Mirna Cunningham: ¡°Hemos mejorado, pero hoy se siguen asesinando ind¨ªgenas¡±
La vicepresidenta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Ind¨ªgenas de Am¨¦rica Latina analiza el desarrollo de los pueblos ind¨ªgenas los ¨²ltimos 25 a?os
Cuando el fot¨®grafo le reprocha que sonr¨ªe poco, Mirna Cunningham (Nicaragua, 1947) contesta que ¡°es que estamos hablando de cosas serias¡±, para luego re¨ªr durante un instante que la c¨¢mara logra capturar. Cunnigham, doctora de origen miskito y primera vicepresidenta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Ind¨ªgenas de Am¨¦rica Latina y el Caribe (FILAC), analiza hoy en una ponencia en Casa de Am¨¦rica en Madrid c¨®mo ha evolucionado la situaci¨®n de las comunidades ind¨ªgenas en el ¨²ltimo cuarto de siglo. Sentada, al responder mueve los brazos de forma en¨¦rgica, con la determinaci¨®n de quien lleva toda la vida luchando por los derechos de los ind¨ªgenas y las mujeres.
Pregunta. ?Cu¨¢ntos pueblos ind¨ªgenas hay, en realidad, en Latinoam¨¦rica? ?Cu¨¢ntos ind¨ªgenas?
Respuesta. Seg¨²n los ¨²ltimos datos del Centro Latinoamericano y Caribe?o de Demograf¨ªa (Celade), 826 pueblos y 45 millones de personas. Yo digo que hay m¨¢s, claro, tanto por los pueblos ind¨ªgenas en aislamiento voluntario, que uno no sabe cu¨¢ntos son, como por la verg¨¹enza de ser ind¨ªgena, que todav¨ªa existe en muchos pa¨ªses. Por eso decimos que hay entre 40 y 60 millones. En la ¨²ltima d¨¦cada han crecido de 30 a 45 millones, y esto no puede haber sido por nacimientos. Ha sido porque ahora los censos usan el concepto de autoidentificaci¨®n. En la medida en la que se reconocen los derechos y hay posibilidades de que se identifiquen como tal, sin opresi¨®n o discriminaci¨®n, va a haber m¨¢s ind¨ªgenas.
P. Con esas cifras surge el problema de la generalizaci¨®n. Las demandas de los pueblos van desde la integraci¨®n hasta, como dice, el aislamiento voluntario. ?Hay alguna demanda que articule a los pueblos ind¨ªgenas?
R. La demanda central es que se reconozca que existen como pueblos. No como grupos. Esto es, que se reconozca su derecho a la libre determinaci¨®n. Si se reconoce, se va a entender que hay pueblos que quieren ejercer este aislamiento, mientras que hay otros pueblos que prefieren estar m¨¢s articulados con la vida nacional.
P. Su ponencia compara la relaci¨®n entre pueblos ind¨ªgenas y Estados durante los ¨²ltimos 25 a?os. ?Han mejorado? ?Es esa relaci¨®n hoy m¨¢s paritaria?
R. Yo dir¨ªa que s¨ª. Si uno analiza el marco jur¨ªdico en Am¨¦rica Latina, hay m¨¢s pa¨ªses que reconocen que existen los pueblos ind¨ªgenas. Ya no se ve a los pueblos ind¨ªgenas con ese enfoque indigenista. Ahora en algunos pa¨ªses tenemos derecho a la autonom¨ªa: en Colombia tienen sus propios senadores; en M¨¦xico, en Oaxaca, se rigen por usos y costumbres m¨¢s de 400 municipios¡ Hay cambios importantes que nos permiten decir que la relaci¨®n va cambiando. Pero, claro, no podemos estar contentos si hay ind¨ªgenas que est¨¢n siendo asesinados por defender su territorio, si hay leyes, pero no presupuestos¡ Hemos de seguir luchando para reducir la brecha.
"Uno de los campos en que m¨¢s hemos avanzado es el del papel de la mujer¡±
P. ?Cu¨¢l es el escenario ideal que dibujar¨ªa en un futuro?
R. Que los Estados latinoamericanos se vuelvan plurinacionales, multi¨¦tnicos, donde los Gobiernos ancestrales de los ind¨ªgenas puedan coexistir, que puedan gozar de su presupuesto, que haya pol¨ªticas p¨²blicas interculturales, que los programas de educaci¨®n incorporen curr¨ªculum e idiomas ind¨ªgenas¡ Un futuro en el que se garantice la dignidad de los pueblos. La democracia en nuestros pa¨ªses pasa por reconocer esa diversidad.
