¡°La corrupci¨®n en Guatemala es estructural¡±
Iv¨¢n Vel¨¢squez analiza su labor para acabar con la impunidad en el pa¨ªs centroamericano
Acepta el t¨¦rmino ¡°quijote¡± como sin¨®nimo de idealista. Cuando a Iv¨¢n Vel¨¢squez, con una carrera p¨²blica como magistrado casi terminada en Colombia, le ofrecieron combatir la impunidad en Guatemala, donde se calcula que ronda el 97% y hasta el 99% para casos de violencia contra las mujeres, acept¨® convencido de que se pueden cambiar las cosas a mejor. El m¨¢ximo responsable de la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), organismo auspiciado por Naciones Unidas, cree en la ciudadan¨ªa como palanca de otro tipo de democracias m¨¢s participativas, apoyadas en una prensa que denuncie y despierte para, como dec¨ªan los guatemaltecos, que los corruptos pongan cara a la indignaci¨®n. Estuvo en Madrid, invitado por Oxfam Interm¨®n, para hablar de los desaf¨ªos de la cooperaci¨®n internacional.
Pregunta. ?Funciona Guatemala?
Respuesta. Guatemala, con un desarrollo institucional muy incipiente, vive un momento de transici¨®n frente a la gran dificultad que supone la corrupci¨®n. No creo que sea un Estado fallido. Lo que hemos visto con las investigaciones que venimos desarrollando es que el pa¨ªs ha sido capturado por redes il¨ªcitas desde hace d¨¦cadas. La corrupci¨®n aqu¨ª es estructural; est¨¢ dentro del sistema, pero es posible lograr la liberaci¨®n del Estado.
P. Ustedes hablan de avances respecto a su trabajo, pero los ¨ªndices de impunidad siguen siendo de v¨¦rtigo.
R. La CIGIG tiene dos actividades fundamentales: identificaci¨®n y persecuci¨®n de los cuerpos ilegales y propiciar condiciones para impedir que estas estructuras se reproduzcan.
En lo que hemos avanzado, junto al Ministerio P¨²blico (Fiscal¨ªa), es en empezar el proceso de desarticulaci¨®n de las redes criminales. Y eso, especialmente desde el 2015, se tradujo en la primera expresi¨®n de la ciudadana en las calles contra la impunidad, una actitud que gener¨® una nueva confianza por parte de los guatemaltecos, esperanza y, tambi¨¦n, un estado m¨¢s vigilante de ellos frente a las instituciones. Ese avance social no logra transformaciones inmediatas, pero si la ciudadan¨ªa se mantiene atenta, participa, propone y protesta hay una mayor posibilidad de construcci¨®n de democracia.
P. S¨ª, ?pero podr¨ªa puntualizar su avance en la lucha de esos porcentajes terribles de impunidad?
R. La actividad de la CIGIG no incide realmente en la reducci¨®n de la impunidad. Y no lo hace porque nosotros solo trabajamos en la persecuci¨®n de estructuras criminales. La reducci¨®n de la impunidad le corresponde al Ministerio P¨²blico.
En lo que s¨ª ha contribuido la CIGIG es en demostrar que la lucha contra la impunidad, o mejor, contra la corrupci¨®n, es posible. Ahora, ?c¨®mo puede enfrentarse el Ministerio P¨²blico a ella? Con m¨¢s presupuesto, m¨¢s recursos y m¨¢s personal¡ Con lo que tienen ahora es imposible frenar la corrupci¨®n. Los fiscales necesitar¨ªan 15 a?os para responder a los casos que tienen acumulados hasta enero de 2016, pero si solo se dedicaran a ellos, en ese tiempo se habr¨ªan cometido otros 15.000 casos nuevos. En las condiciones actuales la lucha contra la impunidad no va a triunfar por los exiguos recursos del sistema de justicia.
Nosotros decimos que es indispensable variar las condiciones actuales y demostramos que s¨ª se pueden hacer investigaciones serias y profundas que encuentren a los responsables de hechos grav¨ªsimos.
P. Para ser un funcionario de Naciones Unidas, su discurso suena muy pol¨ªtico.
R. Si eso se entiende como que la CIGIG tiene una pretensi¨®n de incidencia en los debates partidistas, digo absolutamente que no, que no somos pol¨ªticos. Pero si eso quiere decir que insistimos en que haya funcionarios de carrera, que la elecci¨®n de los altos cargos del sistema de justicia se haga de otra forma, que hablamos de cambios estructurales, s¨ª, mi discurso es pol¨ªtico.
Yo creo en la participaci¨®n ciudadana y en que hay que promover su inter¨¦s por lo p¨²blico. Creo que esa es la mejor garant¨ªa en la lucha contra la corrupci¨®n, una ciudadana interesada que busque formas de participaci¨®n. Tambi¨¦n digo que ser¨ªa conveniente un nuevo despertar ciudadano. Para algunos eso es incitar a la protesta, pero no, es algo que debe existir. Cuando no la hay, el terreno queda cultivado para la corrupci¨®n.
P. Pero esos despertares de la ciudadan¨ªa, como el que vivi¨® Guatemala en 2015, sirven de poco por s¨ª solos. Hacen falta cambios.
R. Es dif¨ªcil que la ciudadan¨ªa sostenga una reacci¨®n emotiva como la que vivi¨® Guatemala hace un par de a?os si no hay cambios. En Guatemala el retraso de la acci¨®n judicial incide en que no se den. Cuando no se ven sentencias, cuando no hay responsabilidades, cuando es probable que haya intereses en dilatar esos procesos, porque el tiempo calma las aguas, se puede olvidar ese despertar del 2015. La indiferencia es positiva para los corruptos.
P. ?Ustedes est¨¢n cerca de esos movimientos?
R. No. Ser¨ªa muy complicado. Muchos acaban articul¨¢ndose como movimientos pol¨ªticos, pero saludamos toda expresi¨®n ciudadana.
P. El narcotr¨¢fico impregna y envenena las sociedades. Y Guatemala est¨¢ geogr¨¢ficamente situada en un lugar estrat¨¦gico para su distribuci¨®n.
R. Guatemala es un punto estrat¨¦gico de paso de la droga, por lo que los intereses del narco son muy fuertes aqu¨ª. Y en un Estado d¨¦bil, y con poca presencia de las instituciones en muchas regiones, hay que prestarle mucha atenci¨®n a este problema. Porque, como pas¨® en Colombia, esas organizaciones adem¨¢s est¨¢n interesadas en tener control pol¨ªtico. Creo que aqu¨ª no se ha dimensionado bien el problema.
P. Con ese panorama, ?sigue siendo usted optimista?
R. El reto es enorme. Hay que generar una cultura de respeto por la legalidad. Hay muchos temas donde tenemos que avanzar. Una necesidad urgente es la reforma constitucional para modernizar el sistema de justicia y profundizar en la investigaci¨®n criminal. Falta mucho por hacer. ?Cu¨¢ntos a?os ser¨¢n necesarios? No lo s¨¦. Lo que s¨¦ es hay que empezar.
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