350.000 kil¨®metros cuadrados de agujero negro al alejar Libia a los buques de ONG
Tres ONG suspenden el rescate de inmigrantes tras la decisi¨®n de Libia de asumir, con el aplauso de Italia, la responsabilidad sobre su zona de b¨²squeda y salvamento
Desde que el pasado jueves el general Abdelhakim Buhaliya, comandante de la base naval de Tr¨ªpoli, anunciara la creaci¨®n de ¡°una zona de b¨²squeda y rescate en la cual ning¨²n buque extranjero puede entrar¡± sin permiso de las autoridades libias, tres ONG han suspendido su misi¨®n de salvamento en el Mediter¨¢neo central: M¨¦dicos Sin Fronteras, la alemana Sea Eye y Save the Children. Para que no quedase duda, un portavoz de la Armada libia precis¨® que la medida se dirig¨ªa contra las ONG ¡°que pretenden salvar a los migrantes ilegales y realizar acciones humanitarias. Deseamos enviar un mensaje claro a todos los que atentan contra la soberan¨ªa libia y faltan al respeto a los guardacostas y la Marina¡±, subray¨®.
Sus palabras no deben tomarse a la ligera. El martes pasado un buque de la ONG espa?ola Proactiva Open Arms recibi¨® dos r¨¢fagas de aviso de una patrullera libia que le amenaz¨® con tirar a dar si se atrev¨ªa a regresar. El incidente se produjo a poco m¨¢s de 12 millas n¨¢uticas (22,2 kil¨®metros) de Libia, en el l¨ªmite de sus aguas territoriales, el punto m¨¢s pr¨®ximo al que pod¨ªan acercarse para recoger a los inmigrantes que zarpan de sus costas. El anuncio del general Buhaliya supone desplazar la l¨ªnea que no pueden traspasar las ONG hasta unas 80 millas (150 kil¨®metros) mar adentro, una distancia que muy pocas de las fr¨¢giles embarcaciones en las que viajan hacinados los inmigrantes pueden recorrer.
Lo que ha hecho Tr¨ªpoli no es ampliar sus aguas territoriales, sino declararse en condiciones de gestionar su propia zona de b¨²squeda y rescate, de acuerdo con el Convenio SAR de 1979 de la Organizaci¨®n Mar¨ªtima Internacional (OMI).
La zona SAR libia, con una extensi¨®n de unos 350.000 kil¨®metros cuadrados, qued¨® vacante tras la ca¨ªda de Gadafi en 2011, que hundi¨® al pa¨ªs en un caos del que a¨²n no ha logrado salir. Italia asumi¨® la responsabilidad de esta zona y las ONG que operaban all¨ª lo hac¨ªan hasta ahora en coordinaci¨®n con el centro de rescate mar¨ªtimo de Roma.
El Gobierno italiano ha sido el primero en felicitarse del ¡°papel cada vez mayor de Libia¡± en la contenci¨®n del flujo de inmigrantes y considera que la retirada de las ONG es un ¡°bienvenido signo del reequilibrio en curso en el Mediterr¨¢neo¡±, en palabras de su ministro de Asuntos Exteriores, Angelino Alfano.
Seg¨²n Frontex, la agencia europea de fronteras, las llegadas de inmigrantes a Italia se han reducido un 57% en julio, mientras se multiplicaban por cuatro las registradas en Espa?a.
Roma ha sido la principal patrocinadora de la Guardia Costera libia, a la que ha prestado asistencia e instrucci¨®n, incluso con el env¨ªo de buques, tras la petici¨®n que el primer ministro libio, Fayez Serraj, hizo en julio a su hom¨®logo Paolo Gentiloni.
En teor¨ªa, las ONG podr¨ªan seguir rescantando a inmigrantes en la nueva zona SAR libia, pero deber¨ªan hacerlo con autorizaci¨®n de Tr¨ªpoli, que ha mostrado escasa simpat¨ªa por ellas, y entregando a los rescatados a los guardacostas libios.
Esta opci¨®n es inaceptable para las ONG, pues implicar¨ªa impedir a quienes tienen derecho al asilo la posibilidad de solicitarlo y condenarles al internamiento en los campos de refugiados de Libia, donde son objeto de privaciones y abusos y no se respetan los derechos humanos, seg¨²n las organizaciones humanitarias. ¡°Si los buques de las ONG son expulsados del Mediterr¨¢neo, habr¨¢ menos preparados para socorrer a los inmigrantes antes de que se hundan y quien no se ahogue ser¨¢ interceptado y devuelto a Libia, un lugar sin ley, con detenciones arbitrarias y violencia extrema¡±, ha advertido M¨¦dicos Sin Fronteras.
El anuncio del Gobierno de Tr¨ªpoli no es sino la gota que ha colmado el vaso. Las ONG han sido objeto en los ¨²ltimos meses de una intensa campa?a en la que se les ha acusado de connivencia con los traficantes de inmigrantes, a quienes avisar¨ªan de su presencia en las proximidades de la costa libia para que salieran las embarcaciones. Hasta ahora no se ha presentado ninguna prueba sobre esta presunta complicidad, pero el Gobierno italiano le ha dado p¨¢bulo al obligar a las ONG a firmar un c¨®digo de conducta que permite a polic¨ªas armados subir a bordo de los buques humanitarios, por lo que varias lo han rechazado.
La campa?a contra las ONG arreci¨® despu¨¦s de que Espa?a y Francia se negaran a abrir sus puertos para desembarcar a los rescatados en el Mediterr¨¢neo, ante la desesperaci¨®n de Roma, desbordada por el incremento de las llegadas. La alternativa es devolverlos a Libia y, para ello, los buques humanitarios son testigos inc¨®modos. En lo que va de a?o, 117.000 inmigrantes han llegado a las costas europeas y 2.400 se han ahogado, seg¨²n la agencia de la ONU para las migraciones. A partir de ahora probablemente lleguen menos. Pero nadie sabr¨¢ cu¨¢ntos se ahogan.
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