La libertad de Liu Xia, el nuevo caballo de batalla entre China y Occidente
Tras la muerte de Liu Xiaobo, los esfuerzos de los allegados se centran en lograr que su esposa, potetisa y fot¨®grafa, pueda salir del pa¨ªs
?Cu¨¢l va a ser el futuro de Liu Xia tras la muerte de su marido, el premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo? Esa es ahora la gran preocupaci¨®n de los amigos de la pareja y de los defensores de los derechos humanos en China. Desde 2010, el a?o en que su marido recibi¨® el galard¨®n, esta poetisa y fot¨®grafa de 56 a?os se encuentra bajo arresto domiciliario aunque no se le han presentado nunca cargos, y su estado f¨ªsico y mental es muy d¨¦bil, seg¨²n cuentan sus allegados. Que ella pudiera ser libre y abandonar China era el ¨²ltimo deseo del preso pol¨ªtico, que insisti¨® hasta el ¨²ltimo momento en recibir tratamiento en el extranjero para que su esposa pudiera salir con ¨¦l.
¡°Hasta ahora, como esposa de Liu, el destino de Xia estaba vinculado al de su marido. Ahora Xiaobo ha muerto, y ella no es ninguna disidente. Es solo una esposa, que quiere tener amor en su vida, dedicarse a la fotograf¨ªa y la pintura. No representa ninguna amenaza¡± para el r¨¦gimen, sostiene el disidente y amigo de la familia Hu Jia. "Su padre y su madre han muerto en el ¨²ltimo a?o. Ahora el amor de su vida tambi¨¦n se ha ido". Ella sufre de depresiones y quiere abandonar todo lo que le recuerda los sufrimientos de los ¨²ltimos a?os. ¡°No s¨¦ cu¨¢n alta sea la probabilidad de que pueda salir, pero vamos a poner el 100% de nuestro esfuerzo en ello¡±, insiste Hu.
Por el momento, no ha sido posible contactar con ella ni con los escas¨ªsimos familiares a los que se les permiti¨® acompa?ar al activista en sus ¨²ltimos d¨ªas de vida, ha apuntado Hu. Los restos del disidente han sido trasladados a una funeraria en Shenyang, donde se encuentra el hospital en el que muri¨®, y las calles de alrededor se encuentran cortadas. Varios amigos de la familia que intentaron acercarse se vieron bloqueados por la Polic¨ªa.
Que se ponga en libertad de inmediato a Liu Xia y que se le permita marcharse al extranjero ha sido una constante en las reacciones de condolencia internacionales tras el anuncio de la muerte del premio Nobel, condenado a 11 a?os de c¨¢rcel en 2009 por reclamar en el manifiesto Carta 08 separaci¨®n de poderes, democracia y respeto a los derechos humanos.
Alemania le ha ofrecido asilo pol¨ªtico. La Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU ha expresado su preocupaci¨®n sobre su situaci¨®n. El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, ha reclamado que se le permita marcharse a donde ella prefiera.
Aunque no est¨¢ claro hasta qu¨¦ punto los gobiernos internacionales estar¨¢n dispuestos a presionar. Durante la enfermedad de Liu, el nombre del disidente no sali¨® a relucir ni una sola vez en p¨²blico de los labios de los l¨ªderes mundiales durante la reuni¨®n del G20 en Hamburgo de la semana pasada. Incluso horas despu¨¦s del fallecimiento del disidente, en una rueda de prensa en Par¨ªs, el presidente estadounidense, Donald Trump, y el franc¨¦s, Emmanuel Macron, se deshac¨ªan en elogios hacia el jefe de Estado chino, Xi Jinping: "es un tipo estupendo", dec¨ªa el uno; "uno de los mayores l¨ªderes mundiales", agregaba el otro.
Hasta el momento, China no ha indicado cu¨¢l ser¨¢ su decisi¨®n sobre Liu Xia. En su rueda de prensa diaria, el portavoz de Exteriores Geng Shuang se ha limitado a afirmar que desconoce las particularidades de su caso pero que, de todos modos, las decisiones sobre sus desplazamientos se gestionar¨¢n de acuerdo con la ley china de entradas y salidas del pa¨ªs.
Pero Pek¨ªn, que ya en 2010 reaccion¨® con ira a la concesi¨®n del Nobel a su preso pol¨ªtico, ha contestado con furia a los homenajes y a las cr¨ªticas. Geng revelaba en la rueda de prensa que ha presentado quejas diplom¨¢ticas formales ante Washington, Berl¨ªn, Par¨ªs y la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU por las declaraciones de esos gobiernos y entidades acerca de Liu Xiaobo, cuyo trato considera "un asunto interno".
El comit¨¦ Nobel noruego tambi¨¦n ha denunciado que el Consulado chino en Oslo ha rechazado aceptar una solicitud de visado a nombre de la presidenta de este organismo, Berit Reiss-Andersen, para poder asistir a los funerales por el premiado que, al ser condenado a la c¨¢rcel, asegur¨® que "no tengo enemigos. No conozco el odio".
Hasta el momento se desconocen tambi¨¦n cu¨¢les son los planes para las posibles exequias, dado que los allegados no pueden contactar con los familiares en Shenyang. Un grupo de amigos intent¨® llegar hasta la funeraria donde se cree que se encuentra el cuerpo en esa ciudad, aunque se vieron bloqueados por la Polic¨ªa. Seg¨²n han apuntado amigos de la familia, al parecer la intenci¨®n del Gobierno chino es incinerar el cuerpo y esparcir las cenizas en el mar. La ley china permite que la Direcci¨®n de Prisiones pueda tomar este tipo de decisiones sobre los cuerpos de los presos sin necesidad del visto bueno de la familia.
Un grupo de m¨¢s de 150 simpatizantes, entre ellos algunos de los principales disidentes, abogados de derechos humanos o intelectuales, han anunciado planes para crear un monumento en Internet a la memoria del premio Nobel.
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