El rey de Arabia Saud¨ª nombra heredero a su hijo Mohamed

El rey Salm¨¢n de Arabia Saud¨ª ha nombrado heredero este mi¨¦rcoles a su hijo el pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n, destituyendo a su sobrino el pr¨ªncipe Mohamed Bin Nayef quien ocupaba ese puesto. La medida, largamente rumoreada, cierra un proceso iniciado poco despu¨¦s de la llegada al trono del octogenario Salm¨¢n en 2015, cuando por sorpresa situ¨® a su hijo favorito como segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n. El joven pr¨ªncipe, que entonces a¨²n no hab¨ªa cumplido los 30 a?os, ha acumulado en este tiempo m¨¢s poder que ning¨²n otro miembro de la familia real. Su promoci¨®n se interpreta como un respaldo a las ambiciosas y arriesgadas pol¨ªticas que ha emprendido tanto en las relaciones exteriores como en la econom¨ªa del mayor exportador de petr¨®leo del mundo.

El flamante heredero, al que diplom¨¢ticos y periodistas se refieren como MBS para distinguirle de otros pr¨ªncipes con el mismo nombre, ha pasado de ser un total desconocido incluso para la mayor¨ªa de los saud¨ªes, a erigirse en el hombre fuerte del Reino del Desierto en s¨®lo dos a?os. Ahora, adem¨¢s de convertirse en vice primer ministro, mantiene sus cargos como titular de Defensa, presidente del consejo supremo de ARAMCO (la empresa estatal de petr¨®leo) y, sobre todo, al frente del Consejo para Asuntos Econ¨®micos y de Desarrollo, un ¨®rgano supra ministerial encargado de las reformas econ¨®micas y sociales para la modernizaci¨®n del pa¨ªs desde la educaci¨®n a la sanidad, pasando por la vivienda.

Esa acumulaci¨®n de poder sin precedentes, que adem¨¢s ha utilizado para lanzar atrevidas iniciativas (desde la controvertida intervenci¨®n militar en Yemen hasta programas de ocio y recortes en los poderes de la polic¨ªa religiosa), ha despertado ampollas entre quienes se han sentido apartados de la toma de decisiones. Numerosos analistas se han venido haciendo eco de diferencias entre MBS y su primo Mohamed Bin Nayef (MBN), quien no s¨®lo ha dejado de ser heredero sino que tambi¨¦n ha cesado como ministro del Interior, un cargo en el que se gan¨® la confianza de EE. UU. por su colaboraci¨®n en la lucha antiterrorista.

La televisi¨®n estatal saud¨ª se ha apresurado a emitir un v¨ªdeo en el que MBN, de 57 a?os, expresa su lealtad al nuevo sucesor real, de acuerdo con la tradici¨®n saud¨ª, para acallar cualquier especulaci¨®n. Adem¨¢s, el joven de 35 a?os designado para sustituirle al frente de la cartera de Interior es un hijo de su hermano Saud, Abdulaziz Bin Saud Bin Nayef, tal vez un gesto hacia esa rama de la familia. Tambi¨¦n se ha cambiado la Ley B¨¢sica para que a partir del pr¨®ximo rey, el monarca y su heredero no pertenezcan al mismo linaje.

Pero sea cual sea el trasfondo de rivalidades palaciegas, el nombramiento de MBS como heredero env¨ªa sobre todo un mensaje de claridad sucesoria. El sistema din¨¢stico saud¨ª, que daba preeminencia a los sucesivos hijos del fundador del reino, Abdelaziz Ibn Saud, hab¨ªa convertido el pa¨ªs en una gerontocracia justo en un momento en el que vive la mayor explosi¨®n de juventud de su historia (dos tercios de los saud¨ªes tienen menos de 30 a?os). A la vez, los inevitables relevos en la corona creaban una peri¨®dica incertidumbre que se compadece mal con la estabilidad pol¨ªtica que exigen las inversiones requeridas para modernizar el pa¨ªs, algo que ha dejado de ser una opci¨®n para convertirse en un imperativo ante los bajos precios del petr¨®leo. El pr¨ªncipe Mohamed, que el pr¨®ximo 31 de agosto cumplir¨¢ 32 a?os, tendr¨¢ a¨²n mucho tiempo por delante cuando acceda al trono.

As¨ª lo han interpretado numerosos observadores, particularmente en medios econ¨®micos y financieros. El cambio da al pr¨ªncipe Mohamed mayor autoridad para sacar adelante su ambicioso plan de reducir la dependencia del petr¨®leo, uno de cuyos pilares es la venta de un 5 % de ARAMCO, cuyo tama?o y potencial puede convertirla, tras la salida a Bolsa, en la mayor empresa cotizada del mundo. Los beneficios de esa operaci¨®n ir¨ªan a un fondo soberano que tambi¨¦n dirige MBS.

¡°Colocar a Mohamed Bin Salm¨¢n como heredero ofrece garant¨ªas tanto dentro del reino como a los inversores internacionales y gobiernos extranjeros de que el programa de reformas va a continuar como estaba planeado¡±, declara a EL PA?S Andrew Hammond, autor de The Islamic Utopia: The Illusion of Reform in Saudi Arabia.

Del mismo modo, la promoci¨®n de MBS refuerza su apuesta por una pol¨ªtica exterior m¨¢s asertiva que se ha traducido no s¨®lo en la citada guerra en Yemen (que ha alentado la inestabilidad regional), sino en la exacerbaci¨®n de la rivalidad geoestrat¨¦gica con Ir¨¢n o el actual intento de aislar a Qatar. Estas pol¨ªticas marcan un claro distanciamiento con la l¨ªnea seguida hasta hace dos a?os por Arabia Saud¨ª y, como recuerda Hammond, ¡°han causado preocupaci¨®n entre los aliados occidentales¡±.

Este experto, que no descarta que la salud del rey haya influido en la decisi¨®n, se?ala que exist¨ªa la sospecha de que MBN ¡°pudiera canalizar la oposici¨®n a esas pol¨ªticas y apartar al hijo de Salm¨¢n de la sucesi¨®n¡±. En su opini¨®n tambi¨¦n puede haber pesado el riesgo de que esas medidas se hagan impopulares en el futuro. De ah¨ª la conveniencia de ¡°asegurar su posici¨®n cuanto antes¡±.

En cualquier caso, la familia real no ha querido correr riesgos. En un gesto de inusual transparencia la agencia estatal ha informado de que el cambio ha estado respaldado por 31 de los 34 miembros del Consejo de Lealtad, un ¨®rgano creado por el fallecido rey Abdal¨¢ para pactar la elecci¨®n de los futuros herederos y del que forman los hijos de Ibn Saud a¨²n vivos y algunos de los nietos m¨¢s influyentes. Adem¨¢s, el relevo se ha presentado acompa?ado de algunas medidas edulcorantes como una semana extra de vacaciones con motivo del Eid al Fitr (la fiesta que pone fin al mes de ayuno de Ramad¨¢n, a partir del pr¨®ximo d¨ªa 25) y el anuncio de que el rey repon¨ªa todos los complementos e incentivos que se retiraron a funcionarios y militares el a?o pasado, algo que ya se hab¨ªa estipulado el pasado abril.