El gran atentado que sue?a Al Qaeda

Al Qaeda Central est¨¢ callada, pero no muerta. Los servicios de inteligencia e informaci¨®n europeos y anglosajones llevan a?os pregunt¨¢ndose qu¨¦ est¨¢ preparando Abi Mohamed Ayman al Zawahiri, de 65 a?os, el hombre que sucedi¨® a Osama bin Laden tras su muerte en Abbottabad (Pakist¨¢n) en 2011. Todos coinciden en que la organizaci¨®n terrorista necesita recuperar su protagonismo de anta?o y salir de la sombra en la que la ha situado el Estado Isl¨¢mico (ISIS) con la creaci¨®n de un califato en Siria e Irak y la cadena de atentados en Europa.

?D¨®nde, cu¨¢ndo y c¨®mo va a volver actuar Al Qaeda para hacerse patente? Informes de distintos servicios antiterroristas valoran de distinta manera la actual capacidad de la Base (Al Qaeda). Pero algunos coinciden en que el objetivo so?ado de este grupo desde su creaci¨®n es la guerra qu¨ªmica y bacteriol¨®gica, ataques masivos con venenos que provoquen la muerte de miles de personas, armas con las que ya ensayaron en los a?os noventa en los campos afganos de los que existen v¨ªdeos estremecedores.

Es lo que en Al Qaeda se denomin¨® entonces la nueva yihad. Ese fue el mandato que recibi¨® en 2001 Mustaf¨¢ Setmarian, el sirio espa?ol que implant¨® la semilla de la yihad en Espa?a, cuando se despidi¨® con besos y abrazos de bin Laden en las cuevas de Tora Bora (Afganist¨¢n), seg¨²n su propio relato.

Servicios europeos citan la guerra qu¨ªmica y bacteriol¨®gica como uno de sus primeros objetivos

Afortunadamente el mandato no ha sido cumplido. Setmarian, tras ser capturado por EE UU en Pakist¨¢n y entregado al r¨¦gimen de Bachar el Asad, sigue desaparecido, probablemente preso, y la nueva yihad la protagonizan los lobos solitarios que embisten a la multitud con camiones o acuchillan a los transe¨²ntes en las calles de Londres, Bruselas o Par¨ªs, otra obra del pelirrojo Mustaf¨¢ que siempre quiso convertir su lucha en una yihad urbana.

El sue?o de un ataque apocal¨ªptico superior a los 3.000 muertos del 11-S sigue vivo y para? Al Zawahiri su ejecuci¨®n es ahora m¨¢s necesaria que nunca. Especialmente cuando el ISIS est¨¢ al borde de una posible derrota final. Y este macabro proyecto no es una suposici¨®n. Sharif al Masri, un yihadista egipcio detenido en Pakist¨¢n en 2004, confes¨® a los agentes del FBI y la CIA que le interrogaron que Al Qaeda hab¨ªa conseguido lo que denominan ¡°la bomba sucia¡±, un artilugio nuclear casero en cuyo dise?o trabajan desde hace a?os.

La confidencia figura en un informe secreto de 15 folios elaborado en septiembre de 2008 por el Departamento de Estado de EE UU sobre Abu Faraj al Libi, considerado como uno de los presos m¨¢s valiosos de Guant¨¢namo. Un tipo al que otros yihadistas detenidos ligan con experimentos de guerra nuclear, qu¨ªmica y bacteriol¨®gica. Un personaje importante que fue nombrado jefe de operaciones de Al Qaeda tras la detenci¨®n en 2002 de Jalid Seij Mohamed, el cerebro del 11-S, tambi¨¦n preso en Guant¨¢namo.

Los mandos antiterroristas coinciden en su amenaza pero difieren en su capacidad

Sharif al Masri facilit¨® m¨¢s detalles: la supuesta bomba se encuentra en Europa, pero tiene dificultares para trasladarla. Si lograran moverla hasta su objetivo ¡°encontrar¨ªa operativos para hacerla estallar¡±. ¡°Los operativos ser¨ªan europeos o descendientes de ¨¢rabes o asi¨¢ticos¡±, dice el informe de los militares norteamericanos, desvelado en 2001 por este peri¨®dico.

Ning¨²n servicio de inteligencia ha podido demostrar la existencia de esa bomba, pero todos dan credibilidad a que los hombres de Al Zawahiri trabajan en ella. ¡°Siguen trabajando en el proyecto. No lo han abandonado¡±, afirma taxativo una fuente de la inteligencia norteamericana. "Trabajan en esa direcci¨®n", corrobora un mando de la lucha antiterrorista brit¨¢nica.

¡°No nos olvidamos de Al Qaeda. Sigue ah¨ª aprovech¨¢ndose del brillo del ISIS, pero ha sobrevivido a muchas crisis y reaparecer¨¢ con fuerza en cualquier momento. Tenemos unidades que trabajan espec¨ªficamente contra Al Qaeda¡±, afirma un responsable de inteligencia espa?ol. ¡°Sobre la amenaza de la bomba sucia creemos que hay m¨¦todos m¨¢s econ¨®micos y rentables, por ejemplo mediante ataques qu¨ªmicos m¨¢s convencionales que prefiero no precisar¡±, a?ade.

Una c¨¦lula salafista intent¨® en 2001 envenenar las aguas de v¨ªa Veneto, en Roma. Se han abortado tambi¨¦n varios ataques en los que se pretend¨ªa contaminar el metro de Londres. El alquiler de varios camiones de gran tama?o cargados de sustancias venenosas, tambi¨¦n, preocupa a las fuerzas de seguridad.

Un responsable de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional duda de su capacidad nuclear: ¡°Descarto que Al Qaeda pueda llevar a cabo un ataque nuclear porque para eso hace falta tener acceso a fuentes nucleares y eso es muy dif¨ªcil. Pero desde luego que la organizaci¨®n no est¨¢ muerta y no descartamos un gran atentado con el que pretenda recuperar su visibilidad. Todav¨ªa hay muchos grupos que le son fieles en ?frica, Filipinas, Indonesia, Pakist¨¢n y Afganist¨¢n. Est¨¢ ah¨ª latente y si el ISIS sufre una derrota y desaparece Al Baghdahi, Al Zawahiri disputar¨¢n el liderazgo de la yihad mundial. Pero hoy por hoy Al Baghdahi est¨¢ presente y Al Zawahiri es un l¨ªder virtual que se prodiga muy poco¡±.

John Brennan, el consejero de seguridad estadounidense, se equivoc¨® al aventurar que el pediatra Al Zawahiri no suceder¨ªa a bin Laden por su falta de carisma e implicaci¨®n en la guerra de Afganist¨¢n. El barbudo egipcio sigue libre, desde hace m¨¢s de 20 a?os oculto en su madriguera y, seg¨²n algunos servicios antiterroristas occidentales, dirige una organizaci¨®n capaz de provocar un da?o mayor del que hasta ahora ha causado el ISIS. ¡°No olvidemos que con Al Qaeda no hemos acabado ni despu¨¦s de la invasi¨®n de Afganist¨¢n¡±, recuerda el comisario de polic¨ªa espa?ol.