Irak proclama ¡°el fin de la falsedad¡± del ISIS tras la toma de la mezquita de Mosul
El primer ministro afirma que los soldados perseguir¨¢n "para matar y detener hasta al ¨²ltimo" de los yihadistas
Las fuerzas gubernamentales iraqu¨ªes han anunciado este jueves que han recuperado la hist¨®rica mezquita de Mosul desde la que se proclam¨® el Estado Isl¨¢mico (ISIS) o Califato. En realidad, los soldados han tomado las ruinas del templo, ya que los ¨²ltimos militantes de ese grupo que a¨²n resisten en la ciudad iraqu¨ª destruyeron el templo hace una semana al verse asediados. Es s¨®lo cuesti¨®n de d¨ªas antes que los soldados logren recobrar la totalidad del casco antiguo donde se parapetan los yihadistas, pero sus comandantes ya cantan victoria. Menos claro resulta el destino del ISIS una vez que Mosul haya sido liberado.
El primer ministro iraqu¨ª, Haider al Abadi, ha asegurado que la captura significa "el fin del Estado de la falsedad" del ISIS, seg¨²n Reuters. El comunicado militar se mostraba m¨¢s contenido: ¡°Las fuerzas antiterroristas han tomado el control de la mezquita de Al Nuri y del [minarete] Jorobado. Las operaciones prosiguen¡±.
¡°Todav¨ªa quedan duros combates por librar pero la Coalici¨®n continuar¨¢ estando al lado de nuestros socios iraqu¨ªes hasta que Mosul que de completamente liberado del ISIS y el ISIS sea completamente derrotado en todo Irak¡±, ha se?alado a EL PA?S un portavoz de la coalici¨®n militar internacional que lidera EEUU.
La captura de la mezquita medieval constituye sobre todo una victoria simb¨®lica. Desde su p¨²lpito, el l¨ªder del ISIS, el ahora fugitivo Abu Bakr al Bagdadi, declar¨® hace tres a?os su Califato, un imaginario Estado isl¨¢mico sin fronteras en el que todos los musulmanes le deb¨ªan obediencia a ¨¦l, elevado al rango de califa, o comendador de los creyentes. El hartazgo de la poblaci¨®n local (mayoritariamente sun¨ª) con el Gobierno central (controlado por partidos islamistas chi¨ªes), la corrupci¨®n entre las fuerzas de seguridad y la ausencia de instituciones del Estado, facilitaron que aquella tropa mezcla de insurgentes, yihadistas e iluminados se hiciera con la segunda ciudad de Irak y lograra avanzar hasta casi las puertas de Bagdad.
El impacto y la brutalidad demostrada por la banda provocaron una reacci¨®n simult¨¢nea de los pol¨ªticos iraqu¨ªes y la comunidad internacional que se coalig¨® para prestarles apoyo. Desde entonces, las fuerzas locales, con el apoyo material y a¨¦reo de EE. UU. (el m¨¢s activo del medio centenar de pa¨ªses que respaldan la operaci¨®n) han logrado revertir poco a poco, y con un gran coste humano, aquella situaci¨®n. Desde que hace ocho meses lanzaron la ofensiva para recuperar Mosul, el objetivo era Al Hadba (el Jorobado), el caracter¨ªstico minarete del siglo XII sobre el que las huestes del ISIS colocaron su bandera negra.
De ah¨ª que la semana pasada lo destruyeran, en un reconocimiento impl¨ªcito de su inminente derrota, tal como manifest¨® Al Abadi. Al igual que los responsables militares, el primer ministro ha reiterado varias veces desde entonces que el final de la batalla de Mosul es ¡°cuesti¨®n de d¨ªas¡± y, en su calidad de comandante jefe, dado instrucciones para ello.
Pero el final est¨¢ resultando especialmente costoso, tanto por la presencia de los 50.000 civiles que a¨²n se cree atrapados en el ¨²ltimo kil¨®metro cuadrado en manos de los milicianos del ISIS como por la determinaci¨®n de estos, estimados en tres centenares, en morir matando. De acuerdo con testimonios de quienes han logrado escapar de su f¨¦rula recogidos por las agencias de noticias, los yihadistas utilizan a los civiles como escudos humanos, se esconden entre ellos, disparan a los que intentan escaparse y llenan de trampas explosivas las zonas de las que se retiran para dificultar el avance de los soldados. Algunos se han colado entre quienes hu¨ªan y se han hecho estallar.
La recuperaci¨®n de Mosul marcar¨¢ el final del pretendido Califato en el lado iraqu¨ª de la frontera. El ISIS a¨²n controla la ciudad siria de Raqa y sus alrededores. All¨ª, varias milicias locales lideradas por una fuerza kurda que respalda EE. UU. intentan tambi¨¦n su desalojo. Es s¨®lo cuesti¨®n de tiempo. Sin embargo, el gran reto tanto en Irak como en Siria es encontrar un arreglo pol¨ªtico que reste atractivo a la ideolog¨ªa supremacista sun¨ª propugnada por ese grupo.
Tal como llevan tiempo advirtiendo diversos expertos, el ISIS, que surgi¨® como una insurgencia y evolucion¨® hacia un proto Estado, se ha metamorfoseado en una organizaci¨®n terrorista. De hecho, sus c¨¦lulas ya han empezado a atentar en el este de Mosul (liberado el pasado enero), en Kirkuk (una ciudad petrolera iraqu¨ª que se disputan ¨¢rabes y kurdos) e incluso en Bagdad, cuya seguridad hab¨ªa sido muy reforzada. Adem¨¢s, su mensaje de odio y terror sigue vivo en el lado oscuro de Internet, en m¨²ltiples webs y foros yihadistas, atractivos para quienes se sienten alienados en Irak, en Siria o en cualquier otra comunidad isl¨¢mica del mundo. Es una batalla pendiente.
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