Pe?a Nieto se desdice de sus pol¨¦micas declaraciones y asegura que no amenazaba a periodistas

El presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto, ha tardado cuatro d¨ªas en salir al paso de las denuncias al Gobierno por espiar a periodistas y unas horas en desdecirse. Despu¨¦s de asegurar que esperaba que la ley se aplicara ¡°contra aquellos que han levantado estos falsos se?alamientos¡± el mandatario afirm¨® que no se trataba de una amenaza e insisti¨® en que se refer¨ªa a la orden que le hab¨ªa dado a la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica para que investigue las denuncias presentadas.

La primera referencia del presidente a las acusaciones de espionaje se produjo este jueves al mediod¨ªa, cuatro d¨ªas despu¨¦s de que The New York Times publicase un reportaje sobre c¨®mo tel¨¦fonos de periodistas, investigadores y defensores de derechos humanos intentaron ser contagiados por un malware llamado Pegasus. ¡°Ninguna de las persona que se sienta agraviada puede afirmar, o mostrar o evidenciar siquiera, que su vida se haya visto afectada, lastimada por esas supuestas intervenciones y por ese supuesto espionaje¡±, asegur¨® Pe?a Nieto. ¡°Somos una sociedad que las m¨¢s de las veces nos sentimos espiados. Yo mismo, como presidente de la Rep¨²blica, a veces recibo mensajes cuya fuente u origen desconozco, pero procuro, en todo caso, ser cuidadoso en lo que hablo telef¨®nicamente¡±, prosigui¨® el mandatario.

Durante la misma intervenci¨®n, Pe?a Nieto afirm¨® que hab¨ªa dado indicaciones a la PGR para que hiciese la investigaci¨®n correspondiente, ¡°para que con celeridad y prontitud pueda deslindar responsabilidades¡±. Fue el final de la intervenci¨®n lo que provoc¨® la pol¨¦mica y las cr¨ªticas de periodistas y organizaciones: ¡°Y espero, al amparo de la ley, pueda aplicarse contra aquellos que han levantado estos falsos se?alamientos contra el Gobierno¡±, asegur¨®.

El mandatario mexicano se vio obligado a salir horas despu¨¦s a matizar su comentario. Previamente, desde la Presidencia de la Rep¨²blica se llam¨® a varios medios, entre ellos EL PA?S, para asegurar que las palabras de Pe?a Nieto, en ning¨²n caso, se trataban de amenazas a periodistas y que el presidente lo aclarar¨ªa. ¡°No me confund¨ª, creo que me expliqu¨¦ inadecuadamente¡±, dijo el presidente en su segunda intervenci¨®n del d¨ªa. Preguntado por si hab¨ªa insinuado que habr¨ªa represalias, Pe?a Nieto incidi¨®: ¡°No lo lleven a lo que nunca he se?alado ni siquiera he dado como indicaci¨®n. ?Por qu¨¦ habr¨ªa de tener alguna acci¨®n contra la libertad de expresi¨®n?¡±

¡°Lo que puntualic¨¦ es que se den curso a las denuncias de los periodistas¡±, a?adi¨® el presidente mexicano, para despu¨¦s deslindarse de cualquier responsabilidad. ¡°Si hay alguien dentro del Gobierno que eventualmente ha tenido una actividad ilegal, que sea la Procuradur¨ªa quien lo explique. Este se?alamiento hacia al presidente y el Gobierno es inadmisible¡±. Pe?a Nieto afirm¨® que las denuncias ¡°no vienen m¨¢s que de una especulaci¨®n a partir del equipo que [el Gobierno] adquiri¨® y que no ha rechazado haber adquirido¡±. El presidente admite, pues, que el Ejecutivo cuenta con esa tecnolog¨ªa, aunque insisti¨® en que solo se emplea en la lucha contra el crimen organizado.

La PGR ha iniciado la investigaci¨®n del espionaje, supuestamente orquestado desde el Gobierno, en contra de periodistas y defensores de derechos humanos. Las indagaciones ser¨¢n coordinadas por la Fiscal¨ªa especial para la atenci¨®n de delitos cometidos contra la libertad de expresi¨®n (Feadle). Las autoridades investigan la posible comisi¨®n de dos delitos. El primero, intervenir comunicaciones privadas sin mandato judicial. Esto ser¨ªa sancionado por 12 a?os de prisi¨®n, seg¨²n el C¨®digo penal federal. El segundo ser¨ªa el acceso il¨ªcito a equipos de inform¨¢tica, que podr¨ªa ser castigado hasta con dos a?os de c¨¢rcel.

El informe Gobierno esp¨ªa documenta 88 intentos de infecci¨®n con un software comerciado por una empresa israel¨ª a Gobiernos. Los ataques, denunciados por investigadores del Citizen Lab de la Universidad de Toronto y la organizaci¨®n en defensa de los derechos digitales R3D, se suman a la ola de violencia contra miembros de la prensa en el pa¨ªs, que ha dejado a siete periodistas muertos en lo que va del a?o. El Gobierno ha sido criticado por dos frentes: su incapacidad de presentar avances que esclarezcan los asesinatos de los comunicadores y el supuesto af¨¢n de mantener a raya a los periodistas mediante el espionaje.