La burocratizaci¨®n total

En M¨¦xico se burocratiz¨® el petr¨®leo y Pemex, nuestra empresa petrolera, quebr¨®. Se burocratizaron los ferrocarriles mexicanos, una proeza del dictador Porfirio D¨ªaz, quien construy¨® casi 20.000 kil¨®metros de v¨ªas f¨¦rreas, y los ferrocarriles quebraron. Se burocratiz¨® el campo cuando L¨¢zaro C¨¢rdenas, uno de los grandes destructores de la econom¨ªa mexicana, expropi¨® m¨¢s de 26 millones de hect¨¢reas y cre¨® ejidos sin dotarlos siquiera de una pala y un kilo de fertilizantes y el campo quebr¨®, cuando adem¨¢s huyeron 10 millones de campesinos mexicanos a Estados Unidos cuando comenz¨® el Plan Bracero al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Se burocratizaron las compa?¨ªas productoras de energ¨ªa el¨¦ctrica y las consolid¨® la Comisi¨®n Federal de Electricidad y quebr¨® tambi¨¦n la CFE.

Al menos en Am¨¦rica Latina la pol¨ªtica de expropiaci¨®n de bienes se ha traducido en fraudes escandalosos, en fuentes de corrupci¨®n y de irritaci¨®n social, en barriles sin fondo por donde escapan los ahorros de una naci¨®n. ?A qui¨¦n se le ocurre burocratizar la energ¨ªa, los laboratorios, los bancos, las carreteras, los ferrocarriles, las empresas en general de un pa¨ªs? ?A Castro, a Ch¨¢vez, a C¨¢rdenas y, hoy en d¨ªa, a Maduro? M¨¦xico, un pa¨ªs petrolero, importa hoy la mitad de sus gasolinas y del gas, porque la industria petroqu¨ªmica, tambi¨¦n burocratizada, quebr¨® o est¨¢ sepultada en la ineficiencia. Los consumidores de gas dom¨¦stico y de electricidad no dejamos de quejarnos por el costo de la energ¨ªa, que, adem¨¢s, desde un punto de vista industrial y comercial, nos hace menos competitivos. ?Qui¨¦n va a financiar la quiebra del sector paraestatal por malos manejos, ante la incapacidad de contratar m¨¢s deuda? El contribuyente mexicano, cuya paciencia est¨¢ a punto de agotarse porque una buena parte de los impuestos recaudados se extrav¨ªa en una cortina de humo densa y perversa.

Aun cuando Cuba, Nicaragua, Ecuador y Venezuela no han entendido todav¨ªa que el marxismo-leninismo-brejnevismo fue la gran mentira, la peor estafa del siglo XX, el resto de la comunidad latinoamericana deber¨ªa aprender ¡ªcreo que ya lo hizo¡ª de la catastr¨®fica pol¨ªtica expropiatoria y suicida de Venezuela. ?No fueron evidentes las ense?anzas derivadas del derrumbe escandaloso del Muro de Berl¨ªn o de la llamada por Churchill Cortina de Hierro? ?Acaso los comunistas de Am¨¦rica Latina no sintieron expuestas sus verg¨¹enzas al aire cuando se demostr¨® el fracaso del capitalismo de Estado, una versi¨®n muy distinta de la econom¨ªa china de nuestros d¨ªas? ?Por qu¨¦ insistir en el error y negar la evidencia? ?Qu¨¦ tal las malversaciones de fondos o peculados abiertos cometidos en Petrobras por m¨¢s que tenga capital mixto y la mayor¨ªa la posea el Estado brasile?o?

La lecci¨®n es o deber¨ªa ser muy clara: cuando se produce una burocratizaci¨®n masiva de la econom¨ªa, no tardar¨¢ en generarse un severo problema de desabastecimiento en casi todos los ¨®rdenes de la vida nacional, como es el caso venezolano. La burocracia, incapaz e indolente, resulta incompetente para abastecer los bienes y servicios demandados por la sociedad en materia de alimentos y medicinas, entre otros satisfactores industriales y comerciales de primera necesidad. Cuando el hambre aparece y la insatisfacci¨®n se desborda, entonces es menester recurrir a las fuerzas armadas para convencer a la naci¨®n de su obligaci¨®n de ser feliz, despu¨¦s de cancelar la libertad de expresi¨®n para no ¡°contaminar¡± a la comunidad y reprimir la protesta a trav¨¦s de la incomunicaci¨®n p¨²blica, sin olvidar la supresi¨®n de los poderes federales, un aut¨¦ntico estorbo cuando se trata de la ¡°burocracia democr¨¢tica¡±, algo as¨ª como la tiran¨ªa del proletariado, otro embuste m¨¢s de proporciones funestas.

Hoy en d¨ªa, Venezuela se suma a Cuba como ejemplo de lo que no debemos hacer en Am¨¦rica Latina. Es evidente que cuando fracasa el abastecimiento y la salud, y se cancelan las libertades y derechos humanos imprescindibles para una sana convivencia, adviene de manera inevitable el ba?o de sangre que nadie se merece y menos se le desea. Maduro deber¨ªa retirarse a la brevedad para disfrutar de los miles de millones de d¨®lares depositados en los bancos paname?os. Quien piense que volver¨¢ a manejar su cami¨®n cuando sea depuesto pr¨®ximamente por la fuerza de su alto cargo, se equivoca de punta a punta¡­