P. Ahondando en eso, ?qu¨¦ pa¨ªs es el ejemplo a seguir?
R. En distintos pa¨ªses encontramos distintas experiencias positivas. Por ejemplo, yo vengo de Nicaragua. All¨ª hay regiones aut¨®nomas, reconocidas desde 1987, donde hemos podido transformar la mitad de Nicaragua en espacio de ejercicio de derechos de pueblos ind¨ªgenas y afrodescendientes, un 30% del territorio nacional est¨¢ titulado a favor de los derechos de los ind¨ªgenas. En M¨¦xico hay m¨¢s de 400 municipios con su propio sistema de autonom¨ªa reconocido por el tribunal electoral; Colombia, con acuerdos entre Gobierno e ind¨ªgenas para transferir competencias de salud y educaci¨®n a los cabildos ind¨ªgenas; el primer Gobierno comunitario ind¨ªgena en Bolivia¡ No hay un solo pa¨ªs, pero podemos encontrar distintos niveles de aceptaci¨®n de los derechos.
P. ?Y qu¨¦ pa¨ªs cree que tiene el peor escenario?
R. Hay pa¨ªses donde hemos visto mayor n¨²mero de asesinatos de l¨ªderes ind¨ªgenas. Honduras, Brasil, Per¨²¡ En los ¨²ltimos a?os se mantiene la lista de l¨ªderes asesinados. Pa¨ªses como Panam¨¢, que no han ratificado el Convenio 169 de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo sobre pueblos ind¨ªgenas. O como Surinam o Belice, que ni siquiera reconocen que existen pueblos ind¨ªgenas. Hay vac¨ªos importantes en la regi¨®n.
¡°La democracia en nuestros pa¨ªses pasa por reconocer la diversidad¡±
P. Usted es ferviente luchadora de los derechos de una mujer, la ind¨ªgena, cuyo papel se ha visto relegado tradicionalmente. En estos 25 a?os, ?ha mejorado su situaci¨®n?
R.Definitivamente. Uno de los campos en que m¨¢s hemos avanzado es el protagonismo de las mujeres ind¨ªgenas en la regi¨®n. Desde el mismo Fondo de Desarrollo hemos formado a m¨¢s de 500 mujeres que hoy ejercen cargos de diputadas, alcaldesas... Una de las cosas que me parece interesante es que hemos hecho una estrategia para luchar contra las distintas formas de violencia. Lo primero que hemos hecho es reclasificar violencia. Estamos preocupadas por la violencia dentro del hogar, y obviamente hay violencia dom¨¦stica en las comunidades ind¨ªgenas. Pero la violencia ha de analizarse teniendo en cuenta el racismo de la regi¨®n, el impacto de las industrias, el impacto de la contaminaci¨®n, con pesticidas y deshechos que afecta la salud reproductiva de las ind¨ªgenas. No trabajar solo violencia desde el hogar, tambi¨¦n factores estructurales. Y otro tema, la violencia propiciada por usos y costumbres, pues reconocemos que la administraci¨®n de justicia tradicional ind¨ªgena afecta de forma negativa a las mujeres.
P. ?Guarda alguna experiencia personal que le haya impactado especialmente?
R. [Se lo piensa]. Paraguay. Es uno de los pa¨ªses que siento que tenemos mucho trabajo que hacer. Es un pa¨ªs donde los territorios ind¨ªgenas est¨¢n siendo usados para la siembra de soja, la ganader¨ªa¡ es como la ¨²ltima frontera. O hacemos algo ah¨ª o ya lo vamos a perder.
P. ?Para cu¨¢ndo una presidenta ind¨ªgena en Latinoam¨¦rica?
R. [R¨ªe]. Bueno, hay una candidata en M¨¦xico [Mar¨ªa de Jes¨²s Patricio]. El hecho de que haya candidatas ya es un logro. Que en M¨¦xico se hayan atrevido es un mensaje simb¨®lico muy importante. Significa que nuestros propios hombres est¨¢n empezando a respetarnos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.