Las derrotas agudizan la crisis interna de los dem¨®cratas
¡°Nuestra marca es peor que Trump¡±, dice un congresista tras la victoria republicana en Georgia
El republicano Donald Trump tiene la aprobaci¨®n m¨¢s baja (39%) de la historia reciente de un presidente al inicio de su mandato. La Casa Blanca est¨¢ sumida en el caos y Washington vive atenazado por la ¨²ltima revelaci¨®n de la trama rusa o el en¨¦simo tuit pol¨¦mico del mandatario. Trump est¨¢ siendo investigado sobre si trat¨® de obstruir a la justicia. Pese a todo esto, los republicanos han ganado las cuatro elecciones especiales celebradas este a?o. Las derrotas ¡ªlas ¨²ltimas el martes¡ª han agudizado la crisis interna de los dem¨®cratas desde las presidenciales de noviembre.
El Partido Dem¨®crata decidi¨® convertir en un refer¨¦ndum sobre Trump la elecci¨®n a un puesto de congresista vacante en Georgia, en un suburbio acomodado de Atlanta que los republicanos controlan desde 1979. Fue la elecci¨®n m¨¢s cara de la historia para un esca?o de la C¨¢mara de Representantes: se recaudaron m¨¢s de 50 millones de d¨®lares para la campa?a, muchos de donaciones de grupos de fuera del Estado que percibieron la votaci¨®n como una simb¨®lica prueba de fuego a favor o en contra de los cinco meses de presidencia de Trump.
El resultado fue un varapalo para los dem¨®cratas. La republicana Karen Handel, una pol¨ªtica de 55 a?os, se impuso, con un 52% de votos, al dem¨®crata Jon Ossoff, un documentalista de 30 a?os que encarnaba la renovaci¨®n que reclaman las bases progresistas. Handel logr¨® el mismo porcentaje de voto que Trump en ese distrito en las elecciones de noviembre. Si era un refer¨¦ndum, el presidente lo gan¨®.
La derrota supone un golpe de realidad para los dem¨®cratas. Ha reabierto las heridas y el proceso de introspecci¨®n que vive el partido desde la derrota de Hillary Clinton en noviembre, que muy pocos vaticinaban. ¡°Nuestra marca es peor que Trump¡±, dijo el mi¨¦rcoles el congresista Tim Ryan, de Ohio, que el a?o pasado trat¨® sin ¨¦xito de desbancar a Nancy Pelosi del liderazgo de la bancada dem¨®crata de la C¨¢mara. Ryan sostuvo que la marca dem¨®crata se ha hecho ¡°t¨®xica¡± en la mayor parte del pa¨ªs porque los votantes creen que el partido ¡°no conecta con los asuntos¡± que son importantes para ellos.
Pelosi, que lleva m¨¢s de una d¨¦cada en primera l¨ªnea, est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n. Un peque?o grupo de dem¨®cratas pide su renuncia. La veterana congresista de California se defiende. ¡°Doy la bienvenida a la discusi¨®n¡±, dijo este jueves, pero no dio muestra de pretender ceder. Habl¨® de la ¡°unidad¡± del partido y abog¨® por dise?ar un mensaje econ¨®mico que ¡°todos podamos adoptar¡±.
Trump, por su parte, se jact¨® de la divisi¨®n dem¨®crata. En un mensaje en Twitter, ironiz¨® que la salida de Pelosi ser¨ªa ¡°muy mala para el Partido Republicano¡±.
De fondo, los progresistas libran una batalla ideol¨®gica y estrat¨¦gica entre dos corrientes que comparten un mismo objetivo: recuperar en las elecciones legislativas de noviembre de 2018 la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes y en el Senado.
La primera corriente, que representa la c¨²pula del partido y el joven Ossoff, abraza el rupturismo contra Trump, pero opta por un enfoque de oposici¨®n pragm¨¢tica. La segunda es una estrategia populista, encabezaba por el senador Bernie Sanders, que perdi¨® las primarias ante Clinton. Abogan por mandar un mensaje contra las ¨¦lites y de protesta social que permita seducir a parte de la clase trabajadora que sol¨ªa votar dem¨®crata pero que se decant¨® por Trump en las presidenciales.
Pese a las derrotas, hay incipientes signos de optimismo para los dem¨®cratas. Perdieron en las elecciones de Georgia, pero forzaron a que grupos republicanos invirtieran 18 millones de d¨®lares para defender un distrito que hasta poco era un feudo conservador. Tambi¨¦n fueron derrotados en un esca?o vacante en Carolina del Sur pero por un estrecho margen.
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