¡°El camino que ha abierto Francisco no puede ir hacia atr¨¢s¡±

A Juan Jos¨¦ Omella, arzobispo de Barcelona y nuevo cardenal de la capital catalana, el nombramiento le pill¨® haciendo lo que le m¨¢s le gusta. El domingo por la ma?ana oficiaba una misa en una parroquia de barrio e inauguraba un local de Caritas. Estaba con la gente, como casi siempre. Son¨® el tel¨¦fono. ¡°Felicidades, cardenal¡±. Era un amigo obispo, un bromista, recuerda con una carcajada. Pero esta vez era verdad, el Papa le quer¨ªa todav¨ªa m¨¢s cerca. Buscaba a ese tipo de pastor con olor a oveja, como suele decir el Pont¨ªfice. Cercano, humilde y pr¨®ximo a las periferias. Y Omella cumple perfectamente con ese el perfil.

Este mi¨¦rcoles recibir¨¢ el birrete y el anillo de manos del Papa. Barcelona es sede cardenalicia, as¨ª que pod¨ªa haber fantaseado con esa idea. De hecho, ¨¦l ser¨¢ el octavo purpurado de la ciudad. Pero asegura que no lo sospechaba. ¡°Con este papa, que siempre busca las periferias, no pensaba que fuera as¨ª. Barcelona no es que lo sea mucho¡±, explica en una de las dependencias vaticanas 24 horas antes de su nombramiento.

Omella siempre viaja solo, hace la compra ¡°cosa que seguir¨¦ haciendo¡±¡ª y no necesita asistentes para minucias. Minutos antes de la entrevista, pasea por la plaza de San Pedro y se para a saludar a quien le conoce. Siempre dice que su sue?o era ser cura de pueblo, nada m¨¢s. ¡°Bueno, ahora ser¨¦ consejero del Papa, s¨ª. Y me da miedo, porque yo como cura de pueblo sab¨ªa lo que pod¨ªa hacer, pero esto es m¨¢s complicado. Si ¨¦l me lo pide lo har¨¦ con confianza y lealtad¡±.

Rezo para que haya un di¨¢logo, sin confrontaci¨®n, con respeto y un trabajo por el bien com¨²n" (sobre el tema catal¨¢n)

Y uno de los temas por los que seguro le preguntar¨¢ en alg¨²n momento es el conflicto catal¨¢n. Gran defensor de la b¨²squeda de acuerdos y di¨¢logo, estar¨ªa encantado de que la celebraci¨®n de este mi¨¦rcoles, a la que acudir¨¢n la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, y el President de la Generalitat, Carles Puidgdemont, sirva para acercar posturas. ¡°Lo hemos dicho los obispos de Catalu?a y yo rezo para que haya un di¨¢logo, sin confrontaci¨®n, con respeto y un trabajo por el bien com¨²n. En lo dem¨¢s ya no entro porque es pol¨ªtica. Un padre no quiere que lo hijos lleguen a una discusi¨®n¡±, se?ala.

Pero, ?le gustar¨ªa que este encuentro sirviese para acercar posturas? ¡°S¨ª, pero no es la primera vez que se ven. Me gustar¨ªa que las posturas se acercaran algo m¨¢s. Si se abandonan las posiciones radicales y se escucha al otro se llega a acuerdos. Hay que caminar para el bien com¨²n¡±.

En ese camino, este mi¨¦rcoles recibir¨¢ una responsabilidad concreta y un templo en Roma. Y encontrar¨¢ una Iglesia en plena transformaci¨®n. Pero las reformas del Pont¨ªfice se topan a menudo con resistencias con las que tambi¨¦n tendr¨¢ que lidiar. ?l, como Francisco, no le da importancia. Al menos p¨²blicamente. ¡°El ser humano siempre tiene miedo a los cambios. Todos tenemos resistencias. En la vida ordinaria sucede igual, los j¨®venes piden cambios a los padres. El Papa ha abierto la v¨ªa de una Iglesia de salida, sin miedo, que escucha. El camino de Francisco, que ya inici¨® Juan XXIII, est¨¢ abierto y no puede ir hacia atr¨¢s¡±.