¡®Mafia capitale¡¯ no era una mafia
El juez condena a 19 y 20 a?os a los l¨ªderes de la organizaci¨®n, pero no aplica el agravante de asociaci¨®n mafiosa a ninguno de los 41 condenados que durante a?os se hicieron con los contratos de Roma
La sentencia iba a ser hist¨®rica. Por primera vez, un tribunal estaba a punto de reconocer oficialmente la existencia de una gran mafia en Roma. La quinta de Italia. As¨ª lo se?alaron los dos fiscales de la capital ¡ªGiuseppe Pignatone y Michele Prestipino¡ª, la polic¨ªa y los r¨ªos de tinta de periodistas que durante cuatro a?os glosaron las andanzas de sus protagonistas. Pero despu¨¦s de 270 audiencias, 46 imputados (16 con el agravante del 416 Bis por asociaci¨®n mafiosa), pol¨ªticos, funcionarios y un exterrorista tuerto de la ultraderecha metido en todas las cloacas desde los a?os ochenta que dirig¨ªa la organizaci¨®n conocida como Mafia Capitale, los jueces han decidido que el caso no es m¨¢s que un gran asunto de corrupci¨®n. El delito de asociaci¨®n mafiosa que ped¨ªa la fiscal¨ªa se desestima. Se rebajan las penas, cambia el r¨¦gimen carcelario de los condenados y Roma diluye su mito criminal. Pero los personajes y su modus operandi siguen siendo lo m¨¢s cercano a una mafia aut¨®ctona surgida en la capital de Italia.
En un v¨¦rtice de la organizaci¨®n criminal que carcomi¨® durante d¨¦cadas la ciudad de Roma, se?ala el tribunal, se encontraba Massimo Carminati, tambi¨¦n conocido como el Tuerto, el Rey de Roma o el Negro, por el personaje que se le dedic¨® en Romanzo Criminale, una de las series de ¨¦xito italianas. Antiguo sicario de la legendaria Banda della Magliana, perdi¨® un ojo en un enfrentamiento con los carabinieri en 1981. Durante la lectura de la sentencia, en una sala repleta donde tambi¨¦n estaba la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, la juez Rossana Ianniello tuvo que coger aire para pronunciar todos los delitos que le costar¨¢n 20 a?os de c¨¢rcel. Era el brazo armado, el m¨²sculo de una organizaci¨®n que utilizaba la amenaza borrosa de la intimidaci¨®n para lograr decenas de concursos p¨²blicos. A ojos del juez es solo un legendario criminal que dirig¨ªa una estructura delincuencial que corromp¨ªa organismos p¨²blicos y cuya vida se ha prestado estos a?os a la mejor literatura period¨ªstica. Aunque a algunos de sus autores, por cierto, les haya costado una escolta.
La Fiscal¨ªa de Roma, a quien algunos acusan ya de haber banalizado el concepto de asociaci¨®n mafiosa, sale muy tocada con esta sentencia. La revoluci¨®n legal y cultural del caso consist¨ªa en demostrar que los m¨¦todos mafiosos se dan la mano hoy con la corrupci¨®n en ¡°las zonas grises¡± del sistema p¨²blico, como suele decir el fiscal nacional Antimafia, Franco Roberti. Aunque no medie ya ni un solo disparo.
Pero m¨¢s all¨¢ de este debate, los 41 condenados a un total de 287 a?os entre rejas reflejan la envergadura de un caso ¨²nico. Hay funcionarios, empresarios y pol¨ªticos como el exjefe del grupo del Partido Democr¨¢tico (PD) en la regi¨®n, Luca Gramaziano (11 a?os de c¨¢rcel), o Mirko Coratti, expresidente del Consejo del Ayuntamiento de Roma y miembro tambi¨¦n del PD (6 a?os). Pero tambi¨¦n el administrador del servicio de recogida de basuras en tiempos del alcalde Gianni Alemanno, Franco Panzironi (10 a?os) o Luca Odevaine, exmiembro de la mesa de coordinaci¨®n de inmigraci¨®n en el Ministerio del Interior (6,5 a?os). Son la prueba de un sistema podrido durante d¨¦cadas.
La otra cabeza de la organizaci¨®n era Salvatore Buzzi, un empresario vinculado a las cooperativas de izquierdas habituado a las cloacas romanas despu¨¦s de haber pasado una larga temporada encerrado por el asesinato de un viejo socio. Ah¨ª coincidi¨® con Carminati y ambos reconocieron brillantes cualidades en el otro. Est¨¢ demostrado que pag¨® durante a?os a pol¨ªticos y funcionarios para hacerse con los contratos de la basura y las zonas verdes de Roma. La juez le ha impuesto 19 a?os de c¨¢rcel.
Pero ning¨²n magistrado, fiscal o polic¨ªa ha sido capaz de explicar mejor que Carminati ¡ªcon la ayuda de Tolkien¡ª a qu¨¦ se dedicaba la Mafia Capitale. Lo explicaba en una escucha policial. ¡°Los vivos est¨¢n arriba y los muertos abajo. Y nosotros estamos en el medio. Porque en este mundo de la Tierra Media todos se encuentran. A los del mundo de arriba les interesa que alguno del mundo de abajo les haga cosas que no puede hacer nadie, y entonces todo se mezcla¡±. El tribunal ha decidido que el mundo de en medio, como dio en llamar el caso, vuelva a las profundidades.
La abogada de Carminati corri¨® ayer a se?alar que ¡°se ha demostrado que Mafia Capitale no existe¡±. Tampoco sus lazos con la ¡®Ndrangheta o la Camorra. De modo que su cliente abandonar¨¢ el 41 Bis, el r¨¦gimen carcelario solo aplicable a los condenados por las actividades mafiosas que, durante a?os, tampoco existieron en Italia.
El 37% de los altos funcionarios municipales ha sido investigado
El Ayuntamiento de Roma, donde Virginia Raggi lleg¨® hace un a?o con la promesa de hacer una limpieza radical y aupada por la crisis que se viv¨ªa, es un pozo en el que el pasado regresa una y otra vez. Seg¨²n la agencia Ansa, 70 de los 190 altos funcionarios del Campidoglio han sido investigados en los ¨²ltimos tiempos por delitos que van del abuso de poder a la corrupci¨®n (el 36,8%). Solo en el ¨²ltimo a?o han llegado 10 imputaciones por hechos ocurridos entre cuatro y cinco a?os atr¨¢s. No es Raggi, es algo sist¨¦mico.
En una de las escuchas policiales a un colaborador de Massimo Carminati, este resum¨ªa su exitoso camino con los alcaldes: ¡°Con Rutelli empezamos a crecer. Con Veltroni nos fue bien. Pero con Alemanno, sobre todo en los aspectos sociales, hemos triplicado las ganancias¡±. Tampoco cambi¨® nada la llegada en 2013 de Ignazio Marino, un cirujano a quien preced¨ªa su fama de honestidad. En otra escucha, Salvatore Buzzi lo explicaba as¨ª: ¡°Si Marino se queda de alcalde otros tres a?os y medio, nos comemos Roma¡±.
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