Espa?a y otros pa¨ªses frenan el intento de Macron de regular el libre comercio

Emmanuel Macron recibi¨® este viernes una primera muestra de que los cambios en la UE se cocinan a fuego lento. Buena parte de la familia europea ¡ªcon Espa?a, Portugal y Grecia al frente¡ª rebaj¨® la ambici¨®n de uno de los principales postulados del presidente franc¨¦s: que Europa se proteja frente a los pa¨ªses que ejercen competencia desleal. Las conclusiones del Consejo Europeo sobre comercio evitaron pedir un marco comunitario que pueda frenar inversiones extranjeras en sectores estrat¨¦gicos, como hubiera deseado Macron.

El debate ya se preve¨ªa complejo. Europa desea situarse como el mayor baluarte del libre comercio frente al proteccionismo que abandera el presidente estadounidense, Donald Trump. Pero al mismo tiempo quiere impedir algunas pr¨¢cticas comerciales predatorias que destruyen puestos de trabajo y alimentan el discurso antiglobalizaci¨®n. Ese punto de equilibrio se interpreta de manera muy diferente seg¨²n el pa¨ªs del que se trate. Espa?a, Portugal y Grecia defendieron la apertura comercial y reconocieron que no se pueden permitir rechazar inversiones provenientes de terceros pa¨ªses (las chinas son las que m¨¢s recelos suscitan) si desean mantener el crecimiento econ¨®mico, seg¨²n diversas fuentes europeas consultadas.

As¨ª, los gobernantes espa?ol, portugu¨¦s y griego forjaron una alianza improvisada con otros cuya ferviente defensa del librecambismo (Holanda e Irlanda) les imped¨ªa aceptar la iniciativa francesa de proteger a determinados sectores sensibles de la inversi¨®n extranjera. La propuesta qued¨® finalmente como un vago llamamiento a la Comisi¨®n Europea a que analice las inversiones de terceros pa¨ªses en ¨¢mbitos considerados estrat¨¦gicos. Fuentes comunitarias aseguran que el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, lo har¨¢ en el debate sobre el estado de la Uni¨®n que se celebrar¨¢ en septiembre. Se trata esencialmente de determinar cu¨¢les son los sectores estrat¨¦gicos y c¨®mo se puede estrechar su protecci¨®n. Pero esa iniciativa ¡°respetar¨¢ plenamente las competencias de los Estados miembros¡±, seg¨²n exigen las conclusiones del Consejo, una enmienda que respaldaba Espa?a.

Macron prefiri¨® pasar por alto que la redacci¨®n final de las conclusiones se ha visto muy rebajada, y persever¨® en el mensaje que viene lanzando desde su llegada al El¨ªseo. "Europa no puede ser na¨ªf", dijo. "Europa est¨¢ a favor del libre comercio, pero debe responder con reciprocidad si otros pa¨ªses bloquean el acceso a sus mercados".

Tanto la canciller alemana, Angela Merkel, como el propio Juncker se alinearon con esa posici¨®n. "Si las empresas europeas tienen acceso a las licitaciones p¨²blicas en Estados Unidos, entonces podremos decir s¨ª al acceso de las empresas estadounidenses a los contratos p¨²blicos en Europa", concluy¨® Merkel. El ejemplo estadounidense ilustra el malestar que genera en la UE esa falta de reciprocidad con las reglas del comercio y la inversi¨®n. Algunos territorios (entre ellos Estados Unidos) ponen trabas a la inversi¨®n europea, mientras las empresas de esos pa¨ªses gozan de mucha mayor apertura para realizar sus actividades en Europa.