?Es el director del ¡®Daily Mail¡¯ el hombre m¨¢s poderoso de Reino Unido?
Paul Dacre moldea la pol¨ªtica brit¨¢nica con un discurso antiliberal y en defensa del Brexit m¨¢s duro
¡°?Es Paul Dacre el hombre m¨¢s peligroso de Reino Unido?¡±, escrib¨ªa en las p¨¢ginas de The Observer Tim Adams. La pregunta alud¨ªa a la desmesurada influencia del director del diario brit¨¢nico Daily Mail. Y tiene que ver no s¨®lo con el arrastre de tantos votantes a favor del Brexit en el refer¨¦ndum de hace un a?o, sino tambi¨¦n con su capacidad de seguir moldeando la agenda pol¨ªtica del pa¨ªs, ahora inmerso en las negociaciones con Bruselas. Lo que dicta desde las p¨¢ginas de este diario ¡ªel segundo en difusi¨®n impresa y erigido en rey absoluto del universo digital¡ª tiene m¨¢s peso en las decisiones que toma Theresa May que cualquier consejo de los asesores de Downing Street.
La web del peri¨®dico es una de las m¨¢s le¨ªdas del mundo y la versi¨®n impresa es la segunda en Reino Unido
May, la primera mujer en dirigir el Gobierno desde Margaret Thatcher, fue su criatura mimada, pero ahora ¡ªdebilitada tras el fiasco de las elecciones de mayo en las que perdi¨® la mayor¨ªa absoluta¡ª el tabloide se prepara para incidir en la designaci¨®n de su sucesor. Sea quien sea, el Daily Mail exigir¨¢ credenciales antieuropeas por encima de cualquier otra cosa.
Ni siquiera el mill¨®n y medio anual de libras que convierten a Dacre en el director mejor pagado de la prensa escrita brit¨¢nica, con una n¨®mina que multiplica por 10 la de la primera ministra, sirve para ilustrar el alcance de su poder. Al fin y al cabo, los sueldos de algunas estrellas de la BBC superan ese baremo, circunstancia que probablemente disgusta a Dacre, uno de los grandes azotes de la radiotelevisi¨®n p¨²blica brit¨¢nica. Los periodistas del ente, a quienes suele caracterizar como una panda de izquierdistas, formar¨ªan parte de ese establishment liberal ¡ªy adem¨¢s europe¨ªsta¡ª desconectado del brit¨¢nico de a pie a quien el Daily Mail de Dacre dice representar.
Y lo hace con tal ¨¦xito que, por ejemplo, m¨¢s de la mitad de sus lectores son mujeres (52%), a pesar de la obsesi¨®n del tabloide por subrayar las imperfecciones f¨ªsicas de las f¨¦minas que pueblan sus p¨¢ginas, criticar la celulitis de cualquier famosa capturada en la playa como si se tratase de un pecado mortal y enalteciendo, en pleno siglo XXI, la imagen del ama de casa cuyo principal cometido es el cuidado de los hijos. El propio Dacre declar¨® en una ocasi¨®n que ¡°el editor de un diario tiene que estar casado y ser padre¡±, porque en caso contrario ¡°no comprender¨ªa la condici¨®n humana¡±.
David Cameron lleg¨® a pedir su cabeza al due?o del diario, pero no lo logr¨® y acab¨® cayendo ¨¦l mismo
Paul Dacre est¨¢ efectivamente casado con Kathleen, a quien conoci¨® en sus a?os universitarios en Leeds, y tiene dos hijos, que en su d¨ªa estudiaron en el elitista centro de Eton, am¨¦n de disfrutar de las tres residencias familiares en Londres, el campo ingl¨¦s y las tierras altas escocesas. El autoproclamado defensor a ultranza del Brexit no hizo ascos en el pasado a los subsidios de la Uni¨®n Europea (en concreto a los fondos de la pol¨ªtica agr¨ªcola) percibidos por estas dos ¨²ltimas fincas. Tampoco ve contradicci¨®n entre esa condici¨®n de privilegiado y su vocaci¨®n de portavoz de ¡°la gente real¡±, la llamada Middle England de las clases medias y modestas con la que comparte su aprensi¨®n ante la sociedad multicultural.
