La Polic¨ªa de Buenos Aires dispersa a la fuerza un corte de calles en plena campa?a electoral
Gesto de firmeza del Gobierno, que usa pelotas de goma, algo poco usual en Argentina, para desbloquear la avenida 9 de julio
La campa?a electoral ha comenzado en Argentina. Y no s¨®lo porque ya est¨¢n los nombres de quienes competir¨¢n en las elecciones primarias de agosto, paso previo a la batalla final el 22 de octubre. Ha comenzado tambi¨¦n en la calle, donde ha sido evidente que los sectores populares m¨¢s combativos no dar¨¢n tregua a Mauricio Macri, a qui¨¦n consideran un presidente que se olvida de los pobres. El mi¨¦rcoles por la tarde, luego de casi dos a?os de manifestaciones pac¨ªficas y cortes casi diarios de calles y avenidas, la polic¨ªa decidi¨® desalojar por la fuerza una protesta sobre la 9 de julio, la principal avenida de Buenos Aires. Ha sido una muestra de lo que podr¨¢n esperar de ahora en m¨¢s los argentinos: una tensi¨®n social creciente y un Gobierno que ha decidido no mostrarse d¨¦bil ante los reclamos.
La jornada de protesta comenz¨® cerca del mediod¨ªa cuando grupos sociales decidieron acampar frente al ministerio de Desarrollo Social. El edificio es uno de los pocos que sobrevivi¨® al ensanche de la 9 de julio y se erige como un t¨®tem de cemento en medio de la avenida. La expresidenta Cristina Kirchner decidi¨® montar sobre su fachada el rostro de Eva Per¨®n tal como se ve el del Che Guevara en la Plaza de la Revoluci¨®n en La Habana. Frente a esa enorme escultura los grupos piqueteros cortaron la avenida para reclamar m¨¢s planes sociales y repudiar lo que consideran una pol¨ªtica oficial contraria a los pobres y los trabajadores. Hasta ah¨ª una jornada cl¨¢sica de protestas en Buenos Aires.
El ambiente, sin embargo, se calent¨® poco a poco con las horas. A media tarde los piqueteros, como se llama a los grupos que apelan a los cortes de calle como forma de protesta, incendiaron neum¨¢ticos, mantuvieron el ret¨¦n y rompieron una de las condiciones que puso el gobierno de la Ciudad para no desalojar por la fuerza: cortaron los carriles exclusivos del Metrobus, la obra estrella de la administraci¨®n macrista. Exigieron as¨ª que un alto funcionario del Desarrollo Social los reciba para escuchar en primera persona su reclamo.
A esas alturas las negociaciones entre piqueteros y polic¨ªas estaban al l¨ªmite. Mientras el gobierno condicion¨® cualquier negociaci¨®n al levantamiento del corte, los manifestantes condicionaron el levantamiento del corte al inicio de una negociaci¨®n. "No vamos a permitir que avancen porque tenemos mujeres y pibes. Nos vamos a terminar cagando a palos entre nosotros y ellos (los funcionarios) se cagan de risa", le dijo Coco" Garfagnini, jefe de la agrupaci¨®n Tupac Amaru al jefe del operativo policial. Y as¨ª fue.
Como nunca antes hab¨ªa sucedido en Buenos Aires durante el macrismo, la polic¨ªa us¨® carros lanza agua y bolas de goma para dispersar a unos 200 manifestantes que les arrojaban piedras detr¨¢s desde detr¨¢s de los neum¨¢ticos encendidos. Los uniformados, en un pelot¨®n cerrado, cargaron sobre los piqueteros, que corrieron hacia las calles aleda?as rompiendo autos estacionados e incendiando tachos de basura. Todo el operativo dur¨® unos 15 minutos, termin¨® sin heridos y con siete detenidos, uno de ellos un menor de 14 a?os.
El Gobierno entr¨® as¨ª en el juego de controlar o entregar la calle a las protestas. Sabe que parte de la sociedad, harta de los cortes de calle, vio con buenos ojos el desalojo violento de hoy y la "mano dura" contra los grupos piqueteros. Pero sabe tambi¨¦n que otra parte desprecia la violencia, sobre todo los sectores que durante 12 a?os apoyaron la pol¨ªtica de "mano blanda" del kirchnerismo contra las demandas sociales. Una disyuntiva que el gobierno deber¨¢ resolver atento a los avances de la campa?a electoral.
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