John Kelly, el general favorito de Donald Trump

Donald Trump nunca escondi¨® su predilecci¨®n por John Kelly. La ¨²ltima vez, este viernes al mediod¨ªa en Nueva York, pocas horas antes de anunciar en Twitter que el general retirado de los Marines ser¨¢ su nuevo jefe de gabinete. Kelly (Boston, 1950) es para Trump el arquetipo de hombre firme y con principios. Era el responsable hasta ahora, como secretario de Seguridad Interior, de la pol¨ªtica de mano dura contra la inmigraci¨®n irregular del presidente. Trump le elogiaba por su ¡°gran trabajo¡± en el descenso en la llegada de indocumentados a Estados Unidos.

Cuando tocaba tambi¨¦n lo pon¨ªa de ejemplo de superaci¨®n. Kelly perdi¨® en 2011 a su hijo de 29 a?os, que muri¨® como marine en Afganist¨¢n. Trump cont¨® la historia de su hijo Robert en un discurso en mayo en el cementerio de Arlington, el templo de los ca¨ªdos en combate. Kelly le escuchaba atentamente. A los cuatro d¨ªas de morir su hijo, el general de los Marines habl¨® ante j¨®venes militares en que, sin citarlo, lament¨® la creciente brecha entre el mundo civil y el castrense. ¡°Su lucha es vuestra lucha¡±, dijo entonces.

Trump nunca sirvi¨® en el Ej¨¦rcito y durante la campa?a electoral alarde¨® de ¡°saber m¨¢s que los generales¡±. Pero en la Casa Blanca se ha enamorado de los uniformados. Ha llenado el Despacho Oval de banderas militares y ha designado a tres altos cargos del Ej¨¦rcito como secretarios de Defensa y Seguridad Interior, y como consejero de Seguridad Nacional. Les ha dado plenos poderes.

La apuesta se redobla ahora con el ascenso de Kelly a jefe de gabinete, en sustituci¨®n de Reince Priebus, que hasta su designaci¨®n era el presidente del Partido Republicano. Priebus representaba el aparato republicano, el establishment que denosta Trump pero con un perfil te¨®ricamente adecuado para hacer de enlace entre el presidente y el resto del Gobierno.

Kelly, en cambio, apenas tiene experiencia pol¨ªtica pero cuenta con la m¨¢xima confianza del mandatario. Acumula 46 a?os de carrera militar. Pero tampoco es ajeno a los pasillos del poder. Fue asesor de Robert Gates y Leon Panetta como secretarios de Defensa y tambi¨¦n fue intermediario con el Congreso para el jefe de los Marines.

Este hombre de talante tranquilo y con tres hijos ha servido en las guerras del Golfo e Irak. Ha trabajado para el comandante supremo de la OTAN. Ha sido responsable de la prisi¨®n militar de Guant¨¢namo (Cuba), cuyo uso contra sospechosos de terrorismo ha defendido. Y entre 2012 y 2016, en los ¨²ltimos a?os de presidencia de Barack Obama, fue el responsable del Comando Sur del Ej¨¦rcito, una zona que engloba todo Am¨¦rica Latina al sur de M¨¦xico y el Caribe.

El conocimiento de Am¨¦rica Latina le ha servido en sus seis meses como m¨¢ximo responsable de la seguridad fronteriza e interna de EE UU. Abraza la mano dura contra la inmigraci¨®n irregular de Trump, pero tambi¨¦n es pragm¨¢tico. Ha alertado del peligro de las mafias que transportan a inmigrantes e incluso defendi¨® separar a madres e hijos que crucen la frontera. Pero luego dio marcha atr¨¢s. Defiende levantar un muro fronterizo con M¨¦xico, ense?a electoral del republicano, pero reconoce que es innecesario en toda la frontera.