Nacido en un suburbio del norte de Londres en 1948, el mayor de cinco hijos cuyo padre escrib¨ªa para el Sunday Express siempre quiso ser ya no s¨®lo periodista, sino director de un medio. Hizo pr¨¢cticas en el Express, cubri¨® las presidenciales estadounidenses de 1976, trabaj¨® en la redacci¨®n del Daily Mail y, finalmente, consigui¨® su objetivo a los 42 a?os al frente del London Evening Standard. S¨®lo un a?o m¨¢s tarde tomaba las riendas del Mail, despu¨¦s de rechazar una oferta del Times de Rupert Murdoch.
Desde esa tribuna que capitanea desde hace un cuarto de siglo ha explotado y muchas veces distorsionado el impacto de la ¡°invasi¨®n¡± de inmigrantes, el ¡°desperdicio¡± que supone la ayuda exterior, el desprecio de la clase pol¨ªtica a los problemas reales del pa¨ªs y, en un lugar muy destacado, la tiran¨ªa de ¡°los bur¨®cratas de Bruselas¡±. Porque la campa?a del Mail para el cisma brit¨¢nico de Europa comenz¨® mucho antes de que el entonces primer ministro, David Cameron, convocara el refer¨¦ndum del Brexit. Cameron lleg¨® a pedir al due?o del diario, lord Rothemere, la cabeza de Dacre, pero no lo consigui¨®, y en cambio acab¨® siendo ¨¦l mismo v¨ªctima del resultado de la votaci¨®n.
Acab¨® reemplazando a Cameron su ministra del Interior, Theresa May, apuntalada por el Mail con el lema ¡°Brexit significa Brexit¡±, y defendida a diario frente a los bemoaners, t¨¦rmino inventado para designar a los ¡°llorones del Brexit¡±.
El rotativo mezcla noticias sobre la ¡°invasi¨®n¡± de inmigrantes con cr¨ªticas a la celulitis de las famosas
Cualquier cr¨ªtica a May por su incapacidad para despejar las incertidumbres que afronta el pa¨ªs ha pasado por el cedazo del tabloide, que el pasado noviembre lleg¨® a tildar de ¡°enemigos del pueblo¡± a los jueces del Tribunal Supremo por forzar al Gobierno a someter al voto parlamentario la activaci¨®n de la salida de la UE. Ese mismo mes se conoc¨ªa la sentencia a cadena perpetua del individuo que al grito ¡°Gran Breta?a, primero¡± (Thomas Mair) hab¨ªa asesinado a la diputada laborista Jo Cox seis d¨ªas antes del plebiscito: el Daily Mail releg¨® la noticia a la p¨¢gina 29.
Paul Dacre ha salido inmune del cuestionamiento del c¨®digo ¨¦tico de su peri¨®dico gracias a su capacidad para mantener unas ventas de m¨¢s de mill¨®n y medio de ejemplares impresos (s¨®lo superadas por The Sun, con 1,66 millones) y convertir la versi¨®n digital en una de las m¨¢s le¨ªdas del mundo. Una tremenda iron¨ªa si se piensa que no le gustan las redes sociales y ni siquiera tiene ordenador en su despacho. Siempre ha mantenido un perfil bajo, atrincherado en la redacci¨®n, a la que dedica 15 horas diarias con talante dictatorial, seg¨²n las malas lenguas. En una de sus pocas entrevistas, en 2004, confes¨®: ¡°Creo que mis colegas dir¨ªan: ¡®Es un cabr¨®n, pero nos dirige desde primera l¨ªnea¡¯. Los gritos crean energ¨ªa, y la energ¨ªa crea grandes titulares¡±.
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