El esc¨¢ndalo de los mails rusos y Trump Jr. ahonda la fractura en EE UU

En casa de los Trump todo sigue igual. El hijo mayor del presidente de EEUU es ¡°inocente, transparente, abierto¡± y la investigaci¨®n por su reuni¨®n con una supuesta enviada del Kremlin supone ¡°la mayor caza de brujas de la historia pol¨ªtica¡±. No hay m¨¢s vueltas. Antes de volar a Par¨ªs, Donald Trump dej¨® clara su doctrina ante los republicanos y volvi¨® a intentar pasar p¨¢gina a un esc¨¢ndalo que cada d¨ªa fractura m¨¢s al pa¨ªs.

Esc¨¢ndalo o ruido. Dem¨®cratas y republicanos miran desde aceras distintas el desarrollo de la trama rusa. Para los primeros es el pu?al que puede acabar con el presidente; para los segundos, griter¨ªo que no conduce a ninguna parte.

A favor de los conservadores, juega que no hay detenidos ni acusados, tampoco ninguna prueba que incrimine directamente al presidente. Todo es a¨²n previo. Para la oposici¨®n, la nube de indicios que apuntan al Despacho Oval es apabullante y la maquinaria fiscal no ha hecho m¨¢s que ponerse en marcha.

La Casa Blanca, aunque su interior sea un hervidero y el presidente mont¨¦ en c¨®lera con cada nuevo cap¨ªtulo, intenta mostrar calma y distancia. Pero no logra apagar el fuego. Su acercamiento al presidente ruso la semana pasada en Hamburgo, lejos de marcar un inicio, ha vuelto a quedar en entredicho con las ¨²ltimas revelaciones.

La estrategia para enfrentarse a la nueva crisis ha sido ya ensayada otras veces. Negarlo todo. Hacer como si nada hubiera pasado. Eso fue lo que intent¨® Donald Trump Junior en la entrevista que concedi¨® al conservador Sean Hannity en la cadena Fox. Ah¨ª se vio que reunirse con una emisaria del Kremlin, esperar informaci¨®n t¨®xica contra una candidata rival, aceptar el juego de una potencia extranjera son para el primog¨¦nito asuntos menores. Hechos exagerados por una prensa ¡°sensacionalista, deshonesta y extremista¡± que ¡°no sirve a los intereses de su pa¨ªs¡±.

Elusivo y un punto despectivo, fue una ocasi¨®n de oro para ver al v¨¢stago presidencial escapar de sus propios actos. Insisti¨® en que la cita con la abogada result¨® un fiasco. ¡°No hubo nada. La habr¨ªa olvidado si no fuera por todo esto. Fueron 20 minutos literalmente perdidos¡±, dijo. Tampoco le import¨® que el encuentro se celebrase a instancias de Rusia. Para Trump Jr. en aquel momento lo ¨²nico importante era la liza electoral. ¡°Todo esto es anterior a la Rusiaman¨ªa, es anterior a este montaje de la prensa. Para m¨ª era una investigaci¨®n de oposici¨®n, pod¨ªan tener evidencias concretas sobre historias que hab¨ªamos o¨ªdo¡±.

- ¡°?Y no se lo dijo a su padre?¡±, pregunt¨® Hannity.

- ?Pero c¨®mo voy a dec¨ªrselo? Fue la nada¡±, respondi¨® Trump Jr.

Sin mayores repreguntas, ante un programa que le hab¨ªa presentado como una v¨ªctima del ¡°mal periodismo¡±, la entrevista prosigui¨® en in¨²tiles meandros. El primog¨¦nito, de 39 a?os, se limit¨® a repetir que la abogada aprovech¨® para hablar de sanciones, y que ¨¦l hab¨ªa respondido a un impulso natural y comprensible al abrirle las puertas. ¡°Alguien me mand¨® un correo. Eso no es cosa m¨ªa. Lo leo y respondo en consecuencia por si hay algo interesante ah¨ª. Creo que eso es muy com¨²n¡±.

La entrevista acab¨® con un apret¨®n de manos entre el presentador y Trump Junior. Su padre la hab¨ªa recomendado previamente en Twitter. Por la ma?ana, ensalz¨® a su hijo. Luego tom¨® el avi¨®n y se fue con Melania a reunirse con Emmanuel Macron en Par¨ªs.