteras y unos pocos parches verdes de cerezos y albaricoques. Los yihadistas operan en una franja de territorio de unos 50 kil¨®metros de largo ¡ªde una frontera compartida en 375 kil¨®metros¡ª por 30 de ancho, seg¨²n el Ej¨¦rcito liban¨¦s.
Desde este punto se ve Wadi Hemeid, ¨²ltima posici¨®n de las FAL a solo 500 metros de la guarida de los yihadistas de Fat¨¢ Al Sham. ¡°Cada noche intentan avanzar, cada noche repelemos los ataques¡±, explica el pasado martes el coronel ¡ªal que no se identifica, como al resto de militares, por exigencias de seguridad¡ª. Este mando cifra en 650 los combatientes de la exfilial de Al Qaeda y en un millar los del ISIS.
¡°Tenemos la situaci¨®n controlada, pero el esfuerzo b¨¦lico es importante porque nos exige movilizar a miles de soldados¡±, explica un comandante en la posici¨®n. Desde all¨ª se avista tambi¨¦n la localidad libanesa de Arsal, basti¨®n sun¨ª en un vasto territorio del valle de la Bekaa de mayor¨ªa chi¨ª. All¨ª, ni el Ej¨¦rcito liban¨¦s ni el partido-milicia Hezbol¨¢ ponen los pies. Una hilera de techos blancos marca los asentamientos informales de 104.000 refugiados sirios que han buscado cobijo de la guerra y ahora comparten la ciudad de Arsal con 35.000 libaneses. ¡°Sabemos que hay armas en los campamentos, pero no podemos entrar porque eso provocar¨ªa una escalada en la guerra. Es la polic¨ªa local la ¨²nica encargada del orden¡±, apostilla el comandante.
En agosto de 2014, centenares de yihadistas irrumpieron en Arsal y capturaron a 28 soldados y polic¨ªas libaneses. Tres fueron ejecutados y 16 liberados en un intercambio por presos de Al Qaeda que cumpl¨ªan condena en c¨¢rceles libanesas. Otros nueve permanecen en manos del ISIS.
A diferencia del resto de frentes en Siria, en L¨ªbano la antigua filial de Al Qaeda y el ISIS coordinan sus ataques. Una alianza que parece llegar a su fin conforme las FAL cortan las rutas de contrabando en la frontera, lo que ha reavivado la lucha fratricida entre ambos grupos yihadistas. El ¨²ltimo choque se sald¨® con 30 terroristas muertos. ¡°Ahora se enfrentan por su supervivencia¡±, asegura el mismo comandante.
Refugiados en tierra de nadie
¡°El mes pasado mataron a un hombre a plena luz del d¨ªa y no hay quien lo evite. Son los armados quienes mandan en la ciudad y no podemos hacer nada¡±, dice bajo el seud¨®nimo de Muna y al tel¨¦fono una vecina de Arsal sobre los yihadistas, que entran y salen de la localidad a su antojo.
Al principio de la guerra siria en marzo de 2011, las autoridades de esta poblaci¨®n libanesa fronteriza con Siria se declararon a favor de los rebeldes que combaten al presidente Bachar el Asad, y con ello desobedecieron las ¨®rdenes de Beirut de inmiscuirse en la guerra del pa¨ªs vecino. A Arsal llegaron despu¨¦s hasta 120.000 refugiados sirios. Hoy, la poblaci¨®n local, de unas 35.000 personas, se considera abandonada tanto por el Ej¨¦rcito liban¨¦s como por los rebeldes a los que apoy¨® incluso enviando a luchar a sus propios hijos. La inseguridad en la zona ha da?ado gravemente la econom¨ªa local, dependiente de la agricultura y de las canteras de piedras.
Muchos vecinos han optado por mandar a sus familias a los pueblos colindantes, m¨¢s seguros. La guerra contra los yihadistas incluso ha llevado a 50 familias de refugiados sirios a regresar este mes a sus poblados en Siria, que hoy ven m¨¢s seguros que este refugio liban¨¦s. Los yihadistas mantienen a sus informantes y c¨¦lulas activas en la ciudad con un reguero de atentados contra todo liban¨¦s que se oponga a sus dictados, as¨ª como contra l¨ªderes de facciones sirias opuestas que se han cobijado en Arsal.
El Ej¨¦rcito liban¨¦s se mantiene a las afueras, en los cuatro controles militares que rodean la ciudad. Los m¨¢s desafortunados son los refugiados atrapados en el limbo de los escasos seis kil¨®metros que separan el ¨²ltimo control militar liban¨¦s del territorio sirio. All¨ª, en tierra de nadie, sobreviven gracias a la espor¨¢dica ayuda de las ONG, expuestos al pillaje y a los yihadistas.
Apoyo de Washington
Pese a la tensi¨®n en la zona, una mediaci¨®n de Qatar ha llevado a entablar un di¨¢logo m¨ªnimo entre las tropas libanesas y Fat¨¢ al Sham, lo que explica que una decena de yihadistas hayan sido admitidos en hospitales libaneses y, una vez tratados, devueltos a sus posiciones en las monta?as.
Pero no es una tregua. La adquisici¨®n hace un mes de un nuevo avi¨®n Cessna L-403 cargado de misiles ha extendido al aire la guerra de desgaste entre las FAL y los yihadistas. ¡°El Cessna ha supuesto un gran avance, sobre todo dada la geograf¨ªa monta?osa de esta regi¨®n¡±, apunta el capit¨¢n de la Brigada IX del Ej¨¦rcito liban¨¦s, que hasta ahora no pod¨ªa responder a los morteros de los yihadistas m¨¢s que con artiller¨ªa.
La coalici¨®n internacional liderada por Estados Unidos combate act¨²a contra los grupos yihadistas en Siria y en Irak, pero no ha cruzado el espacio a¨¦reo liban¨¦s para perseguir al ISIS. No obstante, en el ¨²ltimo a?o Washington ha incrementado notablemente las entregas de armamento a las FAL, que esperan la llegada de los primeros aviones de combate A-29 Super Tucano con los que contar¨¢. En tierra, las FAL asumen ahora el liderazgo de la guerra en la frontera tras la retirada el pasado mayo del brazo armado de Hezbol¨¢, cuyo l¨ªder, Has¨¢n Nasral¨¢, anunci¨® el repliegue de la frontera al considerar que la zona ya era m¨¢s segura.
El temor de que las armas que env¨ªa a L¨ªbano acaben en manos de esta milicia ha sido el motivo aducido por Bruselas y Washington para su cauto apoyo a Beirut. Los ataques en suelo europeo han reactivado la ayuda en armamento con el fin de imponer a las FAL como ¨²nico guardi¨¢n de la seguridad en el pa¨ªs y de paso debilitar a Hezbol¨¢.
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