M¨¦xico afronta otra fase del TLC con el miedo a una posible salida de Estados Unidos

La renegociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio (TLC) se ha vuelto, muy pronto, un quebradero de cabeza para el Gobierno mexicano. Los peores fantasmas han aflorado en menos de 15 d¨ªas, el tiempo que ha transcurrido desde la primera ronda de conversaciones en Washington hasta la segunda, que se inicia este viernes en la capital mexicana. A las continuas amenazas de Trump de iniciar la salida del tratado se han unido los vaivenes del discurso de M¨¦xico, que ha pasado de restar importancia a la intensidad tuitera de Trump a admitir que prepara un plan B por si EE UU da por finiquitado el tratado comercial que une a ambos pa¨ªses con Canad¨¢ desde hace 23 a?os. Para m¨¢s inri, el archienemigo del actual gobierno y l¨ªder en las encuestas, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha avivado el fuego al pedir que las negociaciones se aplacen hasta despu¨¦s de las elecciones presidenciales de julio de 2018.

Las delegaciones estadounidense, mexicana y canadiense tratan de aislarse del ruido externo y siguen teniendo una fecha entre ceja y ceja: el 31 de enero de 2018. Por ambicioso que parezca, todav¨ªa mantienen la fe en llegar a un acuerdo antes de esa fecha para evitar que el proceso se vea empa?ado por una precampa?a electoral en M¨¦xico que se espera especialmente bronca. L¨®pez Obrador, en una entrevista con el diario estadounidense?The Wall Street Journal, exhort¨® este jueves al Ejecutivo de Enrique Pe?a Nieto a ¡°esperar¡±. ¡°Y al final as¨ª ser¨¢ porque no tienen tiempo¡±, dijo. El l¨ªder del partido izquierdista Morena opin¨®, adem¨¢s, que ¡°no es conveniente buscar un acuerdo bajo presi¨®n¡±. Desde que se iniciaron las conversaciones, es la primera vez que el l¨ªder de Morena se manifiesta sobre la renegociaci¨®n de un tratado sobre el que siempre ha sido cr¨ªtico.

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Pese a los altibajos y la complejidad de las conversaciones, quienes m¨¢s cerca est¨¢n de la mesa de di¨¢logo todav¨ªa ven factible cumplir los plazos fijados por el Gobierno mexicano. Los riesgos, no obstante, siguen estando encima de la mesa. ¡°El peligro de que Trump opte por repudiar el tratado hab¨ªa disminuido en los ¨²ltimos meses, sobre todo desde finales de abril¡±, apunta un alto empresario mexicano. Pero en las ¨²ltimas semanas ¡ª¡°desde lo que ocurri¨® en Charlottesville¡±¨C ha aumentado: un Trump d¨¦bil, dicen quienes vivieron de cerca la primera ronda de negociaciones, puede ser m¨¢s irracional que nunca. Si su fragilidad sigue al alza, insisten estas fuentes, el riesgo de que el TLC salte por los aires ser¨¢ mayor. De momento, este jueves, hubo cierta tregua. Trump y el primer ministro de Canad¨¢, Justin Trudeau, mantuvieron una conversaci¨®n telef¨®nica en la que acordaron trabajar para lograr una renegociaci¨®n fruct¨ªfera: "Destacaron su esperanza de llegar a un acuerdo a finales de este a?o", se?al¨® la Casa Blanca en un comunicado.

La volatilidad de Trump, que ha insistido en atacar a M¨¦xico en todos los frentes ¡ªTLC, seguridad, el muro¡ª ha vuelto a sacudir al Gobierno de Pe?a Nieto. M¨¦xico rest¨® importancia a la primera amenaza de 140 caracteres de Trump al poco de concluir la ronda de Washington; cuando los ataques continuaron, la Canciller¨ªa emiti¨® el comunicado m¨¢s rotundo desde la llegada del magnate a la presidencia de la primera potencia mundial. Sin embargo, ante la insistencia en las provocaciones de Trump y las amenazas de que iniciar¨ªa la salida del tratado ¡ªun proceso que llevar¨ªa 60 d¨ªas¡ª M¨¦xico tuvo que admitir que trabaja en un ¡°plan alternativo¡± y que no descarta el peor de los escenarios: el fin del TLC. De hecho, el secretario de Econom¨ªa y l¨ªder negociador, Ildefonso Guajardo, no descart¨® esta semana que despu¨¦s de esta ronda de conversaciones en la Ciudad de M¨¦xico se diese un impasse. Varios analistas consideran que es el momento de que M¨¦xico d¨¦ un golpe en la mesa y deje claro que, en caso de fin de las negociaciones, no solo se terminar¨¢ este acuerdo comercial, sino que tendr¨¢ que haber un cambio en la cooperaci¨®n en materia de migraci¨®n y seguridad.

Si Trump da por terminado el tratado, el comercio bilateral entre EE UU y M¨¦xico pasar¨ªa a regirse por la normativa de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), como todos los intercambios entre pa¨ªses que no est¨¢n unidos por un acuerdo de libre comercio. M¨¦xico podr¨ªa imponer un arancel medio superior al 30% a los productos procedentes de fabricaci¨®n estadounidense, mientras que su vecino del norte solo podr¨ªa fijar una tarifa media del 3,5%. Dentro de lo malo, el panorama no ser¨ªa tan negativo para el pa¨ªs latinoamericano.

Hoy, recuerda Jaime Zabludovsky ¡ªuno de los padres del TLC actual¡ª, el 70% del comercio internacional de EE UU es con pa¨ªses con los que no tiene firmado ning¨²n tratado comercial. ¡°Lo importante del plan B es que mantenga las condiciones de acceso al mercado y una econom¨ªa abierta¡±, subraya. Bajo el segundo precepto, el de la ¡°econom¨ªa abierta¡±, quien fuera subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales entre 1994 y 1998 aboga por que el Gobierno mexicano no aproveche todo el margen que le otorga la OMC. Esa soluci¨®n ¡ªapostar por un arancel bajo o incluso inexistente aun cuando M¨¦xico tendr¨ªa mucho espacio al alza¡ª tendr¨ªa una venta pol¨ªtica compleja. Pero, seg¨²n Zabludovsky, asesor del sector privado en el proceso de renegociaci¨®n, situar¨ªa a M¨¦xico en una mejor posici¨®n econ¨®mica a futuro. No obstante, pase lo que pase con el tratado, se muestra seguro de que ¡°despu¨¦s de Trump¡± la integraci¨®n entre EE UU, M¨¦xico y Canad¨¢ volver¨¢ a aumentar. ¡°Es un proceso imparable¡±, sentencia.