La portada de ¡®Charlie Hebdo¡¯ sobre Barcelona siembra la pol¨¦mica
"Islam, religi¨®n de paz... eterna", titula el semanario sat¨ªrico, con una furgoneta que deja dos cad¨¢veres a su paso
Charlie hace de Charlie. Ofensivo, falt¨®n, orgullosamente blasfemo, el humor gamberro y frecuentemente burdo de Charlie Hebdo no est¨¢ hecho para recoger aplausos un¨¢nimes ni para consolar a los afligidos. Por eso no es una sorpresa la portada del veterano semanario sat¨ªrico despu¨¦s de los atentados de Barcelona y Cambrils. En ella se ven dos cad¨¢veres y una camioneta que se aleja. En el texto se lee: ¡°Islam religi¨®n de paz¡ eterna¡±.
Charlie Hebdo no es una publicaci¨®n cualquiera. El 7 de enero de 2015, dos terroristas armados asaltaron la sede de la redacci¨®n en Par¨ªs y mataron a 12 personas, entre ellas destacados redactores y dibujantes. Como recuerda Charlie en su ¨²ltimo editorial, lo que activ¨® a los criminales fue la publicaci¨®n en el semanario de las caricaturas de Mahoma que unos a?os antes, al aparecer en un diario dan¨¦s, hab¨ªa causado la indignaci¨®n de muchos musulmanes.
El atentado despert¨® una ola de solidaridad y la popularizaci¨®n del eslogan Je suis Charlie, Yo soy Charlie. Cada portada potencialmente ofensiva lleva a algunos a replantearse este eslogan. Como si no hubiese sido precisamente el mismo esp¨ªritu irrespetuoso y falt¨®n ¡ªla idea, arraigada en la Ilustraci¨®n y la laicidad, de que la libertad de expresi¨®n incluye la libertad de ofender, especialmente a las religiones¡ª lo que llev¨® a Charlie Hebdo a publicar las caricaturas de Mahoma en las que los asesinos encontraron un pretexto.
El ritual se repite esta vez. Charlie Hebdo publica su portada y enciende una pol¨¦mica. La han celebrado pol¨ªticos del Frente Nacional en Francia y figuras de la alt-right norteamericana. Y ha merecido la condena, entre otros, del exministro socialista St¨¦phane Le Foll, que en una entrevista radiof¨®nica dijo: ¡°Las amalgamas son muy peligrosas. Decir que el Islam es una religi¨®n de paz dando a entender que de hecho es una religi¨®n de muerte es extremadamente peligroso¡±.
La cuesti¨®n religiosa
En el editorial del ¨²ltimo n¨²mero, titulado ¡°Las avestruces de vacaciones¡±, Charlie Hebdo denuncia que cada vez se hable menos del Islam en relaci¨®n con los atentados terroristas cometidos en su nombre. ¡°Desde [el 7 de enero de 2015], un trabajo de propaganda ha logrado distraer a nuestros esp¨ªritus y disociar estos atentados de toda cuesti¨®n religiosa. Hoy, nadie se interroga sobre el papel del Islam en la ideolog¨ªa de Daesh. El lavado de cerebro ha logrado hacernos admitir que el ¡®hecho religioso¡¯ no debe discutirse. Se nos impone, y los que osan cuestionarlo son tratados de anticlericales primarios de otra ¨¦poca¡±.
En otro art¨ªculo del mismo n¨²mero, titulado ¡°?No a la turismofobia!¡±, se lee: ¡°Incluso antes del atentado de Barcelona, los cretinos de Daesh no eran los ¨²nicos en pensar que hab¨ªa demasiados turistas en las Ramblas. Ha aparecido una turismofobia, como en otros lugares. Sin embargo, lo que ocurri¨® all¨ª el 17 de agosto nos recuerda que el turismo es la vida¡±.
Hay pocas religiones o instituciones que hayan salido indemnes de los pinceles de los caricaturistas de Charlie Hebdo. En sus p¨¢ginas han aparecido desde el padre, el hijo y el esp¨ªritu santo de la religi¨®n cristiana practicando actos sexuales, hasta una s¨¢tira de Aylan, el ni?o sirio hallado muerto en una playa turca, retratado como un refugiado adulto intentando violar mujeres europeas. Algunas caricaturas de Marine Le Pen, la jefa del Frente Nacional, han sido devastadoras. Tras la elecci¨®n de Emmanuel Macron como presidente franc¨¦s, se public¨® una caricatura de Macron y su esposa, Brigitte, embarazada. El t¨ªtulo de portada dec¨ªa: ¡°?Har¨¢ milagros!¡± Brigitte Macron tiene 64 a?os, 24 m¨¢s que su marido.
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