Los ni?os que se evaporan

¡°He huido del centro dos d¨ªas despu¨¦s de haber llegado, con otros compatriotas... inclusive algunos [ni?os] muy peque?os se han ido solos. La Polic¨ªa nos ha perseguido, pero no ha logrado alcanzarnos. Ahora duermo en el suelo, en la estaci¨®n [de trenes]... espero poder irme, no s¨¦ cu¨¢nto tiempo me quedar¨¦, tiene que llegarme el dinero. Luego ir¨¦ a Mil¨¢n, y despu¨¦s... veremos c¨®mo hacerlo, no lo s¨¦". M., de 16 a?os, es uno de los miles de menores migrantes no acompa?ados que cada a?o llegan a las costas italianas. Las autoridades transalpinas le perdieron la pista cuando decidi¨® huir del centro de primera acogida para seguir su viaje hasta Alemania, donde dice tener unos familiares. La ONG Oxfam Interm¨®n, que recoge su historia en el informe Grandi speranze alla deriva, denunci¨® a finales del a?o pasado que en Italia desaparecen 28 minores migrantes cada d¨ªa.

M¨¢s informaci¨®n

Radiograf¨ªa de los menores migrantes que llegan solos a Ceuta y Melilla

Unicef cifra en unos 50 millones el n¨²mero de ni?os desplazados

El Mediterr¨¢neo Central se ha convertido en la principal puerta de entrada de migrantes a Europa tras el cierre de la ruta balc¨¢nica. M¨¢s de un tercio de los 100.000 ni?os que llegaron a Grecia, Italia, Bulgaria y Espa?a en 2016 viajaban solos, seg¨²n los ¨²ltimos datos de Unicef. El 92% de ellos (25.800) desembarc¨® en Italia, en su gran mayor¨ªa varones de entre 15 y 17 a?os procedentes de Eritrea, Gambia, Nigeria, Egipto y Guinea. "Muchos de estos chicos rechazan ir a los centros de primera acogida porque tienen direcciones precisas adonde ir; los eriteros por ejemplos saben que con las reglas de Dubl¨ªn [que imponen pedir asilo en el primer pa¨ªs europeo al que se llega] deber¨ªan de quedarse aqu¨ª y no quieren", explica Andrea Iacomini, portavoz de Unicef en Italia.?

En enero del a?o pasado, Europol alert¨® de que 10.000 menores migrantes no acompa?ados hab¨ªan desaparecido a las pocas horas de haber llegado a Europa. "Un dato que llama la atenci¨®n es que en Italia se ha perdido la pista de la mitad de ellos y de 1.000 en Suecia", contin¨²a Iacomini. "Muchos creen haber llegado a Madrid o Par¨ªs [...]; durante las primeras 72 horas est¨¢n aterrorizados porque no reciben la informaci¨®n correcta y un 25% de ellos "se evapora" por esta raz¨®n", a?ade. Los dem¨¢s huyen despu¨¦s de un tiempo m¨¢s largo: agotados por la burocracia interminable y por la falta de asesor¨ªa, deciden seguir solos su viaje hacia el norte de Europa y se convierten en carne de ca?¨®n para las mafias. En 2016, las alarmas proceden sobre todo de Italia, Alemania, Suecia y el norte de Francia. Eritreos, egipcios, somal¨ªes, afganos y gambianos son las nacionalidades de los menores que m¨¢s se fugan de los centros transalpinos.

Sara Collantes, experta en Pol¨ªticas de Infancia del Comit¨¦ espa?ol de Unicef, explica que el mismo sistema europeo de control ha nacido con deficiencias. "Inclusive dentro de los Estados miembros hay un problema de registro y est¨¢ fallando la coordinaci¨®n entre pa¨ªses", asegura. Coincide en que una de las circunstancias m¨¢s t¨ªpicas que causa la huida es la falta de informaci¨®n. "Pero en algunos centros hay tambi¨¦n problemas de violencia, prostituci¨®n... sin mencionar que los procesos de reunificaci¨®n familiar tardan a?os", argumenta, "as¨ª que los menores acaban confiando m¨¢s en los traficantes que en el sistema de acogida".

Seg¨²n la informaci¨®n recabada por Missing Children Europe, una red formada por 30 ONGs en 26 pa¨ªses y dirigida a menores desaparecidos y explotados sexualmente, la informaci¨®n acerca del paradero de los ni?os migrantes que han huido suele permanecer desconocida. Puede tratarse de adolescentes no acompa?ados que han pedido asilo (m¨¢s de 60.000 demandas en 2016, seg¨²n Eurostat) o que quieren solicitarlo en alg¨²n otro Estado miembro.

El pasado abril, el comisario europeo de Migraci¨®n, Dimitris Avram¨®poulos, sugiri¨® incluir las fotograf¨ªas y huellas dactilares de los menores en la base de datos del Sistema de Informaci¨®n de Schengen, donde se almacenan los datos de las personas desaparecidas en territorio comunitario. Pero como la intensificaci¨®n de los controles de frontera no frena la llegada de migrantes, no todos conf¨ªan en que el refuerzo de los registros tenga ¨¦xito en evitar la desaparici¨®n de los ni?os. "Primero hay que entender por qu¨¦ huyen", remacha Collantes.

Italia aprob¨® a finales de marzo la ley Zampa, el primer texto org¨¢nico dirigido a mejorar los sistemas de protecci¨®n y acogida de los ni?os migrantes no acompa?ados. Entre las medidas previstas ¡ªpor las que se han dispuesto 600 millones de euros¡ª est¨¢n contempladas la prohibici¨®n de rechazar a los menores en frontera, la reducci¨®n de los tiempos de permanencia en los centros de primera acogida, la creaci¨®n de un sistema nacional de informaci¨®n, el nombramiento de tutores y el apoyo de medidadores culturales cualificados.?

La Uni¨®n Europea, por su parte, ha aprobado una recomendaci¨®n?¡ªno vinculante¡ª en la que marca la hoja de ruta que deben de seguir los Estados miembros para proteger a los ni?os migrantes. El texto prev¨¦ una mayor coordinaci¨®n transfronteriza, la aplicaci¨®n del principio de no devoluci¨®n y no detenci¨®n y una mejora del proceso de reunificaci¨®n familiar, entre otras medidas. "Este es un paso important¨ªsimo por parte de Europa, pero tiene que definirse", alerta Collantes: "No hay que olvidar que solo un mes antes estaba recomendando expulsar a m¨¢s migrantes".