El barco ultra que quiere frenar la inmigraci¨®n a trav¨¦s del Mediterr¨¢neo
Un grupo xen¨®fobo fleta una embarcaci¨®n para controlar a las ONG y bloquear los rescates
Este no es un verano cualquiera, sostienen Lorenzo Fiato y sus j¨®venes colegas del movimiento ultraderechista y xen¨®fobo Generaci¨®n Identitaria. Este a?o, explican en su web, toca renunciar a las vacaciones, comprometerse, pensar en otro tipo de actividad. Conviene prepararse para frenar la creciente africanizaci¨®n de Europa. Y para ello, este grupo surgido de los cachorros de un partido pol¨ªtico franc¨¦s opuesto al islam y a la inmigraci¨®n ha recaudado m¨¢s de 160.000 euros, ha fletado un barco de 40 metros y se dispone a lanzarse durante un par de semanas a ¡°monitorizar las actividades il¨ªcitas de las ONG¡± que rescatan a los migrantes. Llegado el caso, sostienen, tambi¨¦n a devolverlos a Libia.
La iniciativa se produce justo cuando en Italia, donde este a?o se prev¨¦ que lleguen 220.000 migrantes, algunos sectores pol¨ªticos piden declarar el estado de emergencia por la crisis migratoria y el populismo en este tema alcanza ya categor¨ªa de establishment. De momento todo tiene m¨¢s visos de terminar en boutade propagand¨ªstica que en ning¨²n tipo de misi¨®n patri¨®tica, como lo definen ellos. Pero el C-Star, el barco fletado por Defend Europe, navega camino de Catania procedente de Yibuti con una tripulaci¨®n pagada a trav¨¦s de un crowdfunding. Y no fue f¨¢cil, recuerdan. Debido a la presi¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica, PayPal les bloque¨® el primer intento de recaudaci¨®n y tuvieron que devolver el dinero. Sin embargo, lograron abrir otros canales para que miles de personas pudieran colaborar de nuevo. No les fue mal.
La nave, donde subir¨¢n 12 activistas de distintas nacionalidades ¡ªfundamentalmente austriacos, franceses y alemanes¡ª pretende patrullar con el resto de embarcaciones de las ONG que participan en tareas de rescate en aguas internacionales y demostrar que, a menudo, entran ilegalmente en aguas de Libia. M¨¢s all¨¢ del papel que se arrogan, amenazaron con entorpecer los rescates, pinchar las lanchas abandonadas y trasladar a migrantes de vuelta a Libia. Algo que es ilegal y que podr¨ªa generar un problema de seguridad en el mar. ¡°Nosotros no somos especialistas en socorro y no pretendemos hacerlo. Pero si tenemos que hacerlo, y esa es la ¨²ltima posibilidad, les devolveremos a Libia¡±, insiste Fiato.
El C-Star, que se ve a s¨ª mismo protegiendo los confines de Europa de una invasi¨®n, ten¨ªa que haber llegado ya a Sicilia para recoger a los activistas que durante dos semanas patrullar¨¢n las aguas internacionales. Pero ahora mismo, seg¨²n se?alan los radares mar¨ªtimos, est¨¢ retenido en el canal de Suez. ¡°Las iniciativas parlamentarias y la pol¨¦mica en los medios ha aumentado los controles¡±, admite su portavoz. De modo que ni siquiera est¨¢ claro que lleguen a Catania. De hecho, algunos pa¨ªses como Espa?a, en boca del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ya han anunciado que no permitir¨¢n la entrada a ning¨²n movimiento de este tipo.
Polo de atracci¨®n
Sin embargo, el discurso de fondo de Defend Europe coincide con el que lanz¨® hace dos d¨ªas Zoido ¡ª¡°hay que concienciar a las ONG de que no favorezcan la inmigraci¨®n irregular¡±¡ª y con el mismo que ha mantenido Frontex en los ¨²ltimos meses. Una campa?a que ha puesto sistem¨¢ticamente bajo sospecha el papel de las ONG, acus¨¢ndolas de cometer ilegalidades y de crear un polo de atracci¨®n para los migrantes. De esa idea se alimentan estos grupos ultraderechistas, como tambi¨¦n lo han hecho en Italia partidos como la Liga Norte o Movimiento 5 Estrellas, que lleg¨® a calificar a los barcos de rescate como ¡°taxis de inmigrantes¡±.
Bajo esa cobertura moral, rechazada por pol¨ªticos como la socialista Elena Valenciano, que ayer reclamaba que se apliquen a esta embarcaci¨®n todo tipo de controles, este grupo ¡°identitario¡± ya intent¨® en mayo bloquear durante varias horas en Catania el barco de rescate Aquarius, de la ONG SOS M¨¦diterran¨¦e. Una lancha con varios de sus miembros se cruz¨® delante del barco y encendi¨® bengalas de supervivencia. Lograron frenar su marcha hasta que llegaron los guardacostas. Algo parecido a lo que se prev¨¦ que pasar¨¢ en esta ocasi¨®n con el C-Star. En el v¨ªdeo que grabaron, una de los activistas racistas, Lauren Southern, lanzaba: ¡°Si los pol¨ªticos no paran los barcos, los pararemos nosotros¡±. Ese es el plan.
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